Safiah Bint Huiai Ibn Ajtab Ibn Sa’iah fue una de las Madres de los Creyentes. Su padre fue era el líder de los Banu An-Nadhir, de la tribu descendiente de Levi, hijo del Profeta (Iacub) Jacob, hijo de Is’haq (Isaac), hijo de Ibrahim (Abraham), la paz sea con ellos. Su padre también era descendiente de Harun (Aarón) Ibn ‘Imran, el hermano de Musa (Moisés), la paz sea con ellos. Su madre fue Barrah Bint Samau’al, de Banu Quraidhah.
Élla vivía con su padre y su primo en Medina. Cuando el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, expulsó a Banu An-Nadir de Medina, se fueron a Jaibar. Su padre fue asesinado junto con otros de Banu Quraidhah.
Antes de que ella abrazara el Islam, ella estaba casada con Salam Ibn Makshuh Al Qurazi o Salam Ibn Mushkim, un caballero de su tribu y un gran poeta. Después se casó con Kinanah Ibn Abi Al Huqaiq, quien fue asesinado en la batalla de Jaibar, donde ella fue tomada prisionera. Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le dio la opción de elegir abrazar el Islam o quedarse con su religión, diciendo: “Decide. Si escoges el Islam, me casaré contigo. Si decides permanecer como judía, te dejaré libre para que regreses con tu familia”. Élla dijo: “Oh, Mensajero de Al-lah, deseo el Islam. Yo creía en ti antes de que tú me llamaras, hasta el punto de que fui sobre mi montura (a la batalla de Jaibar) sin tener ningún deseo por el judaísmo. Ya no tengo ni padre ni hermano judíos. Me has dado a elegir entre el Islam y la incredulidad, pero yo amo a Al-lah y su Mensajero más que a la libertad y a regresar con mi gente”.
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, la liberó y se casó con ella, siendo la emancipación su dote. Safiah, que Al-lah Ésté complacido con ella, peinó sus cabellos, se perfumó y se preparó para el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
Él origen de esta historia es mencionado en Sahih Al Bujari. Anas Ibn Malik, que Al-lah Ésté complacido con él, dijo: “Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue a Jaibar. Luego de que Al-lah, el Todopoderoso, permitió a los musulmanes conquistar las fortalezas, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue informado a cerca de la belleza de Safiah Bint Huiai Ibn Ajtab, cuyo esposo fue asesinado mientras ella aún era una novia. Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, la liberó y se casó con ella. A su modo, Ümm Sulaim, que Al-lah Ésté complacido con ella, se preparó y se presentó ante él por la noche. Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, vino por la mañana como un novio y dijo (a sus compañeros): “Quien tenga algo, que lo traiga”. Algunos de ellos trajeron dátiles secos, otros trajeron Manteca y otros trajeron As-Sawiq (un tipo de comida hecha de harina fina). Ésto formó el banquete nupcial del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en su matrimonio con Safiah. Luego regresamos a Medina. Vi al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, doblando una capa alrededor de la joroba del camello para hacer un lugar para Safiah (para que se sentara atrás de él). &Éacute;l se sentó a lado de su camellos permitiendo a Safiah poner sus pies sobre sus rodillas para montar el camello”. [Bujari]
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, encontró la marca de un golpe en su rostro y le preguntó: “¿Qué es esto?” Élla dijo: “Vi (en un sueño) que la luna vino de Yazrib y que cayó en mi regazo. Le conté el sueño a mi primo paterno, Ibn Abi Al Huqaiq. &Éacute;l me dio una bofetada y dijo: ‘Quieres casarte con el rey de Yazrib’, y esta es la marca del golpe”.
La meta del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, al casarse con ella era honrarla, elevar su estatus y compensarla por haber perdido a su familia y su gente. &Éacute;l también quería establecer una relación de matrimonio con los judíos para que esto disminuyera su animosidad y preparara sus corazones para aceptar el llamado hacia la verdad con la que él había venido.
