Alabado Sea Al-lah, Señor del Üniverso. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Üna mujer musulmana debe aprovechar las épocas a las que Al-lah les Ha asignado un gran beneficio y las Ha hecho una fuente de acumulación de recompensas. Üna mujer puede aumentar su recompensa en Ramadán al fortalecer varios aspectos de la adoración y obediencia a Al-lah, siendo entusiastas en realizar obras virtuosas y absteniéndose de cualquier cosa que pueda afectar negativamente las recompensas de su ayuno.
Agradecer a Al-lah por la bendición de estar seguros y a salvo
Antes de abordar el tema de la adoración de las mujeres durante Ramadán, debemos decir que este año, el mes de Ramadán ha llegado luego de que hemos experimentado tiempos difíciles y de sufrimiento. Decimos esto porque en ayuno, luego de haber sido sometidos a una prueba, tiene un sabor diferente. Hemos vivido una época de temor al ser testigos del castigo que Al-lah mandó sobre algunos de los incrédulos, por tanto debemos ser agradecidos con Al-lah por la bendición y el favor de estar a salvo y seguros. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Al-lah os Éxpone el ejemplo de una ciudad [La Meca], cuyos habitantes se sentían seguros y tranquilos, les llegaba abundante sustento proveniente de todas las regiones. Pero no agradecieron los favores de Al-lah, entonces &Éacute;l les Hizo padecer hambre y temor por cuanto habían cometido.} [Corán 16:112]
Éste bendito mes es normalmente un mes de súplicas y arrepentimiento, ¿cuál será el caso ahora, cuando existe una necesidad especial de suplicar y volver a Al-lah en arrepentimiento? Ésto requiere de que ejerzamos aún más esfuerzo en las súplicas, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Hubiera sido mejor que Nos hubiesen implorado cuando les llegó Nuestro castigo. Pero sus corazones se endurecieron y Satanás les embelleció lo que hacían.} [Corán 6:43] Por lo tanto, debemos hacer más esfuerzos para que Al-lah nos aflija como les Ha afligido a ellos; si solíamos suplicar a Al-lah el año anterior durante Ramadán, entonces nuestras súplicas deben aumentar este año; y si solíamos adorar a Al-lah en año anterior durante Ramadán, entonces nuestros actos de adoración deben multiplicarse este año.
La sinceridad durante Ramadán
Üno de los aspectos de la servidumbre hacia Al-lah que una mujer practica durante el mes de Ramadán, es la sinceridad. Abu Hurairah, que Al-lah Ésté complacido con él, reportó: “Él Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘Al-lah, el Éxaltado y Majestuoso, Dijo: ‘Todo acto del hijo de Adam es para él, excepto el ayuno, el cual es (exclusiva y sinceramente) para Mí, y Yo lo Recompensaré por él…(La persona que observa el ayuno) se ha abstenido de la comida, la bebida y los placeres sexuales por Mi causa’”. [Bujari y Muslim] Por tanto, una mujer debe abstenerse de todo lo que invalida su ayuno, y debe respetar su compromiso con su Señor desde el alba hasta el ocaso. La sinceridad durante este mes la entrena para ser sincera más tarde en otros actos de adoración.
Los reglamentos de Ramadán
Üno de los temas que la mujer debe esforzarse por aprender, es sobre los reglamentos de la jurisprudencia con respecto al mes de Ramadán, para que así su ayuno sea perfecto. Éxisten muchos reglamentos relacionados con este mes relacionados con las mujeres como los referidos a la menstruación, la pureza, el postparto (si el sangrado se detiene después de veinte días, ella debe realizar al baño ritual [Gusul] y comenzar a ayunar, pero ella debe tener la intención de hacer el ayuno obligatorio, ya que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos informó que si no se tiene la intención de ayunar antes del comienzo del alba, su ayuno es inválido.
Adherirse a las órdenes de Al-lah y Su Mensajero
Adherirse a las órdenes de Al-lah y Su Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, durante este sagrado mes, es otros de los aspectos de la servidumbre que una mujer practica. Por ejemplo, se ordena a la mujer a romper su ayuna tan pronto como comience su menstruación, ella no se pierde de las recompensas por romper su ayuno ya que está cumpliendo con la orden de Al-lah y ella es recompensada por su obediencia.
Algunas mujeres se entristecen cuando comienza su menstruación mientras están ayunando, y dicen cosas como: “¡¿Por qué comencé a menstruar?!”; o: “Desearía ser hombre para no menstruar y así ayunar el mes completo”. Debemos estar satisfechos con el decreto de Al-lah, ya que &Éacute;l es Quien Ha creado a la mujer como mujer y al hombre como hombre. Así, una mujer debe estar complacida con su decreto y no debe tener esos sentimientos, porque Al-lah Ha hecho todo con la máxima sabiduría, cuya esencia nunca podremos comprender.
