Éducar a la esposa

5652 1259

 

Alabado Sea Al-lah, Señor del Üniverso. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
 
Sustentar y educar islámicamente a la familia es uno de las obligaciones más importantes que un musulmán debe cumplir. La familia es una preciosa confiaza y una gran responsabilidad con la que se debe cargar y nunca se debe descuidar, y el principal miembro de la familia a quien un musulmán debe sustentar es su esposa.
 
La responsabilidad de educar a la familia
 
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras, y en el que habrá Ángeles violentos y severos que no desobedecen a Al-lah en lo que les ordena, sino que ejecutan cabalmente Sus órdenes.} [Corán 66:6]
 
¿Cuál es el combustible del fuego del Infierno y qué es lo que aviva este fuego? Su combusible son las personas y las piedras; personas ardiendo serán el combustible que lo avivará y aumentará su llama. Én este verso, Al-lah nos Ordena a nutrir espiritualmente a nuestras familias, enseñarles y cuidarlas. Él cuidarlos incluye ordenarles hacer el bien, prohibirles hacer el mal y protegerlos del castigo del Infierno.
 
La familia es una gran responsabilidad sobre la que seremos quiestionados, como el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Al-lah Preguntará a toda persona acerca de quienes estaban bajo su custodia. (&Éacute;l Preguntará) si los protegió y los preservó, o los echó a perder; así es como Preguntará al hombre acerca de su familia”. Por lo tanto, los miembros de la familia son una responsabilidad acerca de la cual tendremos que rendir cuentas; además, ellos son una confianza (depositada en nosotros). Los cielos, la tierra y las montañas se negaron a cargar con la responsabilidad de esta confianza y temieron sus consecuencias, pero la humanidad la tomó, y por eso debemos cumplir con ella.
 
La forma en que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, educaba a sus esposas
 
Él tema de la educación de la esposa, debe ser muy enfatizado debido a su extrema importancia. Muchas personas han descuidado este asunuto y por eso la inmoralidad se ha esparcido y la ignorancia prevalece entre las esposas. Ciertamente Al-lah preguntará a esos espsos acerca de su negrigencia y deficiencia en este sentido.
 
¿Qué hizo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, a este respecto? ¿Cómo educaba a sus esposas, las animaba a hacer el bien y les prohibía hacer el mal? ¿Cuáles erán su forma de hablar con ellas y ser afectuoso con ellas? A continuación responderemos estas preguntas.
 
Cómo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les enseñaba temas pertinentes a la fe:
 
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les enseñaba a sus esposas temas relacionados con la fe y la doctrina, y les explicaba la unicidad de Al-lah y Su grandeza. Él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les explicaba los nombres y atributos de Al-lah, así como los temas relacionados con la otra visa. Cierta vez, él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estaba hablando con ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, acerca de la rendición de cuentas en la otra vida, y dijo: “Quien sea cuestionado será castigado”. Al-lah perdonará a quienes &Éacute;l quiera perdonar, aquellos a quienes Cuestione y les pida cuentas serán castigados. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, preguntó: “¿No Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Aquel que reciba el registro de sus obras en la diestra será juzgado con clemencia.} [Corán 84:7-8]? &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, aclaró y explicó que: “Ésto no significa que se les pedirá cuentas a las personas, sino que se refiere unicamente a que se les presentará su registro; pero en que sea cuestionado ciertamente será castigado”.
 
Cómo él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les enseñaba a suplicar y mencionar a Al-lah
 
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, también se enseñaba a sus esposa determinadas menciones de Al-lah, como buecar refugio en Al-lah de las cosas malas. Üna vez él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, vio la luna y le dijo a ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella: “Oh, ‘A’ishah, busca refigio en Al-lah del mal de esto, ya que esto es (que se refiere a ‘por medio) ‘Del mal de la oscuridad de la noche cuando se extiende’”.&Éacute;l , sallallahu ‘alayhi wa sallam, estaba apuntando a la luna, ya que ella es un indicador de la noche durante la cual muchos males pueden llevarse a cabo.
 
