Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Procurar cubrirse y ser decente son de las cualidades de los creyentes, por esto le pedimos a Al-lah, el Altísimo, que le Dé más fe y certeza y que le Proteja tanto en su religión como en su vida.
No cabe duda que Al Hiyab es un deber según la Shari‘ah, así que la mujer tiene que cubrir todo su cuerpo en la presencia de los hombres que no sean sus Maharim (el plural de Mahram), excepto la cara y las manos.
La divergencia entre los ulemas está sobre si se debe cubrir también la cara y las manos o no. Sin duda, cubrirlas es mejor y además es la opinión que, pensamos, es la más correcta. Cuando llevar An-Niqab le sea posible a la mujer, entonces habrá que hacerlo. Así, la mujer no debe descubrir su cara o sus manos excepto si hay un beneficio seguro.
Si usted teme que le ocurra gran daño por llevar An-Niqab durante el tiempo de la visita de sus padres, o durante su estancia en el país que usted mencionó, entonces no hay problema en descubrir su cara, a condición de que no se haya aplicado maquillaje y que cubra su cara otra vez cuando se acabe la necesidad de descubrirla.
No debe molestarle que a veces usted tenga que descubrir su cara, siempre que haya un beneficio en ello según la Shari‘ah, pues el propósito es cuidar este beneficio en los dos casos (con niqab y sin él). Una de las reglas de la Shari‘ah es cometer el menor de los males para evitar cometer el más grande, y dejar el menor beneficio para obtener el más grande. Esto es de la sabiduría de la Shari‘ah de Al-lah, Glorificado Sea.
Y Al-lah Sabe mejor.