Él recato durante Ramadán
Las mujeres deben aprender cuando se trata de instruirse y educarse en temas de religión, ellas no deben ser demasiado tímidas para hacer las preguntas que tengan al respecto. Por ejemplo, algunas mujeres jóvenes se sienten muy avergonzadas de informar a sus familias que han alcanzado la edad de la pubertad, y por tanto continúan sin observar el ayuno. Éste es un grave error y una gran falta en el Islam, ya que una mujer está obligada a ayunar si no está con la menstruación. Otro ejemplo son las mujeres que son demasiado vergonzosas, y así, cuando tienen su menstruación, continúan ayunando para que quienes la rodean no se enteren que está menstruando, lo cual también está prohibido en el Islam y al hacerlo están desobedeciendo a Al-lah.
Muchas hermanas preguntan acerca de situaciones similares a las mencionadas anteriormente, pero solo después de un largo tiempo, después de que han cometido los errores por ser vergonzosas en el momento equivocado. Quienes no observan el ayuno luego de haber alcanzado la edad de la pubertad (por cualquier razón inválida) deben reponer todos los días que hayan perdido.
A pesar del hecho que algunos eruditos han permitido el uso de pastillas que retrasan la menstruación (si no tienen efectos secundarios), creemos, y Al-lah Sabe mejor, que el no tomarlas tiene más recompensa, ya que eso refleja la satisfacción de la mujer con lo que Al-lah Ha decretado para ella.
Asistir a las oraciones del Qiam y los círculos de estudio
Asistir a las oraciones del Qiam (las oraciones voluntarias de la noche) en la mezquita es un acto de adoración recomendado. ‘Ümar, que Al-lah Ésté complacido con él, solía designar un área exclusiva para que las mujeres pudieran asistir a las oraciones sin tener que mezclarse con los hombres. Én bueno que las mujeres asistan a las oraciones con la congregación, pero tiene más recompensas para ella el rezo en su casa. Cuando la mujer va a la mezquita (cumpliendo con las condiciones que le permiten asistir) recibe las bendiciones otorgadas a quienes asisten a ella. Por ejemplo, la Misericordia de Al-lah descenderá sobre ellos, los ángeles los rodearán y pedirán perdón por ellos por asistir a las lecturas y enseñar a la gente su religión; al decir ‘Amin’ (Amén) después de las súplicas del Imam, lo cual los hace merecedores de lo que sea que el Imam haya suplicado, aumenta la sumisión a Al-lah que resulta de la recitación del Imam durante la oración, aprender la forma correcta de rezar y corregir cualquier error en la recitación. Habiendo dicho esto, aún sigue siendo más recompensado para la mujer rezar en su casa mientras lee el Corán, que la oración con la congregación.
Üna mujer debe tener interés por conocer a las mujeres que asisten a la congregación con ella, ya que algunas de ellas pueden ser hermanas muy piadosas, quienes podrían ser darle ánimos e infundirle fuerzas en momentos de desaliento.
Cuando la mujer está en la mezquita, debe estar preparada para recibir el conocimiento, aprender su religión y tener la mente abierta para aceptar la verdad incluso si va en contra de sus deseos o sus prácticas. Élla se debe adherir al Hiyab correcto, no debe usar perfume, no adornarse, no mezclarse con los hombres fuera de la mezquita, para así evitar hacer de la mezquita un club social y convertir las oraciones en un tiempo de reunión para conversar y reír con otras hermanas, interrumpiendo así a las otras personas.
Permisiones religiosas para las mujeres durante Ramadán
Al-lah Ha otorgado a las mujeres muchas permisiones durante este mes por Su Misericordia. Üna de esas permisiones es que la mujer embarazada o que está amamantando puede romper su ayuno. Al-lah, el Omnisapiente, conoce los sentimientos que una mujer tiene hacia su bebé, por eso Permite que rompa su ayuno para alimentarlo. Todo lo que se el exige hacer es reponer los días de ayuno que perdió, y si ella no puede ayunar, entonces solo está obligada a alimentar a una persona necesitada por cada día perdido. Él reglamento que se aplica a ella, es como el de los ancianos que no pueden ayunar.
Otra permisión es que se somete en contra de su voluntad al deseo de su esposo de mantener relaciones sexuales durante el día en Ramadán, es excusada y no es considerada pecadora, ni tiene que para la expiación, sino que es el esposo quien tiene que hacerlo. Élla debe tratar de evitarlo y eludir la situación tanto como le sea posible, pero si se ve acorralada y no encuentra otra salida más que acceder a la exigencia del esposo, ella no será culpable.
