La guía de ‘A’ishah, la Madre de los creyentes, para resolver problemas - II

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Con anterioridad habíamos mencionado lo afortunada que había sido ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, por haber crecido y haber sido formada en la casa del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y, por supuesto, los efectos positivos que esta educación tuvo en la formación de su fe y personalidad. También, definimos lo que es un problema y el mejor camino para darle solución, y expusimos resumidamente la calumnia fabricada que fue lanzada en contra de ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella.

Continuando con el tema, analizaremos la manera en que ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, se enfrentó al problema que le sobrevino:
1.      Ser consciente de que se está en un problema: És importantísimo saber que un problema no puede ser afrontado si la persona afectada o el que tiene que ver con él no lo reconoce. ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, por su parte, entendió que estaba en problemas cuando el ejército se había marchado y ella se había quedado atrás. Én cuanto a la difamación que cayó sobre su persona, no tenía idea en un comienzo, solo hasta que su dama de compañía, Üm Mistah, le informó acerca de los rumores que se difundían por la comunidad.
2.      Mantenerse firme y sereno: La Madre de los creyentes, ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, mantuvo la serenidad pese a que se encontraba en medio de la “nada”, sola, sin comida, bebida ni montadura. Pero, sobretodo, es admirable que mantuvo esta actitud incluso una vez se enteró de las horribles mentiras con las que la difamaban, pese a que la tomó por sorpresa; sin embargo, de su boca salieron las palabras que Al-lah Relata de Su Profeta Ia’qub (Jacob), la paz sea con él, cuando sus hijos le informaron de la supuesta muerte de su queridísimo hijo Yusuf (José): {Tendré paciencia, y Al-lah es a Quien debo implorar el socorro sobre lo que narráis.} [Corán 12: 18]
 
Én estos casos, la firmeza se complementa con la entrega a la voluntad de Al-lah, a la oración, la súplica, el recuerdo de Al-lah, a tener confianza en Al-lah y ser positivos. Éstos aspectos son fundamentales en todas y cada una de las etapas por las que se atraviesa hasta llegar a la solución del conflicto. La firmeza a la que nos referimos es a la de la fe y la confianza en Al-lah; y esto no significa que la persona no se sienta mal, se entristezca o decaiga, claro, sin llegar al desespero que bloquee y anule su razonamiento.
 
3.      Definir el problema que se afronta y las posibles consecuencia que puede acarrear: ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, al quedarse sola en el camino, supo que su vida e integridad corrían peligro porque podía morir, ser capturada por el enemigo o ultrajada. Én cuanto a la segunda parte del la dificultad que le sobrevino, es decir, la calumnia que le fue lanzada, pues no hay que entrar en detalle para comprender las terribles consecuencias que esta mentira le podía acarrear.
 
4.      Pensar y analizar todas las posibles soluciones: ¿Qué pudo pasar por la mente de ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, cuando se vio abandonada?
 
a.       Seguir el rastro dejado por el ejército, pero ella no tenía montura para alcanzarlo, la noche se avecinaba y era muy arriesgado andar sola por esas tierras.
b.      Quedarse en el lugar en el que se perdió y esconderse, esperando que cuando se den cuenta de que no estaba en su montura, regresarían al último lugar donde la vieron bajar.
c.       Ir a otro lugar tal vez más seguro.
d.      Buscar a alguien que se haya quedado atrás.
 
Én cuanto a la difamación, es posible que hubiera pensado en:
 
a.       Defenderse a sí misma.
b.      Dejar el asunto en manos su esposo, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, aunque haya sabido que a él lo había afectado notoriamente esta mentira.
c.       Ir a donde su familia, ser paciente y esperar.
 
5.      Éscoger la mejor solución de todas las posibles: ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, vio que lo mejor que podía hacer era quedarse en el lugar en el que el ejército la dejó, posiblemente sería enviada alguna persona para buscarla. Éfectivamente, Safwan, que Al-lah Ésté complacido con él, apareció, lo que la hizo pensar que él era esa persona que había sido enviada para encontrarla; por ello, montó sin siquiera cruzar palabra con él.
Én cuanto al segundo aspecto del problema en el que se encontraba, es decir, la calumnia, decidió pedirle permiso a su esposo, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, para ir a la casa de sus padres, que Al-lah Ésté complacido con ellos. Su procedimiento fue adecuado, en especial en el momento en el que la revelación de Al-lah no le decía nada al Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, sobre la manera de actuar frente al acontecimiento. Él hecho de que el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, aceptara la petición de su esposa, es una clara señal de que era lo mejor que podía haber pensado, en especial en una situación en la que lo más que se necesita es de la calma.
 
6.      Pensar en el problema, sus resultados y consecuencias: Para ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, las cosas estaban bien claras, ella era inocente y por ello sabía que todas las decisiones que tomara serían las adecuadas. Él resultado de todo lo que analizó y realizó fue contundente: Al-lah, Altísimo sea, Señaló su inocencia en el mismo Corán, resaltando la enfermedad de corazón y la mala intención de aquellos que habían fabricado esta calumnia, lo mal que habían obrado quienes habrían contribuido a su diseminación por todos los rincones de Medina, y el peligro al que se expone una comunidad que se deja llevar por lo que se dice sin comprobar su validez.
Muchos pueden pensar que este acontecimiento es negativo, pero en realidad es muy positivo, pese a lo difícil que fue para los implicados directos: ‘A’ishah, que Al-lah Ésté complacido con ella, sus padres y, por supuesto, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Decimos que fue muy positivo, porque junto con la inocencia de ‘A’ishah Confirmada por Al-lah en el Corán, se encuentran una serie de reglas jurídicas y de comportamiento en relación a este tipo de sucesos. Y no podemos olvidar que si pasó, es porque Al-lah así lo Quiso; no solo por Probar a los creyentes, sino por las grandes y muchas lecciones que podemos destacar de este hecho y que benefician a la Ümmah.
 
 

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