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A cada nación se le envió un Mensajero

A cada nación se le envió un Mensajero

Es un aspecto de la creencia islámica que a cada nación se le envió un Mensajero para su guía. El asunto más importante era el concepto de Tawhid, o creencia en la Unicidad de Al-lah. El asunto secundario era la Shari’a, o ley religiosa, que cambiaba de pueblo a pueblo y de nación a nación. Solo Al-lah el Altísimo sabe lo que es mejor para Su creación.

Como se menciona en el Corán: {A cada comunidad envié un Mensajero. Cada vez que lo desmintieron los destruí, salvando al Mensajero y a los creyentes, pero nadie fue castigado injustamente} [Corán 10:47].
Y también: {Envié a cada nación un Mensajero [para que los exhortara a] adorar a Al-lah y a rechazar la idolatría. Algunos de los pueblos fueron guiados por Al-lah, y a otros se les decretó el extravío. ¡Viajen por el mundo y observen cual fue el destino de quienes desmintieron [Mis signos]!} [Corán 16:36].
Algunos de estos Mensajeros son mencionados en el Corán por Al-lah y otros no, como dice el Sagrado Libro: {Envié otros Mensajeros antes de ti, de algunos de ellos te he relatado su historia, y de otros no te relaté su historia. Todo Mensajero que se presentó con algún milagro fue con la anuencia de Al-lah. Pero cuando llegue el designio de Al-lah, estarán perdidos los que atribuían falsedades [a Al-lah]} [Corán 40:78].
Entonces, decidimos echar un vistazo a la cuestión de los mensajeros enviados a varios pueblos y naciones y tomar el consejo mencionado en el Corán: {... viajen por el mundo y observen cómo terminaron aquellos que desmintieron la verdad} [Corán 3:137].
El contenido de esta publicación es un descubrimiento casual. La información procede a veces de una ojeada perezosa de los libros de antropología social y a veces de una investigación seria.
Los papúes kapauku de Guinea Occidental:
El material que se presenta a continuación intenta mostrar cómo diferentes tribus en diferentes partes del mundo conocieron el monoteísmo, o la adoración de Al-lah Único y Verdadero. Pero en algunos casos junto con el Dios Verdadero también se adoraban algunos dioses secundarios. Esto se ha sacado de un libro titulado The Kapauku Papuans of West Guinea de Leopold Pospisil. Se trata de un estudio del caso de la tribu Kapauku de la Edad de Piedra que llevó su vida aborigen sin ser molestada por la expansión de la civilización occidental hasta 1938.
Los kapauku papúes son montañeses que pertenecen a una de las varias tribus cuyos miembros habitan las tierras altas centrales del oeste de Nueva Guinea. Su país, situado en su mayor parte a 1.500 metros sobre el nivel del mar, está compuesto por escarpadas cadenas montañosas y profundos valles.
Los kapauku tienen una interesante visión del mundo. En cuanto al Creador del universo, los kapauku creen que el universo y toda la existencia fueron Ebijata, "diseñados por Ugatame", el creador. Ugatame tiene una naturaleza dual y se manifiesta al pueblo mediante el sol y la luna. Para ellos, el sol y la luna no son definitivamente creadores en sí mismos, son solo manifestaciones de Ugatame para dar a conocer su presencia al pueblo.
Ugatame es omnisciente, omnipotente y omnipresente, y se le atribuye la creación de todas las cosas y haber determinado todos los acontecimientos. Obviamente, Ugatame está más allá de la existencia porque para los kapauku todo lo que existe debe ser de naturaleza palpable; hay que poder verlo, oírlo, olerlo, saborearlo o sentirlo. Pero el creador está más allá de esta dimensión palpable, por la sencilla razón de que todo lo ha creado.
He aquí una interesante discusión entre un kapauku y un misionero cristiano: En el año 1955, un hombre muy anciano de la región de Mapia, apoyado por sus dos hijos, consiguió reunirse con un misionero cristiano. Su principal propósito era un problema que quería que se le aclarara antes de morir. No podía entender cómo era posible que el hombre blanco pudiera ser tan inteligente e ingenioso al diseñar artefactos tan asombrosos como aviones (que el anciano podía ver volar sobre su valle), armas, medicamentos, ropa y herramientas de acero, y al mismo tiempo ser tan primitivo e ilógico en su religión.
“¿Cómo puedes pensar”, argumentó, “que un hombre puede pecar y tener libre albedrío, y al mismo tiempo creer que tu Dios es omnipotente, que creó el mundo y determinó todos los sucesos? Si Él determinó todo lo que sucede, y (por lo tanto) también las malas acciones, ¿cómo puede un hombre ser considerado responsable? ¿Por qué, si es omnipotente, el Creador tuvo que transformarse en hombre para dejarse matar (crucificar) cuando le hubiera bastado con ordenar a los hombres que se comportaran correctamente?”.
La idea de que algo pueda ser absolutamente malo o bueno le resultaba bastante incomprensible. Además, la noción cristiana de que el hombre se asemeja a Dios en apariencia le parecía absolutamente primitiva (o tabe-tabe, que significa estúpida).
Resultaba bastante sorprendente que una tribu considerada de la Edad de Piedra pudiera discutir tan racional y lógicamente con un misionero cristiano sobre los atributos de Dios. Los musulmanes también utilizamos los mismos argumentos cuando se trata del concepto de Al-lah. No nos sorprende que, cuando los kapauku se enteraron de que Dios se hizo hombre, calificaron el concepto de “primitivo” y “tabe-tabe” (estúpido). Pues bien, la “polémica” contra el cristianismo comenzó en la misma Edad de Piedra, ¡y no hay que culpar a los musulmanes por ello!
Por último, ¿dónde reside ese Ugatame, su Dios supremo? Según Kamu Kapauku, el mundo es un bloque plano de piedra y tierra que está rodeado de agua y se extiende indefinidamente hacia las profundidades, por lo que no hay espacio para un mundo subterráneo. Por encima de la tierra hay un cuenco sólido de cielo azul que limita con el mundo conocido en el horizonte. Más allá de ese sólido cuenco de cielo existe otro mundo que puede ser similar al nuestro, la morada de Ugatame, el Creador.
Es bastante sorprendente que los kapauku supieran dónde está su Dios. El Faraón sabía dónde estaba el Dios de Musa (Moisés), la paz sea con él, como menciona el siguiente versículo: {Dijo el Faraón: "¡Oh, corte! No conozco otra divinidad que no sea yo mismo. ¡Oh, Hamán! Enciende el horno para cocer ladrillos de barro, y construyan para mí una torre para que quizás así pueda ver al dios de Moisés, aunque creo que es un mentiroso"} [Corán 28:38].
La mayoría de la gente de hoy no sabe dónde está Dios. Dicen que Dios está en todas partes, en nosotros y en ellos. Para los musulmanes es un punto importante de la creencia y debe ser conocido. ¡Conoce a tu Señor antes que a todo lo demás!
Para concluir, la creencia islámica es que a cada nación de la tierra se le envió un Profeta para su guía. Con el paso del tiempo, la religión se corrompió y en lugar de adorar a un Dios verdadero, se agregaron falsas deidades a la adoración junto a Él. El mejor ejemplo sería el de los árabes antes del advenimiento del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Adoraban ídolos como Al 'Uzza junto con Al-lah, siendo Al-lah la única y verdadera divinidad.
(Resumen extraído de: Conciencia Islámica)

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