Safiah, que Al-lah Ésté complacido con ella, realizó estos grandes objetivos del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Élla percibía la gran diferencia entre la ignorancia del judaísmo y la luz del Islam. También saboreó la dulzura de la fe y fue influenciada por los modales del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, tanto que su amor por él sobrepasó el amor por su padre, su familia y todos los demás.
Cuando el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, se enfermaba, ella se afligía y deseaba estar enferma en lugar de él. Zaid Ibn Aslam, que Al-lah Ésté complacido con él, dijo: “Las esposas del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, se reunían alrededor de él durante su enfermedad final. Safiah Bint Huiai, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: ‘Oh, Profeta de Al-lah, por Al-lah, deseo estar yo enferma en lugar de ti’. Consecuentemente, el resto de sus esposas se guiñaron una a la otra. Éntonces, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘Por Al-lah, ella es sincera’”.
Safiah, que Al-lah Ésté complacido con ella, fue una noble y sensible mujer; tenía una belleza deslumbrante que había heredado de sus ancestros. Su belleza provocaba los celos de las otras esposas del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Zainab Bint Yahsh, que Al-lah Ésté complacido con ella, lo expresó en sus palabras: “Ésta joven mujer nos sobrepasaba durante la época del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam”.
A la luz de eso, podemos comprender la competencia que tuvo lugar entre Safiah, que Al-lah Ésté complacido con ella, y el resto de las Madres de los creyentes, y sus frecuentes intentos de superarla. Sin embargo, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, la consolaba y aliviaba su tristeza.
Safiah, que Al-lah Ésté complacido con ella, dijo: “Visité al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, luego de que fui informada que ‘A’ishah y Hafsah habían hablado en mi contra. Le dije: ‘He sido informada que ‘A’ishah y Hafsah han dicho: ‘Somos mejores que Safiah, somos primas y esposas del Profeta’”. &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘Por qué tu no dices: ¿Cómo pueden ustedes ser mejores que yo cuando mi esposo es Muhammad, mi padre es Harun (Aarón) y mi tío es Musa (Moisés)?’”
Üno de los incidentes que demuestran su paciencia y mente abierta es la historia mencionada en los libros de biografía profética, donde una joven esclava que ella tenía fue donde ‘Ümar Ibn Al Jattab, que Al-lah Ésté complacido con él, y dijo: “Safiah ama el Sabath y mantiene lazos con los judíos”. ‘Ümar, que Al-lah Ésté complacido con él, envió a alguien con Safiah, que Al-lah Ésté complacido con ella, para preguntarle sobre esto. Élla dijo: “Nunca he amado los sábados después que Al-lah, el Todopoderoso, me Dio el viernes a cambio. Y sobre los judíos, tengo lazos familiares con ellos, los cuales mantengo”. Luego le preguntó a la esclava: “¿Qué te hizo hacer esto?” Élla respondió: “Satanás”. Safiah, que Al-lah Ésté complacido con ella, le dijo entonces: “¡Vete, eres libre!”
Élla no escatimó ningún esfuerzo en guiar, aconsejar y amonestar a la gente y recordarles a Al-lah, el Todopoderoso. Por ejemplo, cierta vez unas personas se reunieron en su habitación recordando a Al-lah, el Todopoderoso, y recitando el Corán. Cuando un verso que requiere la postración fue recitado, ellos se postraron. Éntonces ella gritó desde atrás: “Recitaron el Corán y se postraron. ¿A dónde está entonces el llanto?”
Élla vivió durante el tiempo de los Califas bien guiados y también durante el gobierno de Mu’awiah, que Al-lah Ésté complacido con él. Murió en el año 50 de la Hiyrah (emigración), así terminó su vida que pasó en adoración, sin olvidar el significado de la hermandad y el amor por sus compañeros. Élla hizo un testamento por mil dinares para ‘A’ishah Bint As-Siddiq, que Al-lah Ésté complacido con ella, y fue enterrada en Al Baqi’.
Que Al-lah Ésté complacido con ella y con todas las Madres de los creyentes.