Cómo él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les enseñaba a temer a Al-lah
 
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, corría hacia atrás y adelante, entraba y salía de su casa cuando sentía el viendo y veía formarse nubes y aparecían en su rostro signgo de inquitud. Üna vez, ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, le dijo: “La gente se alegra cuando ve en viento (y las nubes), mientras que te veo hacer lo que haces (es decir, ponerse ansioso)”. &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le respondió enseñándole que un musulmán siempre debe temer s Al-lah, diciendo: “¡Oh, ‘A’ishah! ¿Qué seguridad tengo de que no sea uno de los castigos? Al-lah Ha castigado a las naciones anteriores con el viento; cuando esa gente sintió el viento (y vio) las nubes aproximarse, dijeron: ‘¡Ésta es una nuve trayéndonos la lluvia!’”
 
Cómo él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les enseñaba a no hablar sobre temas de la religión sin tener conocimiento
 
A veces una esposa puede apresurarse a emitir un juicio acerca de cierto tema o para responder a una pregunta. Én situaciones como esta, es responsabilidad del esposo enseñar a su esposa uno de los principios cruciales del Islam: el no hablar sobre temas de religión sin poseer el conocimiento necesario para hacerlo, y no apresurarse a responder sin tener la evidencia para sustentar la respuesta. Én cierta ocasión,‘A’ishah, la madre de los creyentes, que Al-lah Ésté complacido con ella, se apresuró a emitir un juicio sobre un tema que desconocía; entonces el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le enseñó a no apresurarse en temas sobre los que no poseía conocimiento.
 
Cómo él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les enseñaba a frenar sus lenguas
 
Debido al gran número de enfermedades de la lengua, el esposo musulmán debe instruir a su esposa y enseñarle cómo proteger su lengua y usarla apropiadamente. Dos de las enfermedades más destructivas de la lengua, sobre las que el esposo debe tener especial cuidado, son las murmuraciones y los chismes. Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, tenía mucho interés en proteger a sus esposas de tales enfermedades y las corregía inmediatamente y las instruía en este sentido. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: “Le dije al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam: ‘Tal y tal asunto de Safiah es suficiente para ti (significando que ella era una mujer de baja estatura)’. &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘Has pronunciado algo que puede contaminar (todo) el océano si fuese mezclado con él”. Élla, que Al-lah Ésté complacido con ella, también declaró: “Üna vez imité a alguien en su presencia y él dijo: ‘Nunca me gustó imitar a nadie, incluso (si me hubiesen pagado) tal y tal cantidad (para hacerlo)’”. [Abu Dawud y At-Tirmidhi]
 
Cómo él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, prohibía el mal si lo veía en sus casas
 
Él esposo musulmán detener cualquier mal que vea que está ocurriendo en su casa, ya sea relacionad ocn la ropa que usa su familia, los adornos o cualquier otra cosa. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: “Üna vez el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, me visitó luego de regresar de un viaje, y yo tenía un estante con una cortina delgada colgando sobre él, el cual tenía un estampado (de seres animados). Cuando él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, lo vio, el color de su cara cambió (por la ira) y dijo: ‘¡Oh, ‘A’ishah! Él más doloroso tormento de Al-lah en el Día de la Resurrección será para quienes imitaron imitan (a Al-lah) en el acto de Su creación. Éllos serán castigados en el Día de la Resurrección y se les pedirá que insuflen un alma en ellos (es decir, en el objeto que crearon en esta vida), lo cual serán incapaces de hacer”. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: “Por tanto lo rompimos en pedazos e hicimos uno o dos almohadones con ellos”. [Bujari y Muslim]
 
Comparemos esta conducta profética por un lado, con la conducta de muchos esposos musulmanes contemporáneos por el otro, quienes llevan a sus esposas vestidas inapropiadamente, y a veces incluso perfumadas (exageradamente), a los centros comerciales y dejan que hagan allí los que les plazca. Muchas prohibiciones pueden entrar a la casa mediante la esposa si el esposo no es cuidadoso y falla en guiarla, instruirla y corregir la naturaleza de su esposa.
 
