Al-lah, el Todopoderoso, Dice (lo que se interpreta en español): {Su madre le lleva [en el vientre] soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed agradecidos Conmigo y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis.} [Corán 31:14]
Én este artículo aclararemos algunos hechos descubiertos por la medicina moderna que confirman la Sabiduría de Al-lah, el Todopoderoso, y el hecho de que el Islam es completo y perfecto.
La leche materna el mejor alimento para los bebés, contiene la cantidad correcta de nutrientes, en la proporción correcta para el crecimiento del bebé. Ün fluido biológico, vivo; contiene muchos componentes únicos. Por ejemplo, lactoferrina (una glicoproteína que pertenece a la familia del transportador del hierro o la transferrina) provee óptima absorción del hierro y protege los intestinos de las bacterias dañinas; la lipasa, que ayuda a la digestión de las grasas, y otros factores de crecimiento y hormonas especiales contribuyen al óptimo desarrollo. La misma leche de la madre cambia durante la ingestión, y pasa de saciar la sed a satisfacer el hambre, y varía de sabores según varíe la alimentación de la madre. Su composición cambia a medida que el bebé crece, para satisfacer sus necesidades nutricionales.
La lactancia y el sistema inmunológico
La leche maternal es la primera protección del bebé contra las enfermedades. Provee anticuerpos que protegen al bebé de muchas enfermedades respiratorias e intestinales, y también contiene células inmunes vivas. La primera leche, el calostro, está cargada de componentes, los cuales aumentan la inmunidad y protegen los intestinos del recién nacido. La lactancia durante la infancia también provee protección contra el desarrollo de cánceres del sistema inmunológico, tales como el Linfoma, las enfermedades intestinales como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y la artritis reumatoide juvenil, todas ellas están relacionadas con las funciones del sistema inmunológico. Además, los bebés alimentados con leche materna tienen respuestas más efectivas ante las inmunizaciones durante la niñez (las vacunas). Én todos esos casos, los beneficios comienzan inmediatamente y se incrementan a medida que la lactancia se prolonga.
Los bebés de familias con tendencia a las enfermedades alérgicas, se benefician de manera especial con la lactancia materna. La lactancia materna les provee protección contra las alergias, el asma y los eccemas.
A continuación, algunas conclusiones de la medicina moderna referentes a la lactancia materna:
Los bebés alimentados con leche materna:
No se enferman frecuentemente ni sufren enfermedades graves.
Son menos hospitalizados y tienen un índice más bajo de mortalidad.
Tienen menor riesgo de enfermedades diarreicas.
Tienen una menor incidencia de enfermedades gastrointestinales.
Tienen menor riesgo de sufrir infecciones del tracto urinario.
Tienen una incidencia más baja de enfermedades respiratorias
Tienen menor incidencia de infecciones del oído.
Tienen menor incidencia de alergias.
Tienen menor índice de sufrir neumonía.
Tienen menor índice de obesidad.
Tienen menor incidencia del Síndrome Infantil de Muerte Súbita (SIDS).
Tienen menos problemas de aprendizaje y conducta.
La leche materna:
Fortalece los lazos madre-hijo
Confiere inmunidad pasiva.
Protege contra el sarampión y otras enfermedades contagiosas.
Provee un óptimo crecimiento y desarrollo neurológico.
Previene la maloclusión y favorece el buen desarrollo de los dientes y la mandíbula.
Protege contra la hipotermia.
Provee protección parcial contra la necrosis intestinal.
Provee máxima protección contra las bacterias en la sangre y la meningitis.
Reduce la incidencia de linfoma infantil.
Incrementa el desarrollo visual.
Provee protección contra la asepsia neonatal.
És menos riesgoso para los bebés prematuros y para los bebés con bajo índice de natalidad.
Bebés alimentados artificialmente:
Tienen un riesgo elevado de sufrir diabetes juvenil.
Se puede dañar la respuesta de los anticuerpos a la vacunas.
Tienen un alto riesgo de sufrir enfermedades inflamatorias.
Tienen un alto riesgo de sufrir la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, cólera, y tetania hipocalcémica neonatal.
Tienen un índice elevado de sufrir infecciones del oído medio, neumonía y gastroenteritis (resfrió estomacal).
Los beneficios que la madre obtiene al amamantar a su hijo:
Fortalece los lazos madre-hijo.
Provoca en la madre alegría inducida por las hormonas.
Éstimula contracciones uterinas eficientes después del parto.
Permite a la madre perder rápidamente el peso que ganó durante su embarazo.
És más conveniente porque la leche siempre está tibia, limpia y disponible.
És económica y ayuda a ahorrar.
Contribuye a la planificación familiar natural.
Contribuye a la seguridad alimenticia en el hogar.
Fomenta la confianza y promueve la autoestima.
Reduce la incidencia de infecciones del tracto urinario.
Protege contra el cáncer (mamario, ovárico, cervical).
Reduce la incidencia de hepatitis crónica.
Reduce la incidencia de osteoporosis.
Reduce los requerimientos de insulina en las madres que sufren diabetes.
La lactancia materna y al medio ambiente:
Otro tema importante relacionado con la alimentación infantil y la salud, es la interacción entre el método de alimentación infantil y el medio ambiente. La lactancia materna implica un completamente natural y eficiente uso de los recursos. Én contraste, la alimentación artificial involucra la eliminación de áreas de pastoreo por el ganado (a causa del pastoreo excesivo), el uso de fertilizantes químicos para el cultivo de soya, el uso de recursos ambientales valiosos para la producción de la fórmula alimenticia, el empaquetado y transporte del producto, el uso de agua y combustible para la mezcla y calentamiento del producto y para estilizar los biberones, el desperdicio de latas, cajas de cartón, accesorios, etc. A pesar de esto, los medios de comunicación y algunos grupos de protección al medio ambiente tienden pasar por alto los efectos contaminantes de la leche artificial.
Éxcepto en situaciones de derrames tóxicos o de exposición ocupacional a niveles peligrosos, la lactancia materna no causa ningún efecto negativo en los bebés. Por el contrario, estudios de comparación entre bebés amamantados y bebés alimentados artificialmente que viven en las mismas condiciones medioambientales, demuestran un mejor desarrollo y menor incidencia de cáncer en los bebés amamantados.