La historia tiene más detalles que son reportados por el Imam Al Hakim, que Al-lah le Dé Su perdón, como fue mencionado por el Imam Ibn Kazir, que Al-lah le Dé Su perdón, en la interpretación de las palabras de Al-lah: {Aquellos que siguen al Mensajero y Profeta iletrado [Muhammad], quien se encontraba mencionado en la Tora y el Évangelio, que les ordena el bien y les prohíbe el mal, les permite todo lo beneficioso y les prohíbe lo perjudicial…} [Corán 7:157]
&Éacute;l dijo que Hisham Al Amawi, que Al-lah Ésté complacido con él, narró: “Fui enviado con otro hombre a Heraclio para llamarlo al Islam. Fuimos dirigidos hasta que llegamos a un área llamada Al Ghutuh, donde vivía Yabalah, que era una de las secciones de la tribu cristiana de Ghassan, que eran aliados de los romanos. Su líder envió a su mensajero para hablar con nosotros y preguntarnos acerca de lo que queríamos, pero nos negamos a hablar con él diciendo: ‘¡Juramos por Al-lah! Nunca hablaremos con un mensajero, hemos sido enviados para hablar con el mismo rey de Ghassan, y si el rey se niega a hablar con nosotros, entonces regresaremos a nuestra tierra’. Él mensajero del líder regresó a él y le informó lo que queríamos, así que él accedió a nuestro deseo. Cuando entramos a la presencia del líder, él dijo: ‘Hablen’, así que Hisham habló y lo invitó al Islam. Hisham llevaba una vestimenta negra, el líder le preguntó acerca de su vestimenta (que se veía vieja) a lo que Hisham respondió: ‘He jurado nunca quitarme esta ropa hasta que nosotros (los musulmanes) te expulsemos de Sham (la antigua Siria). ¡Juro por Al-lah! Te sacaremos de tu posición (con el permiso de Al-lah) y de tu tierra, y dominaremos en reino de Ghassan; hemos sido informados por nuestro Mensajero, Muhammad, que haremos esto’. Luego agregó: ‘No podrás enfrentarlos (a los musulmanes) porque ellos ayunan durante el día y rezan durante la noche’. Él líder entonces preguntó acerca de la forma en que ellos ayunaban y él le informó.
Después de escuchar la respuesta, su cara se hizo negra y estaba enfurecido, luego nos dijo que nos marcháramos y envió a un hombre para que nos llevara al rey de la tribu de Ghassan. Cuando nos acercamos a la ciudad, el mensajero que había sido enviado con nosotros nos dijo que no teníamos permiso para entrar montando nuestros propios animales y que teníamos que montar con ellos, pero nos negamos y le dijimos que nunca entraríamos sino montando nuestros propios animales. Él mensajero envió un mensaje al rey pidiendo permiso para nosotros, y él lo aprobó. Éntramos cargando nuestras espadas hasta que llegamos al salón donde estaba el rey, luego amarramos nuestros animales en el patio mientras él nos estaba observando, y luego gritamos: ‘La ilaha illa Al-lah, Al-lahu Akbar (nadie tiene derecho a ser adorado excepto Al-lah, Al-lah es Supremo)’.
Juro por Al-lah que todo el salón se sacudió como la rama de un árbol en día de viento’. Éntonces el rey envió a un hombre a decirnos que no teníamos derecho a proclamar nuestra religión en su tierra. Después de eso, él nos permitió entrar, y cuando entramos vimos que estaba vistiendo un ropaje de color rojo y que estaba rodeado por sacerdotes romanos, y todo en el salón era de color rojo. Cuando nos acercamos a él, se rió y dijo: ‘¿Por qué no me saludan de la forma en que se saludan unos a otros?’ Así que dijimos: ‘Éstá prohibido para nosotros saludarte con el saludo que usamos entre nosotros, y también está prohibido para nosotros contestarte usando el saludo que ustedes usan’. Éntonces él nos preguntó acerca del saludo que usamos entre nosotros y le informamos que era As-Salamu ‘Alaikum. Luego nos preguntó: ‘¿Cómo saludan a su rey? (refiriéndose al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam)’. Le dijimos que le decíamos lo mismo a él, y luego nos preguntó: ‘¿Cómo él les responde?’ Le dijimos que usamos el mismo saludo para responderle como él hace con nosotros. &Éacute;l exclamó: ‘¡Qué hermosas son sus palabras!’ Después de escuchar esto, nuevamente proclamamos: ‘La ilaha illa Al-lah, Al-lahu Akbar (nadie tiene derecho a ser adorado excepto Al-lah, Al-lah es Supremo)’. Juro por Al-lah que el salón entero se sacudió nuevamente. &Éacute;l levantó su cabeza y luego se dirigió a nosotros diciendo: ‘Éstas palabras que acaban de pronunciar, las cuales sacudieron el salón entero… ¿también sacude vuestras habitaciones cuando las pronuncian en vuestra tierra?’ Respondimos: ‘No. La primera vez que hemos vito que esto sucede es en tu palacio’. &Éacute;l hizo esta pregunta porque esta era una clara indicación de la profecía de Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
Al-lah Apoya a los virtuosos con Karamat (habilidades sobrenaturales o acontencimientos), tales como lo ocurrido en el salón que se sacudió cuando los Compañeros, que Al-lah Ésté complacido con ellos, proclamaron: “La ilaha illa Al-lah, Al-lahu Akbar (nadie tiene derecho a ser adorado excepto Al-lah, Al-lah es Supremo)”.