La oposición de Quraysh ante la prédica pública del Islam
Desde que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, divulgó su Da‘wah al público y declaró a su gente que lo que habían heredado de sus padres y abuelos era una desviación, explotaron los sentimientos de ira de la gente de la Meca. Quedaron diez años considerando a los musulmanes como desobedientes y rebeldes contra la religión de sus padres y abuelos. Así pues, Quraysh vio que tenían que hacer frente a esta Da‘wah que vino para ridiculizar sus mentalidad, insultar a sus dioses y eliminar su liderazgo.
{Y dicen: Son leyendas de los antiguos que él manda escribir y que le dictan mañana y tarde.} [Corán25:5]
{Én realidad es un ser humano el que le enseña.} [Corán16:103]
Plantearon alegaciones maliciosas acerca de la cuestión de la fe y la resurrección después de la muerte diciendo como cuenta la aleya (lo que se interpreta en español): {¿Acaso cuando estemos muertos y seamos tierra y huesos vamos a ser devueltos a la vida? ¿Y nuestros primeros padres?} [Corán 37:16-17] Decían también a modo de ironía y negación de la idea, como está mencionado en la aleya (lo que se interpreta en español): {¿Queréis que os enseñemos a un hombre que os anuncia que cuando os hayáis quedado reducidos a polvo seréis creados de nuevo?} [Corán 34:7],
También lanzaban dudas acerca del Mensaje del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, pretendiendo que la posición de la Profecía y el Mensaje es demasiado importante y grandiosa para ser concedida a un ser humano, diciendo lo expresado en las aleyas (lo que se interpreta en español):
{Dicen: ¿Cómo es que este Mensajero toma alimentos y anda por los mercados?} [Corán 25:7]{al decir: Al-lah no Ha hecho descender nada sobre ningún mortal.} [Corán 6:91]
De las medidas que adoptaron también para luchar contra Ad-Da‘wah, fue alejar a la gente para no que no escuchen el Corán, comparándolo con las fábulas de los antiguos. Así que, trataban impedir, de todas las maneras posibles, que la gente escuche el Corán y provocaban el desorden y ruido cada vez que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, lo recitaba para que los curiosos no pudieran escucharlo. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Y dicen los que se niegan a creer: no escuchéis esta Recitación, intentad desviar de ella la atención y puede que venzáis.} [Corán 41:26]
Los historiadores de Sirah mencionaron que Al-Nadr ibn Al Hariz dijo una vez a Quraysh: “¡Oh gente de Quraysh! Juro por Al-lah que os ha tocado una gran calamidad, para la cual todavía no tenéis ninguna solución; cuando Muhammad, era un muchacho, era la persona que de la que más se aceptaban sus dichos y hechos, el más sincero y el que más guardaba las encomiendas entre vosotros, y ahora después de que se ha vuelto mayor de edad y os avisó de aquello a lo que invita, decís: ‘És un brujo.’ Juro por Al-lah que no lo es.” Luego enumeró lo que decían sobre él y dijo: “Tampoco es loco ni poeta.”
Luego fue a Al Hirah (una ciudad cerca de Mesopotamia) y allí aprendió las historias de los reyes persas y de otros. Y así, cada vez que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam,se sentaba para llamar al camino de Al-lah, venía después de él An-Nadr diciendo a la gente: “Juro por Al-lah que Muhammad no habla mejor que yo,” luego empezaba a contarle a la gente acerca de los reyes de Persia, las fábulas de Rustum y Isfandiyar y luego decía: ¿Qué dice Muhammad, pues, que sea mejor que lo que digo?