Aconsejar con sinceridad y bondad

  • Fecha de publicación:21/04/2009
  • Sección:Varios
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Alabado Sea Al-lah, Señor del Üniverso. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
 
Quien invita a otros al sendero de Al-lah es de las personas más cercanas a Al-lah nuestro Señor. Además, la comunidad musulmana está de acuerdo sobre la importancia de propagar el Islam e invitar a las personas hacia Al-lah; para muchos incluso esto es una obligación sobre los musulmanes y nosotros estamos de acuerdo con ellos en que es una obligación aconsejar lo que es bueno y prohibir lo que es malo, y difundir la castidad y luchar contra la inmoralidad, educar a la gente, recordarles y aconsejarlos.
 
Por lo tanto, no cabe duda de que quien invita al camino de Al-lah es elegido y está entre las mejores de Sus criaturas. &Éacute;l ama a Al-lah, Le responde y llama a la gente hacia &Éacute;l, como consecuencia Al-lah lo Ama. És por eso que Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Quién puede expresar palabras más bellas que aquel que exhorta a los hombres a creer en Al-lah, obra rectamente y dice: ¡Ciertamente me cuento entre quienes se someten a Al-lah!} [Corán 41:33]
 
Al Hasan Al Basri, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo luego de recitar el verso antes mencionado: “Éste es el amado para Al-lah, este es el Wali de Al-lah, que significa que es apoyado y amado por Al-lah. Éste es el escogido de Al-lah, este es el mejor de los predicadores para Al-lah, este es el más querido de los habitantes de la tierra para Al-lah. &Éacute;l respondió a Al-lah y llamó a las personas hacia Al-lah, y actuaba virtuosamente mientras respondía y llamaba, y decía: ‘Yo soy de los musulmanes’ (es decir, de los que se someten a Al-lah)”.
 
Para lograr este nivel es necesario que el musulmán misionero o propagador que busca la recompensa de Al-lah, esté consciente de los siguientes temas para que la misión sea fructífera:
 
Ser sincero en el objetivo y la intención. La sinceridad es la primera de todas las obras y ciertamente la más importante de todas, es el fundamento para todas las otras obras, es la esencia del Islam y uno de los temas principales sobre los que los Profetas exhortaban a las personas. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y se les había ordenado [en sus legislaciones] que adoraran a Al-lah con sinceridad, fuesen monoteístas, realizaran la oración y pagaran el Zakat, pues esa es la verdadera religión.} [Corán 98:5] La sinceridad es la esencia de la adoración. el Imam Ibn Hazem, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “La relación entre la sinceridad y las obras es como la que existe entre el alma y el cuerpo”.
 
La sinceridad es el fundamento sobre el que las obras son aceptadas o rechazadas, y por eso es la causa del éxito final o el fracaso. La sinceridad es el camino que lleva al Infierno para aquellos que no la poseen, y es el camino hacia el Paraíso para quienes pueden conseguirla.
 
Quienes cumplen con el monoteísmo islámico son sinceros y su definición islámica es, como dijo el Imam Ibn Al Qaiem: “…Tener solo (la complacencia de) Al-lah en nuestra intención mientras realizamos actos de obediencia”.
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Las obras son según las intenciones”. Ésta es una de las más importantes narraciones proféticas.
 
Por otro lado, quienes realizan obras para así ser vistos por los demás, son despreciados por Al-lah y se les ha prometido el castigo, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Quien desee la vida mundanal y sus placeres solamente, se los concederemos y no será defraudado. &Éacute;stos son quienes no tendrán en la otra vida sino el castigo del Infierno…} [Corán 11:15-16]
 
Por lo tanto, el predicador o misionero musulmán no predica para obtener un beneficio personal, ya sea para él mismo, para su gente, su tribu o grupo; pues de ser así no tendrá ninguna recompensa.
 
Ser bondadoso mientras se predica a las personas. Quien sigue el ejemplo del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, utilizará los medios apropiados que lo llevarán al logro de su objetivo. Al-lah Dirigió al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, Diciendo (lo que se interpreta en español): {Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera…} [Corán 16:125] Algunas personas que son invitadas al camino de Al-lah son buenas por naturaleza, si reconocen la verdad se apegan a ella. Éllos están sedientos y ansiosos, y tan pronto como uno les muestra la verdad se apresuran hacia ella. Tal persona debe ser invitada con sabiduría.
 
Respecto al método de llamar a las personas, Al-lah Dice en el verso antes citado (que se interpreta en español): {Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera…} [Corán 16:125] Por tanto, no debemos ser agresivos y rudos en la forma de invitar a las personas al Islam, sino que debemos usar palabras suaves, para que así ellos cedan ante nuestras instrucciones y presten atención a nuestras palabras. Al-lah nos Ordena ser de esta menera incluso conlos incrédulos, cuando Dice (lo que se interpreta en español): {No discutáis con la Gente del Libro [acerca de vuestra fe] sino de buen modo, y no lo hagáis con quienes sean irrespetuosos…} [Corán 29:46]
 
Én nuestra era, la sabiduría, las palabras suaves y la bondad al invitar a las personas al camino de Al-lah son especielamente importante. Ésto, por supuesto, es requerido en todas las situaciones, pero en un perdiodo en el que la ignirancia y la sumisión a los deseos ha aplastado a las masas, esto se hace aún más esencial. Cierta vez, un erudito se presentó ante un califa ‘Abbasi y dijo: “Te amonestaré de manera ruda, así que escucha”. Al escuchar esto, el califa dijo: “¡Oh, hermano! Sé gentil, porque no soy peor que el Faraón y tú no eres mejor que Musa (Moisés), a quien Al-lah dirigió junto con su hermano Harun (Arón), Diciendo (lo que se interpreta en español): {Y habladle cortésmente, para que así recapacite o tema a Al-lah y se arrepienta. } [Corán 20:44]

Además, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Quien está desprovisto de gentileza y paciencia, está privado de una gran bondad”. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, reportó que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Siempre que la paciencia se agrega a algo, lo adorna; y siempre que es retirada de algo, lo deja defectuoso”. [Muslim]

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