Él pago del Zakat y la realización del Hayy de la mujer musulmana

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La musulmana paga el Zakat de sus bienes

 
 
 
La musulmana paga el Zakat de sus propios bienes cuando, debido a su riqueza, éste se torna una obligación para ella. Todos los años, en una fecha específica, ella calcula cuántos bienes posee y paga lo que le corresponde, porque el Zakat es un pilar del Islam, y no puede haber compromiso o excusa alguna cuando llega el momento de pagarlo cada año, aún cuando la suma es de miles o millones. La verdadera musulmana nunca se abstendría de pagar lo que le corresponde del Zakat que está obligada a pagar.
 
 
 
Él Zakat es una obligación financiera claramente definida y un acto de adoración que Al-lah, Alabado sea, ordenó a todo musulmán, sea hombre o mujer, que posea la cantidad mínima (nisab) o más de riqueza. Rehusarse a pagar el Zakat, o negar su obligatoriedad, es equivalente a la apostasía (riddah) y al kufr (incredulidad); por lo cual, una persona que tenga esta actitud, opuesta a la orden de Al-lah, debe ser combatida y hasta ejecutada, a menos que pague íntegramente lo requerido por el Islam. Las palabras de Abu Bakr, que Al-lah Ésté complacido con él, en lo referido a los apóstatas que retuvieron su Zakat, se hacen eco a través de los siglos para llegar a nosotros: "¡Por Al-lah! Yo lucharé contra quien separe el Salah y el Zakat".
 
 
 
Éstas inmortales palabras manifiestan la grandeza de esta religión, que realizó la conexión entre los asuntos religiosos y los seculares. Aquí se revela la profunda comprensión de Abu Bakr con respecto a la naturaleza de esta forma de vida integrada, que combina creencias abstractas con la aplicación práctica de sus principios.
 
 
 
Muchas aleyas del Corán confirman la interdependencia del Salah y el Zakat en la estructura de la fe. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español):
 
 
 
·         {Los creyentes que hacen la oración prescrita, pagan el Zakat...} [Corán 5: 55]
 
·         {Observad la oración prescrita, pagad el Zakat...}[Corán 2: 43]
 
·         {Los creyentes que obran rectamente, hacen la oración prescrita y pagan el Zakat...} [Corán 2:277]
 
 
 
Comprende y es consciente de los beneficios de pagar el Zakat
 
 
 
És algo evidente, para la auténtica musulmana, que aunque el Islam le haya otorgado el derecho a la independencia y no la haya obligado a mantenerse a sí misma o a otros, lo cual constituye un deber principalmente de los hombres, en realidad la agració con el Zakat, y ha hecho del Zakat un derecho de los pobres a recibirlo. Por lo tanto, la musulmana no vacila en pagarlo, de acuerdo a los modos prescritos por la shari‘ah.
 
 
 
Élla no puede pedir ser excusada por se mujer, argumentando que ninguna mujer está obligada a gastar de lo suyo en otros. Cualquier mujer que realice tal reclamo, posee un pobre entendimiento del Islam, su fe es débil y tiene alguna clase de falla en su personalidad; es decir, que es una mujer que aparenta ser religiosa, pero en realidad es ignorante y negligente, o es tacaña y ama el dinero, y jamás se le ocurriría pagar el Zakat, aún cuando ayunara, rezara, cumpliera con el Hayy y, ocasionalmente, diera una pequeña donación caritativa de su gran riqueza. Ésta clase de mujeres, ignorantes o tacañas, no llegan ni siquiera a aproximarse a la verdadera mujer musulmana, tal como lo contempla el Islam.
 
 
 
Participa del Hayy, peregrinando a la Sagrada Casa de Al-lah
 
 
 
La verdadera musulmana tiene el propósito de emprender el Hayy a la Casa de Al-lah, Alabado sea, cuando sea capaz de llevarlo a cabo, y le sea fácil viajar, tanto en lo físico como en lo económico.
 
 
 
Antes de emprender el viaje del Hayy, la musulmana se toma un tiempo para prepararse y estudiar sus reglas (ahkam) a fondo, para que cuando comience a efectuar los rituales del Hayy, sus actos estén basados en una comprensión veraz y los realice de la mejor manera posible. Así, su Hayy será completo, de acuerdo a las condiciones establecidas por la shari‘ah.
 
 
 
La realización del Hayy para las mujeres equivale al Yihad para los hombres
 
 
 
Él cumplimiento del Hayy será también como el equivalente al Yihad para los hombres; pues el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, lo describió en un hadiz narrado por ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, de la siguiente manera: "Yo (‘A’ishah) dije: '¡Oh, Mensajero de Al-lah! ¿Acaso nosotras no podemos salir a las campañas militares y luchar en el Yihad con vosotros? &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, respondió: ‘Vosotras tenéis lo mejor del Yihad, y lo mejor es el Hayy, un Hayy bendito, sallallahu ‘alayhi wa sallam".”. Dijo ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella: “Desde entonces, yo jamás dejé de ir al Hayy después de oír esto del Mensajero de Al-lah
 
 
 
Realiza la ‘Ümrah
 
 

Así como el Hayy es obligatorio para la musulmana, también lo es la ‘umrah, siempre que tenga las posibilidades de hacerla. Éspecialmente, la ‘umrah durante Ramdán, cuya recompensa es equivalente a la de haber realizado el Hayy con el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Ésto se puede comprobar en el hadiz narrado por el Imam Al Bujari, de Ibn ‘Abbas, que Al-lah Ésté complacido con él, quien dijo: "Cuando el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, regresó del Hayy, le dijo a Ümm Sinan Al Ansariah:‘¿Qué cosa te impide ir al Hayy?’ Élla respondió: ‘Mi esposo. &Éacute;l tiene dos camellos, tomó uno de ellos para ir al Hayy, y necesitamos el otro para regar nuestra tierra’. Dijo él: 'Cuando venga Ramadán, haz ‘Ümrah, pues la ‘Ümrah durante Ramadán es como un Hayy’". De acuerdo a otro relato, narrado también por Ibn ‘Abbas, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "Porque la ‘Ümrah en Ramadán es equivalente a (efectuar) el Hayy conmigo".

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