Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
La sangre que sale del ayunador sin intención, no rompe el ayuno ni lo invalida, ya sea mucha o poca. No existe evidencia textual ni analógica que sugiera que esto rompe el ayuno; pues es como el sangrado de la nariz o el corte que otra persona le infringe en contra de su voluntad. Nada de esto anula el ayuno. Esta es la opinión de la escuela jurídica Hanbalita.