Al Ifk (la calumnia) en contra de ‘A’ishah, la esposa del Profeta Muhammad IV

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“‘A’ishah agregó: “Yo esperaba que Al-lah Demostrara mi inocencia, pero nunca pensé que descendería por mí una revelación que se recite, pues me consideraba muy insignificante como para que el Corán hable de mi asunto. Yo esperaba que el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, viese en sus sueños una visión a través de la cual Al-lah Demostrase mi inocencia. ¡Por Al-lah! No estuvo mucho tiempo allí sentado, ni salió nadie de la casa, hasta que le bajó la Revelación y se apoderó de él aquel estado que siempre le sobrevenía. Sudó tanto que las gotas de sudor le caían grandes como perlas a pesar de ser un día frío. Cuando se le pasó ese estado, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, se puso a reír; lo primero que dijo fue: “¡‘A’ishah! ¡Agradece a Al-lah! ¡Pues &Éacute;l Ha Demostrado tu inocencia!” Mi madre me dijo: “¡Ve con el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam!” Yo dije: “¡No! ¡Por Al-lah! ¡No iré con él! Y no agradeceré sino a Al-lah”. Éntonces Al-lah Reveló: {Ciertamente los que vinieron con la calumnia [en contra de ‘A'ishah , la esposa del Profeta Muhammad] son un grupo de vosotros. No penséis [¡Oh, creyentes!] que esto acarreará un mal para vosotros; por el contrario, es un bien [pues evidenciará la inocencia de ‘A'ishah ]. Cada uno de los que cometieron este pecado recibirá su merecido, y el mayor responsable entre ellos tendrá un severo castigo.Cuando los creyentes y las creyentes oyeron la calumnia deberían haberla considerado como en contra de ellos mismos, y haber dicho: Ésto es una mentira evidente. ¿Por qué no presentaron cuatro testigos del hecho? [Sabed que] Para Al-lah, quienes [cuando acusan a alguien] no presentan testigos, son los mentirosos. Y si no fuese por la gracia de Al-lah y Su misericordia sobre vosotros en esta vida y en la otra, habríais sufrido un terrible castigo por lo que dijisteis. Propagasteis la calumnia de boca en boca, repitiendo aquello sobre lo cual realmente no teníais conocimiento, y creísteis que lo que hacíais era leve, pero ante Al-lah es gravísimo. Cuando oísteis la acusación tendríais que haber dicho: No debemos hablar de ello. ¡Glorificado seas Señor! Ésto es una gran calumnia. Al-lah os Prohíbe que volváis a cometer semejante falta, si es que sois creyentes. Y Al-lah os Aclara Sus preceptos, Al-lah es Omnisciente, Sabio. Aquellos que desean que se propague la obscenidad entre los creyentes tendrán un doloroso castigo en esta vida y en la otra. Al-lah Sabe y vosotros no sabéis. Y si no fuese por la gracia de Al-lah y Su misericordia sobre vosotros, y porque &Éacute;l es Compasivo, Misericordioso, no seríais tolerados [luego de los pecados que cometéis]. ¡Oh, creyentes! No sigáis los pasos de Satanás, y quien siga los pasos de Satanás sepa que él induce a cometer obscenidades y actos reprobables. Y si no fuese por la gracia de Al-lah y Su misericordia ninguno de vosotros podría purificarse jamás de sus pecados, pero Al-lah Purifica a quien quiere [Perdonándole sus pecados y Guiándole por el sendero recto], y Al-lah es Omnioyente, Omnisciente.} [Corán 24: 11-21). Cuando Al-lah Reveló esto sobre mi inocencia, Abu Baker, que ayudaba económicamente a Mistah Ibn Azazah por su parentesco con él, dijo: “¡Por Al-lah! No ayudaré más a Mistah después de lo que dijo de ‘A’ishah”; entonces Al-lah Reveló: {Que los benefactores y los adinerados no juren dejar de asistir a los parientes, a los pobres y a quienes dejaron sus hogares por la causa de Al-lah [debido a su participación en la calumnia a ‘A'ishah ], y que les perdonen y disculpen. ¿Acaso no amáis ser perdonados por Al-lah? Al-lah es Indulgente, Misericordioso.} [Corán 24:22]. Éntonces, Abu Baker dijo: “¡Claro que sí! ¡Por Al-lah! Yo quiero que Al-lah me Perdone”, y restituyó a Mistah lo que solía darle”.

“Él Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía preguntar a Zainab Bint Yah-sh sobre mí; le decía: “¡Zainab! ¿Qué sabes? ¿Qué viste?” Élla dijo: “¡Mensajero de Al-lah! Yo protejo mi oído y mi vista. ¡Por Al-lah! No sé de ella sino cosas buenas”. Y ella era quien competía conmigo (por el amor del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam). Al-lah la Protegió por su piedad”.
Continúa... 

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