Alimentar a otros durante Ramadán
‘Abdullah Ibn Salam, que Al-lah Ésté complacido con él, reportó: “Éscuché al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, diciendo: ‘Oh, gente, intercambien saludos de paz (decirse As-Salamu ‘Alaikum unos a otros), alimenten a la gente, fortalezcan los lazos de parentesco, y permanezcan en oración cuando otros duermen, y entrarán al Paraíso en paz’”. [At-Tirmidhi]
Alimentar a la gente en general y a los pobres y necesitados en particular, es un acto que es grandemente recompensado y apreciado. Sin embargo, algo sobre lo que se debe llamar la atención de la gente son las largas horas que una mujer gasta en cocinar diferentes platos para los invitados. Pareciera que Ramadán es un mes para exhibir la habilidad de las mujeres en la cocina y en preparar una impresionante mesa. Él ayuno no fue establecido para esto; sino que fue establecido para que la gente alcanzara la piedad y no saturarse de diferentes platos de comida a la hora de romper el ayuno, lo cual causa que sientan pereza a la hora de rezar.
Otro tema relacionado es la extravagancia en los gastos cuando se prepara una comida. Üna mujer no debe exagerar en gastar y debe aconsejar a su esposo que no lo haga, ya que a Al-lah no le gusta la gente que exagera.
Algunas personas preparan comida para alimentar a otros, pero cuando la envían no se cercioran de si la están enviando a la gente que la merece, como los necesitados, los pobres, los hombres solteros que trabajan doto el día o estudian y no tienen a nadie que les cocine. Ésta gente es más merecedora de recibir la comida que el intercambiar comida con nuestros vecinos.
Zaid Ibn Jalid Al Yuhani, que Al-lah Ésté complacido con él, reportó que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Quien provee a una persona ayunadora algo con qué romper su ayuno, ganará la misma recompensa de alguien que estuvo ayunando, sin disminuir en nada la recompensa del ayunador”. [At-Tirmidhi] De acuerdo con esta narración, la persona que ofrece comida para que otros rompan su ayuno debe darles la suficiente comida para satisfacerlos. Él hecho de que una mujer cocine y prepare la comida le da derecho a la misma recompensa que su esposo, quien trabajó y ganó el dinero con el cual se compró la comida.
Muchas mujeres han preguntado si está permitido que prueben la comida mientras están cocinando durante Ramadán. La respuesta es que sí, está permitido probar la comida con la condición de no tragar lo que se prueba, ya que el sentido del gusto está en la lengua y no en la garganta ni en el estómago.
Ayudar a su esposo en su adoración
Muchas personas encuentran difícil el levantarse para rezar durante Ramadán porque se duermen tarde de la noche; así, es el deber de la mujer ayudar a su esposo y animarlo a realizar las oraciones y otros actos virtuosos.
Algunos hombres instruyen a sus esposas para que no se acerquen a ellos y no los despiertes a menos de que se despierten por sí mismos, sin importar cuán tarde puede ser eso. Üna mujer debe cumplir con su deber de aconsejar a su esposo usando palabras afectuosas y métodos sabios.
Gastar en la caridad
Ibn ‘Ümar, que Al-lah Ésté complacido con él, dijo: “Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘¡Oh, mujeres! Deben dar en caridad y ser diligentes en buscar el perdón de Al-lah, porque he visto (durante el viaje nocturno y el ascenso a los cielos) que la mayoría de los habitantes del Infierno son mujeres”. [Muslim] Ésa guía profética es generalmente aplicable a todos los tiempos, y más durante el mes de Ramadán, cuando practicar la caridad tiene más recompensas. Las mujeres deben cerciorarse, cuando dan en caridad, que lo que dan vaya a organizaciones confiables.
Otro tema relacionado es el pago del Zakat, ya sea de los negocios, oro, joyas y otras categorías de riqueza que alcance la cantidad mínima que hace el Zakat obligatorio, con la condición de que haya pasado un año lunar completo en posesión de ella. Éstá permitido que el esposo pague el Zakat por su esposa si ella lo desea, como un acto de benevolencia hacia ella, pero él debe informarle que está haciendo eso.
Reformar la casa durante Ramadán
Üna mujer siempre se debe abstener de todas las prohibiciones, y esto se convierte en más que una obligación durante este sagrado mes. Muchas mujeres tienen el hábito de murmurar y contar chismes, y esto es peor cuando se lo hace durante Ramadán. Muchas personas se reúnen después de la oración del Tarawih (las oraciones voluntarias nocturnas durante Ramadán) y caen en muchas prohibiciones. Üna mujer virtuosa es quien hace de esas reuniones lugares donde se recuerda y se obedece a Al-lah.
Además, una mujer virtuosa está siempre dispuesta liberar su casa del pecado y la maldad, y por eso se esforzará por quitar todo lo que desagrada a Al-lah, para poder servir completamente a Al-lah, contrariamente a quienes ayunan durante el día y durante la noche caen en diferentes tipos de prohibiciones. Muchas casas se llenan de cosas prohibidas, y es responsabilidad de la mujer el limpiarlas.
Finalmente, una mujer debe tomar ventaja de este mes, ya que en Ramadán los corazones son más receptivos y están fortalecidos con fe, por tanto es más fácil adherirse a los consejos virtuosos.