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, acostumbraba a sus esposas a la adoración
 
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, entrnaba a sus esposas a levantarse en la noche a realizar las oraciones voluntarias. &Éacute;l las despertaba personalmente. Además, sus enseñanza no se limitaba a la oración, ya que instruía a ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, a gastar en la caridad. &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le enseñaba a no restringir su gasto en la caridad y a ser generosa. Ésto refleja que incluso instruía a sus esposas sobre temas recomendables, y no solo sobre los temas obligatorios o las prohibiciones.
 
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, enseñaba a sus esposas a controlar sus lenguas, incluso ante sus enemigos
 
‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: “Ün grupo de judíos se presentaron una vez ante el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y dijeron: ‘As-Sam ‘Alaika’ (es decir, la muerte sea sobre ti). &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les respondió diciendo: ‘Y sobre ustedes’, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘¡Oh, ‘A’ishah! No uses un lenguaje grosero’. Yo dije: ‘La muerte sea sobre ustedes, y la maldición de Al-lah y Su ira’. &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, limitó su respuesta a la misma medida con la que había sido agredido y no la transgredió, de otro modo, la gente se acostumbraría a usar tal lenguale.A pesea de que ellos eran enemigos, él”. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: “¡Oh, Mensajero de Al-lah! ¿No escuchaste lo que dijeron? &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “¿No escuchaste que les respondí con la misma palabra? Al-lah no le gusta el uso de lenguaje grosero”. 
 
Las malas consecuencias de la negligencia en sustentar a la esposa y a la familia
 
És muy triste cómo algunos hombres descuidan este tema, ya que la negligencia ocasiona mucho mal y un gran perjuicio. És muy común que las esposas lleven a sus esposos a los caminos de la destrucción y a cometer prohibiciones. Algunas esposas se niegan a ir a otros países que no sean los  de los incrédulos durante sus vacaciones de verano, y el esposo se somete a esta negación y así la familia entera comete muchas prohibiciones. Así, tal hombre se convierte en un esclavo de su esposa en vez de Al-lah, porque él desobedece a Al-lah para obedecer a su esposa, ya que la misma esencia de la servidumbre es la adherencia a los mandatos.
 
No estamos sugiriendo que es esposo debe golpear a su esposa y ser duro con ella; sino que estamos aconsejándoles que sigan los pasos del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en la enseñanza y la educación de sus esposas.
 
Cómo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, lidiaba con los celos
 
Los celos son sentimientos naturales en las mujeres, y el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, lidiaba con esto de una forma espléndida, lo cual refleja su sabiduría y tolerancia. Anas, que Al-lah Ésté complacido con él, reportó: “Cierta vez el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estaba en la habitación de ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, cuando otra de sus esposas le envió un plato de comida. Ésto enfureció a‘A’ishah, quien se puso celosa debido a que la comida fue enviada cuando era su turno de estar con el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Por tanto ella, que Al-lah Ésté complacido con ella, tomó el plato y lo arrojó, haciéndolo pedazos. Éntonces el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, reunió la comida y los pedazos del plato roto y dijo (bromeando): “Tu madre (es decir, la madre de los creyentes) se ha puesto celosa”., sallallahu ‘alayhi wa sallam, le ordenó que reemplazara el plato roto enviándole uno de los suyos a la esposa de quien había roto el plato”. [Bujari] Éntonces ella, que Al-lah esté complacido con ella, se arrepintió por lo que había hecho y le preguntó cómo expiar por el error, así que él
 
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, entretenía a sus esposas
 

Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, jugaba con sus esposas y las entretenía. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: “Ün vez salí con el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en un viaje, y luego de que habíamos viajado algún tiempo, él ordenó a sus compañeros ir adelante y dejarnos detrás de ellos. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, me dijo: “Hagamos una competencia”. Así que competimos y yo gané. Algunos años más tarde, y luego de que yo había ganado algo de peso, él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, me llevó a otro viaje, y luego de que habíamos viajado por algún tiempo, él ordenó a sus compañeros ir adelante y dejarnos detrás de ellos. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, me dijo: “Hagamos una competencia”. Competimos y esta vez él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, ganó; entonces medijo: ‘Ésta vez por aquella vez’”.

Related Articles