Conocer y darse cuenta de los significados de los nombres y los atributos de Al-lah, el Todopoderoso, logra efectos manifiestos en quienes adoran a Al-lah a través de este conocimiento. Estos efectos incluyen los siguientes:
1. Sentirse bien debido a la cercanía con Al-lah, el Altísimo, y Su reinado sobre el corazón de uno.
Esta es la manifestación del efecto de los más bellos nombres y atributos de Al-lah, el Todopoderoso, sobre el corazón del siervo, de modo que las barreras de negligencia, dudas y alejamiento se rompen. El poder del conocimiento se apodera del corazón de los esclavos abrumados con la luz de la creencia en los nombres y atributos, que los conoce y recuerda todo el tiempo, y no olvida que Al-lah, el Único, es el Primero —y no hay nada antes que Él—, Él es el Último —y no hay nada después de Él—, Él es el Más Elevado —y no hay nada por encima de él—, Él es el Más Cercano —y no hay nada más cercano que él—, Él es el Primero de todas las cosas, y Aquel que queda después de todas las cosas; Él está por encima de todas las cosas y lo abarca todo.
Cuando el siervo alcanza cierto nivel de conocimiento, actúa como si viera los atributos de la perfección de Al-lah, el Todopoderoso, y su alma se siente especialmente cerca de su Señor, hasta que es testigo de la desaparición de la barrera entre su alma y corazón y su Señor. Esta barrera es suya propia, y Al-lah, Glorificado sea, levanta dicha barrera con Su fuerza y poder, por lo que el corazón y el alma se adhieren al Señor y él comienza a adorar a Al-lah, el Altísimo, como si lo viera.
2. Glorificación de Al-lah, el Todopoderoso.
Quien contempla y comprende un Atributo sin duda será testigo de sus implicaciones, y esto planta la glorificación de su Señor en su corazón.
Por lo tanto, cuando uno entiende el significado del Atributo de hablar, por ejemplo, sin duda glorifica aún más a Al-lah, el Todopoderoso. Puesto que si todos los árboles sobre la tierra fueran plumas y los mares fueran tinta, se acabarían los mares y los árboles, pero nunca las Palabras de Al-lah, el Altísimo. Cuando uno se hace consciente del significado de otros Atributos de Al-lah, el Todopoderoso, de esta manera y contempla la grandeza de los mismos, su glorificación a Al-lah y su conocimiento sobre Él serán mayores.
3. Entender las implicaciones y requerimientos de los atributos de Al-lah, el Todopoderoso, lleva a confirmarlos.
La existencia de este universo masivo y perfectamente funcional requiere de un Señor que es un Soberano Sabio y Omnisciente. Del mismo modo, la existencia de todas las criaturas necesita la existencia de un Creador. El hecho de que el siervo cometa pecados y malas obras requiere la confirmación del nombre de “El Indulgente”, etcétera.
4. Entender los secretos de la Shari’ah (ley islámica) y la esencia de las normas religiosas
Aquel que entiende y contempla los nombres y atributos de Al-lah, el Todopoderoso, y sus manifestaciones en la creación y en los mandamientos religiosos, comprende que ambos están en armonía absoluta. También comprenderá, de acuerdo con la profusión de su conocimiento, qué es adecuado para Al-lah, el Todopoderoso, y qué no lo es. Por lo tanto, entender los significados de los nombres y atributos de Al-lah, el Todopoderoso, le da al siervo la idea de lo que es propio e impropio para ÉL. Al-lah, Glorificado sea, no hace nada que contradiga los requisitos de Su alabanza debida y sabiduría absoluta. Este conocimiento le permite a uno distinguir los mandamientos y legislaciones que pueden ser apropiadamente atribuidos a Al-lah, el Todopoderoso, de aquellos que son impropios. Por lo tanto, si uno ve que alguna norma es injusta, inútil o corrupta, entonces sabe con certeza que no es un mandamiento divino y que ni Al-lah ni Su Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, tienen nada que ver con eso. Esto es porque Al-lah, el Altísimo, ordena la justicia, no la injusticia; el beneficio y no el perjuicio; la sabiduría y no la estupidez.
5. Confianza
Hay dos tipos de confianza relacionados con los nombres y atributos de Al-lah, el Todopoderoso:
• La confianza que hace que uno sea un creyente firme, tenga fe y confirme estos nombres y atributos.
• La confianza que hace que uno acepte y cumpla de todo corazón las implicaciones y los requisitos de los nombres y los atributos como actos de adoración. Adorar a Al-lah, el Todopoderoso, según los requisitos del nombre de “Todopoderoso, Quien decreta el destino” requiere confianza y la creencia incuestionable en el decreto divino y en la predestinación, así como tranquilidad al encarar los decretos divinos que uno no puede rechazar. Por lo tanto, hay que aceptarlos y estar satisfecho con ellos sin señal alguna de descontento, queja, insatisfacción o inestabilidad en la fe. Por lo tanto, no se puede estar triste por lo que se perdió ni regocijarse por lo que se ha hecho, puesto que uno sabe que su fortuna está predestinada por Él incluso antes de su creación.
Este tipo de confianza está relacionada con la aceptación y la creencia en las normas de los atributos y sus implicaciones y manifestaciones en el universo, y es superior a la confianza que surge de un mero conocimiento y creencia en ellos.