Los días de nuestras vidas

22/10/2023| IslamWeb

 

 Ellos representan personas con dinero, buena apariencia y buena fortuna. Son personas que tienen vidas extraordinarias y audaces… por supuesto, en un estudio en algún lugar del mundo, no en la vida real. Y existen muchas mujeres musulmanas que están fascinadas por ellos… incluso obsesionadas, tanto así que graban los capítulos o compran revistas y visitan sitios web para leer más acerca de ellos. Estoy hablando de las telenovelas.

Existe literalmente una comunidad de madres, esposas, hermanas y amigas pegadas a sus televisores, mirando y esperando ansiosamente por su próxima dosis.

La luz de guía

 

Personalmente, nunca he sido una fan de las telenovelas por las razones que aquí detallaré. No es que me crea mejor que quienes las miran, sino que me siento triste por las hermanas que gastan su tiempo en ello. Existen muchas razones, pero solo mencionaré algunas de las más importantes.

Pasamos demasiado tiempo observando la vida de otras personas que olvidamos que tenemos nuestra propia vida y familia por las que debemos preocuparnos. El tiempo es demasiado valioso y se va antes de que podamos darnos cuenta. In sha Al-lah te pondrás vieja, tus hijos crecerán y verás que todo tu tiempo se agotó. Cuando mueras serás preguntada sobre cómo gastaste tu juventud. Al-lah, subhanahu wa ta’ala, nos Ha dicho en el Corán (lo que se interpreta en español): {Juro por el transcurso del tiempo que ciertamente los hombres están perdidos,salvo aquellos que creen, obran rectamente, se aconsejan mutuamente cumplir cabalmente [con los preceptos divinos] y ser pacientes y perseverantes.} [Corán 103:1-3]

No tenemos tiempo para desperdiciar, incluso si amas las telenovelas, sabes en tu corazón que es una pérdida de tiempo.

Los niños

 

La siguiente razón, para mí, tiene que ver con los hijos. Los niños pequeños se sentarán y mirarán contigo… con sus ojos atentos y sus oídos escuchando historias sórdidas de adulterio y engaños. Además, el tiempo que pasas pegada al televisor, disfrutando de esas historias, es tiempo que pasas lejos de todo lo demás.

 

¿Eres adicta?

Puede que no estés enferma; pero, ¿eres adicta? Para descubrirlo responde las siguientes preguntas:

1.      ¿Planeas tu día alrededor de las telenovelas y series?

2.      ¿Te enfadas si pierdes un episodio?

3.      ¿Cuántas veces no dejas que el teléfono suene sin pensar en que podría ser una emergencia o algo importante?

4.      ¿Alguna vez has ignorado a tus hijos solo por mirar tus programas?

5.      ¿Lloras al ver las cosas pasan en los capítulos?

6.      ¿Te enojas según la trama de la historia?

7.      ¿Sueñas con estar en las situaciones o viviendo las vidas que allí se muestran?

Si has respondido que sí a 3 de estas preguntas, existen muchas posibilidades de que seas una adicta a las telenovelas o series. Necesitas hacer una pausa y buscar otro tipo de actividades.

La fantasía y la realidad

 

¿Qué tan a menudo te comparas con los personajes de tus programas? No es difícil notar que sus cabellos están siempre en el lugar correcto, sus maquillajes nunca lucen arruinados y, por supuesto, sus ropas siempre son escasas. ¿Alguna vez has deseado lucir como ellas?

 

Mírate a ti misma. Existe mucha belleza en ti. Existe una belleza inmensa en ti porque eres una musulmana. Cuando los actores salen del escenario, también tienen vidas comunes, llenas de problemas, espinillas y malos permanentes. ¿Cómo puedes subestimarte a ti misma o considerarte menos que alguien más? Como una musulmana, que viste orgullosamente su modestia, eres alguien audaz y hermosa.

 

El mundo sigue girando

 

Cuando miras telenovelas, es mucho más fácil olvidarte de lo que pasa con el mundo. Sé que a veces es muy difícil mirar las noticias sin llorar; pero, hermanas, hay un mundo allá afuera, y es el mundo real… es tu mundo.

Una vida para vivir

Tú y yo solo tenemos una vida para vivir. Necesitamos ocupar nuestro tiempo sabiamente, porque solo Al-lah Conoce nuestro destino. Cualquiera de tus conocidos puede morir repentinamente… hay muchas cosas que necesitas decir a aquellos que amas, y aquí es donde está el verdadero drama. El verdadero drama está demostrar tus verdaderos sentimientos a quienes te rodean, está en compartir tus sentimientos y deseos con tu esposo, está en dar alegría a tu hogar y ver a tus hijos sonreír, está en concentrarse en la vida real nuevamente y no en observar las vidas de personas ajenas.

 

Pasiones

 

¿Cuál es tu pasión además de las telenovelas? ¿Qué es lo que realmente te interesa? Necesitas encontrar ese amor, esa pasión, y descubrir lo que te hace única. Necesitas perseguirla y transformarla en algo real en tu vida. Tú puedes, cualquiera puede. Solo tienes que ser innovadora.

 

Tómate un minuto para escribir –rápidamente, sin pensar mucho– 5 cosas que realmente te interesan en este mundo.

 

Si tu pasión es la enseñanza o la educación, puedes ser voluntaria en una escuela local. Si es el trabajo social, puedes alimentar a los pobres o visitar a los enfermos o ancianos.

 

Una vez que sabes qué es importante para ti, qué es lo que realmente te interesa, encontrarás fácilmente una forma de realizarlo. Pero, no es suficiente con pensar en ello, tienes que actuar.

Tú puedes ser una luz para alguien en este mundo y ser un miembro productivo en tu comunidad. El tiempo que gastas cada día en mirar telenovelas es tiempo que estás descuidando tu alma y tu pasión. Necesitas darte cuenta de esto. El involucrarte en la vida real y en la comunidad hará la diferencia, aunque sea por una hora al día.

Si no me crees, entonces haz la prueba. Escribe cómo te sientes acerca de ti hoy; luego, tómate un mes para hacer alguna actividad voluntaria en tu comunidad. Luego, cuando se termine el mes, siéntate y escribe tus sentimientos una vez más. Descubrirás que los días de nuestras vidas deben ser vividos en el mundo real, con gente real… no en un escenario con personajes ficticios. Eres la estrella del show en tu vida y tienes la oportunidad de escribir tus propios guiones, tramas y conclusión.

Así que, la pregunta es: ¿cómo será nuestra historia mañana?