Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
No conocemos ningún Hadiz del Profeta, sallallahu ‘layhi wa sallam, que hable sobre los antojos de la mujer embarazada.