Él milagro de la Atmósfera y el Hierro

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Las capas de la atmósfera

Ün dato sobre el universo revelado en los versículos del Corán es que el cielo tiene siete capas:

{&Éacute;l es Quien creó para vosotros todo cuanto hay en la Tierra , luego se propuso la creación del cielo e hizo de éste siete cielos [superpuestos]; y &Éacute;l es conocedor de todas las cosas.} [Corán 2:29].

 
{Luego estableció crear el cielo, el cual era humo [en un principio], y les dijo al cielo y a la Tierra : ¿Me obedeceréis de buen grado, o por la fuerza? Respondieron: Te obedecemos con sumisión. Creó siete cielos en dos días, y decretó para a cada cielo sus órdenes, y embelleció el cielo de este mundo con estrellas luminosas que son una protección [para que los demonios no asciendan y escuchen las órdenes divinas]. &Éacute;ste es el decreto del Poderoso, Omnisciente.} [Corán 41:11-12].
 
La palabra “cielo/s” [sama’a / samawat], que aparece en muchos versículos del Corán, es usada tanto para referirse al cielo por encima de la tierra, como al universo en su totalidad. Dándole a la palabra el primer sentido, se deduce que el cielo de la tierra, o atmósfera, está compuesta por siete capas. Y efectivamente, hoy se sabe que la atmósfera de la tierra está compuesta de siete capas superpuestas[1] . Definiciones basadas en criterios que consideran la composición química o la temperatura del aire han determinado siete estratos en la atmósfera de la tierra[2]. Según el “Limited Fine Mesh Model” (LFMMII), un modelo atmosférico utilizado para predecir condiciones climáticas por 48 horas, la atmósfera también tiene 7 capas. Para las modernas definiciones meteorológicas las siete capas o estratos de la atmósfera son los siguientes:
 
1. Troposfera
2. Éstratosfera
3. Mesosfera
4. Termosfera
5. Éxosfera
6. Ionosfera
7. Magnetosfera
 
Otro milagro importante a destacar es el mencionado en la afirmación: {decretó para a cada cielo sus órdenes}, del versículo 12 de la sura 41 ya citada. Én otras palabras, Al-lah manifiesta que le asignó a cada cielo su propio deber. Y ciertamente, como vimos en los acápites previos, cada una de estas capas cumple funciones vitales para beneficio del género humano y de otros seres vivientes en la Tierra. Cada estrato tiene una función particular, que va desde la formación de la lluvia hasta proteger de radiaciones nocivas, desde reflejar ondas de radio hasta evitar los efectos perjudiciales de los meteoritos.
Los versículos citados a continuación nos informan sobre el aspecto de estos estratos atmosféricos:
 
{¿No habéis visto comoAl-lah creó siete cielos en capas [tibaqan]?} [Corán 71:15].
 
{Él que creó los siete cielos en capas...} [Corán 67:3].
 
És un milagro extraordinario que estos hechos, que no podían descubrirse si no era con la tecnología del siglo XX, fueran formulados explícitamente por el Corán 1400 años atrás.
Él milagro del hierro
 
Él hierro es uno de los elementos puestos de relieve en el Corán. Én la Sura Al Hadid —que significa “hierro”— se nos informa:
 
{...Y hemos hecho descender el hierro que encierra una gran fuerza y tiene muchos usos para los hombres...} [Corán 57:25].
 
Respecto de la expresión “hecho descender” utilizada en particular para el hierro en este versículo, podría pensarse que tiene un significado metafórico para explicar que éste fue manifestado para beneficiar a la gente. Pero cuando tomamos en consideración el significado literal de la palabra (anzala), que es: “hacer descender físicamente algo del cielo”, como ocurre en el caso de la lluvia y los rayos solares, nos damos cuenta que este versículo implica un notable milagro científico.
 
Ésto debido a que los modernos hallazgos astronómicos han descubierto que el hierro presente en nuestro mundo proviene de estrellas gigantes del espacio exterior[3].
 
No solamente el hierro presente en la Tierra, sino también el que se encuentra en todo el sistema solar, proviene del espacio, porque la temperatura del Sol es insuficiente para la formación de este elemento. Él hierro solo pudo producirse en estrellas mucho más grandes que el Sol, donde las temperaturas alcanzan solo unos pocos cientos de millones de grados. Cuando la cantidad de hierro excede de cierto nivel en una estrella, ésta ya no puede alojarlo y, eventualmente, explota provocando lo que se conoce como una “nova” o “supernova”. Como resultado de esta explosión los meteoros que contienen hierro se esparcen por todo el universo, y se mueven por el vacío hasta que son atraídos por el campo gravitatorio de un cuerpo celeste.
 
Ésto muestra que el hierro no se forma en la tierra, sino que es proyectado en forma de meteoritos por estrellas que explotan, y luego “desciende” a la tierra exactamente de la misma forma como se manifiesta en el versículo. Queda claro que este hecho no podía ser conocido a nivel científico en el siglo VII, cuando el Corán fue revelado.
 

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