Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
No hay duda que usted se ha perjudicado mucho a sí misma al cometer adulterio, que es uno de los pecados más graves.
Está bien que usted sienta remordimiento por lo que cometió. Ahora, debe convertir este remordimiento en un sincero arrepentimiento, cumpliendo con el resto de las condiciones del arrepentimiento, que son: dejar de cometer el pecado e intentar no volver a cometerlo. Usted debe ocultar su pecado y no decírselo ni a su esposo, ni a otra persona.
En cuanto a reconciliarse con su esposo, es una buena acción. Por eso, debe apresurarse a hacerlo y no retrasarlo hasta que se cumpla el periodo citado (nueve meses); especialmente porque ustedes tienen un hijo, lo cual puede ayudar a mejorar la relación.
En cuanto al problema que sufre por no alcanzar el orgasmo, esto es algo que se puede soportar en pro del bienestar del niño, además de los otros beneficios. Eso, en caso de que ese problema no pueda ser solucionado. Pero es bien sabido que es posible curar este trastorno clínico o psicológico, consultando a los médicos especializados y siguiendo otros medios lícitos.
El esposo, especialmente él que sufre eyaculación precoz, debe coquetear con su esposa antes del coito, pues no debe realizar el coito sino cuando ella esté lista. Si él alcanza el orgasmo, mientras ella aún no lo haya hecho, él no debe apresurarse a alejarse de ella.
Es digno de notar que el deleite en las relaciones sexuales no reside sólo en el coito, sino también en los juegos preliminares conocidos, como los besos y los otros actos.
Y Al-lah Sabe mejor.