La fase de la infancia es la más importante entre las fases de la vida del hombre. Debido a ella, el hombre será normal o enfermo, ya que casi todas las enfermedades psíquicas resultan del mal entendimiento de la naturaleza de esta fase y sus requisitos.
La cuestión de castigar y pegar a los hijos es de las cuestiones que provocan muchas preguntas en los padres y las madres. ¿Castigo o no? ¿Golpeo o no? Éste asunto ayudará a responder a esta pregunta: ¿Acaso educar significa pegar?
Muhammad Husain, el divulgador islámico que se interesa por los asuntos de la familia, dice: Al-lah, Alabado Sea, Quiere que Sus siervos tengan buenas virtudes morales. Por lo tanto, no deben enfadarse, castigando sin reflexión, ya que la precipitación entonces vendrá del Diablo que es su enemigo.
És un llamamiento valioso para controlarse a sí mismos en el momento en que alguno de los niños cometa un error, reflexionando en primer lugar, averiguando los motivos del error y aceptando la excusa.
‘Ümar ibn ‘Abd Al ‘Aziz “el Émir de los Creyentes”, que Al-lah le dé Su perdón, dijo: “No juzgues cuando estés enfadado, y no juzgues entre dos hasta que los escuches a ambos, incluso si uno viene con su ojo está en su mano, ya que quizás el otro venga y su ojo también esté en su mano”.
Así pues, muchas veces la madre castiga a un niño solamente porque el otro se adelantó en quejarse de él. De esta manera, el niño aprende a cometer los errores y luego precipitarse a quejarse acusando a los demás.
Lo que sorprende es que el significado de la educación para algunas personas esté relacionado con pegar al niño y castigarlo, como si la educación fuera el golpe y el castigo. La educación se logra mediante la enseñanza, la tolerancia y el buen ejemplo para el hijo; y este es su derecho.
Üna estrecha relación amorosa:
Él Dr. Spock –el famoso experto psíquico - sostiene que debemos tratar con nuestros hijos sin recurrir al castigo, ya que el castigo no es el único método para impedir al niño realizar un acto que molesta o excede los límites de los modales en general. Así como el castigo no le impide al ladrón robar ni al asesino cometer el crimen.
Él castigo es un método al cual recurrimos cuando ya no hay otras soluciones, o cuando fracasamos totalmente en orientar al niño hacia la buena conducta.
Incluso en esta situación, puede que el castigo resulte inútil, si no hay una profunda relación de amor entre los padres y el hijo, y el carácter del hijo no es recto. Así pues, esto ocurrió con los criminales profesionales que fueron castigados en vano por sus familias.
También, añade que no hay que castigar sino en el caso de que los niños cometan pecados, y no hay castigo sin una previa discusión con el hijo acerca de todos los aspectos del asunto por el cual se castiga. Normalmente encontramos que el niño se modera sin castigo; por eso es mejor alejarse cuanto sea posible de castigarle; sobre todo si este castigo es humillante para la humanidad del niño.
La moraleja y la orientación:
Él profesor Muhammad Sa‘id Mursi –experto pedagógico- pone algunas condiciones para el castigo mediante el golpe en su libro “Fan Tarbiat Al Awlad Fil Islam(el arte de educar a los hijos en el Islam)”, pues dice: “Él castigo debe ser el último método en la educación si la moraleja, el consejo, la orientación, el buen trato y el buen ejemplo no sirven con el niño.
Én este caso, se puede castigar, pero el castigo tiene grados. Además, el golpear solamente no es el único medio para el castigo, más bien muchas veces no sirve de nada o conduce a un resultado contrario.
Éntre los medios de castigo están:
1. la mirada aguda: es lo que se llama “Clavar los ojos”, aunque asusta a algunos niños y a veces les hace llorar.
2. Él murmullo: es un sonido que sale de la garganta que indica la desaprobación y advierte al niño de lo que ha hecho.
3. Alabar a otro delante de él: a condición de que esto ocurra solamente al castigar y no en todas las situaciones. Además, no hay que recurrir mucho a este método en el castigo, ya que su repetición tiene un efecto malo sobre el niño.
4. Él descuido: entre y salude, sin dirigirle un saludo especial, ni pregunte sobre lo que ha hecho hoy, como solía preguntarle. Y si habla con usted, dirija su cara al otro lado y así hasta que perciba su error, entonces apresúrese a aclarárselo (el error). Tampoco siga ignorándole, ya que su papel es educar y no tratar con severidad.
5. La privación: de un gasto, de una excursión o cualquier cosa que él quiere como la bicicleta, los juegos y la televisión.
6. Él abandono: no hay que abandonar al niño por más de tres días, y debe reanudar su relación con él inmediatamente cuando el niño admite su error.
7. La amenaza: a condición de realizarla en el caso de la desobediencia del niño.
8. Tirar las orejas: esto lo hizo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Así pues, fue narrado bajo la autoridad de ‘Abd Al-lah ibn Busr Al Mazini, que Al-lah esté complacido con él, que dijo: “Mi madre me envió al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, con un ramo de uvas, pero comí de él antes de entregárselo al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Así que cuando llegué, me tiró de mis orejas y dijo: “¡Oh, traición!”. Narrado por Ibn Al-Sunni, que Al-lah le dé Su perdón.
9. Él último medio es pegarle: no hay que pegarle sino en caso de agotar todos los recursos pedagógicos y otras formas de castigo. Si todo esto no sirve y el niño puede distinguir, ya que no se debe pegar a quien no puede distinguir entre lo correcto y lo incorrecto; puesto que no comprende su error y por tanto pegarle no servirá para nada, pues esto normalmente conduce a un resultado contrario: como que se acostumbre a ello, sufra depresión y frustración o miedo. Tampoco, hay que pegar al niño antes de los diez años de edad.
Además, hay que tener en cuenta algunas condiciones para pegar: pegar con el fin de educar y disciplinar es como la sal para la comida (es decir que poco es suficiente y mucho es malo).
- No pegarle después de haberle prometido que no va pegarle para que no pierda su confianza en usted.
- Tomar en consideración el caso del niño que comete el error y la causa que le hizo cometerlo.
- No hay que pegar al niño por un asunto que es difícil realizar.
- Hay que darle una oportunidad si comete un error por la primera vez.
- No hay que pegarle enfrente de quienes él quiere.
- Dejar de pegarle inmediatamente si el niño insiste en su error y golpearlo no sirve en tal caso.
- No hay que pegarle durante el enfado excesivo, tampoco hay que enojarse mientras le pega.
- Olvidar la falta después de pegarle sin recordárselo al niño.
- No ordenar al niño dejar de llorar mientras le golpea.
No obligar al niño a excusarse después de haberle pegado y antes de que se tranquilice, ya que esto incluye humillación. Además, hágale sentir que su castigo es para su interés, sonríale e intente hacerle olvidar el golpe.