Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Las nietas heredan, siempre y cuando no exista alguien con más derechos por mayor cercanía al difunto. En la ciencia islámica denominada “ciencia de las herencias” (‘ilm Al Fara’id), esta situación se denomina Al Hayb, que significa “impedimento”.
Por ejemplo: si muere un hombre dejando un hijo vivo y nietas por parte de un hijo muerto, entonces, éstas no heredan, y el hijo vivo hereda todo, porque tiene la prioridad en recibir la herencia de su padre (el hijo les impide heredar por su mayor cercanía que ellas). Pero si el otro hijo (el padre de las nietas) estaba vivo en el momento del fallecimiento de su padre (el abuelo), entonces, ellas heredan la parte de su padre. Esto respecto a la herencia de las nietas por parte del hijo.
Pero en cuanto a las nietas por parte de la hija, desde el principio, no tienen ningún derecho en la herencia por ser familiares por vía materna (ya no llevan el apellido de su abuelo).
Si lo que pasó es que el hombre murió dejando una esposa, tres hijos y dos hijas, entonces, la esposa recibe una octava parte de la herencia y el resto se distribuye entre los hijos y las hijas, teniendo en cuenta que al varón le corresponde la misma parte que a dos mujeres. Así, la herencia se divide en sesenta y cuatro partes. A la esposa le corresponden ocho partes, a cada hijo catorce partes, y, a cada hija, siete partes.
Respecto a que la esposa dé su parte a sus hijas sin darle nada a sus hijos, pues la Shari‘ah ha ordenado a los padres tratar por igual a los hijos en cuanto a los presentes, pues el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Temed a Al-lah, Enaltecido Sea, y tratad por igual a vuestros hijos” [Al Bujari].
Entonces, ella debe ser justa en sus regalos a sus hijos durante su vida. En cuanto al testamento después de la muerte, pues no le está permitido a la madre hacer un testamento que da la herencia a sus hijas solamente, ya que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Allah Ha dado a cada uno su derecho, por eso, no está permitido hacer testamento a favor de quien ya tiene derecho de heredar” [Ahmad, Abu Dawud, An-Nasa’i, At-Tirmidhi e Ibn Mayah].