-LÉYLA-BÉATRIZ-
Desde que era muy pequeña, el mundo árabe me había fascinado mucho. A la edad de 5 años, por la noche, mi madre me contaba cuentos para dormir, pero yo lo único que quería escuchar era "Aladino" y "Las 1.000 y una noches". Éra tal mi obsesión con el mundo árabe, que ya ha esta edad le decía a mi mama que de mayor me iba a casar con un árabe.
Como es comprensible mi madre se echaba ha reir. Me decía que estaba loca y que eso solo eran imaginaciones mias.
Cuando fuí ya más mayorcita, sobre los 14 años, me apunté a una asociación que lucha contra el racismo y la xenofobia (Movimiento contra la Intolerancia) donde conocí a muchas personas del magreb que me enseñaron las bases del Islam.
La verdad es que con esta edad, tenía muchos pajaritos en la cabeza y en lo único que pensaba era en divertirme, pero por fin, las bases ya las tenía creadas.
A medida que iban pasando los años, me dí cuenta de que no me gustaba mucho salir con las amigas a divertirme, lo que realmente me gustaba era quedarme en casa a ver documentales del Islam y leyendo libritos que me iban regalando.
Cuando tenía 21 años conocí al hombre que me enseño todo, alhamdulillah, mi marido. Él es marroquí, de Fez concretamente, y gracias a Al-lah, después a él, abracé el Islam ese mismo año.
Desde entonces, casi han pasado 5 años, y me siento afortunada. Sé que el día en que nací era musulmana, que mi destino estaba escrito. Doy gracias a Al-lah ta'ala por elegirme para ir por el camino correcto.
Todavía me queda mucho camino por andar y por aprender, además tengo un incentivo muy importante en mi vida, que es mi hija (Nadia) a la que le tengo que enseñar todo lo que yo se.
Bueno hermanos, espero que les haya gustado mi historia.
Que la gracia de Al-lah os ilumine y os guie por el camino correcto hasta llegar al paraíso.
Salam aleikum wa rahmatullahi Al-lah ta'ala wa barakatuh