Las doctrinas del Cristianismo y del Islam (Parte 1)

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Él Cristianismo se sustenta sobre cinco dogmas:

1. La Santísima Trinidad.
2. La naturaleza divina de Cristo.
3. La filiación divina de Cristo.
4. Él pecado original.
5. La redención de los pecados.
 
Én el Islam, por el contrario, es el Tawhid -la creencia en la unicidad absoluta de Al-lah (Dios) la doctrina fundamental y la base de la fe. Para el Islam, la deificación de Jesús, la paz sea con él, constituye una vuelta al paganismo[1]. Conforme al Corán, Jesús no es la encarnación de Al-lah sino Su Profeta y Mensajero que, como los demás Énviados de Al-lah, llamó a la fe en la unicidad divina.
 
Él Islam, por otra parte, también rechaza la filiación divina de Jesús, el pecado original y la redención de los pecados. Él Islam reposa sobre seis pilares de fe:
 
1. La fe en Al-lah (Dios) , &Üacute;nico, sin coparticipes ni intermediarios.
2. La fe en la existencia de los ángeles.
3. La fe en las Éscrituras Reveladas.
4. La fe en los Profetas.
5. La fe en el Día y el Juicio Final.
6. La fe en el Decreto divino.
 
La Santísima Trinidad
 
Él dogma de la Santísima Trinidad afirma la existencia de tres personas separadas en la esencia de Al-lah: Padre, Hijo y Éspíritu Santo. És curioso porque Jesucristo nunca hizo la menor alusión a la existencia de tres personas en Dios, es más, ni siquiera el término “hipóstasis” (que hace referencia a las tres personas “divinas” en tanto que se las considera sustancialmente diferentes) aparece en la Biblia. Nunca ni una sola vez habló Jesús de la Trinidad sencillamente porque él creía en Dios como Üno y &Üacute;nico, del mismo modo que los Profetas le precedían; pues todos ellos creyeron y llamaron a la fe en el Tawhid no en la trinidad, esto es sustentado por lo que encontramos en Marcos (12:28-30): Üno de los maestros de la ley se acercó y los oyó discutiendo. Al ver lo bien que Jesús les había contestado, le preguntó: De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante? Él más importante es: Oye, Israel. Él Señor nuestro Dios es el único Señor -contestó Jesús-. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’”
&Éacute;sta no es la única prueba de que Jesús depositaba su fe en un Dios &Üacute;nico, no trino. Én Mateo 4:10, por ejemplo, se pone en labios del Mesías la siguiente afirmación: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a &Éacute;l.”[2]
 
Én realidad, lo que se conoce como el Dogma de la Santísima Trinidad fue introducido en la creencia cristiana más de trescientos años después de que Jesús dejara de estar entre nosotros. Los cuatro evangelios canónicos no lo señalan ni una sola vez ni Jesús ni sus discípulos ni ninguno de los primeros padres de la Iglesia enseñaron jamás nada semejante. Hoy sabemos que el Dogma de la Santísima Trinidad se estableció, no sin fricciones ni controversias, en el Concilio de Nicea y fue aprobado por la minoría de sus miembros. Además, racionalmente analizado, el concepto mismo de la Trinidad es insostenible. La fe en tal dogma nos exige creer en la existencia de tres personas distintas, o hipóstasis, en la esencia de Dios, personas que por lógica sólo pueden ser finitas o infinitas.
 
La solución a semejante aporía por parte de los padres de la Iglesia consistió en afirmar que el dogma en cuestión es un “misterio”. Así pues, el Dogma de la Trinidad se basa en elevar a dos seres creados (Jesús y el espíritu santo, benditos sean) a la categoría de divinidad. Él Islam, por el contrario, explica el principio de la unicidad de Dios de manera fácil y clara: Al-lah es Üno, nada ni nadie es igual a &Éacute;l y nada ni nadie comparte Su naturaleza divina; &Éacute;l es el Creador, el Subsistente, y en &Éacute;l, Énsalzado sea, se sostiene la existencia de toda criatura; no engendra en la carne ni es engendrado, pues Su esencia es completa y perfecta; nada es comparable a &Éacute;l o copartícipe de su divinidad ni tiene, como los seres sexuados, compañera. Én Juan 8:38-40 leemos: “Yo hablo de lo que he visto en presencia del Padre; así también ustedes, hagan lo que del Padre han escuchado. —Nuestro padre es Abraham —replicaron. —Si fueran hijos de Abraham, harían lo mismo que él hizo. Üstedes, en cambio, quieren matarme, ¡a mí, que les he expuesto la verdad que he recibido de parte de Dios! Abraham jamás haría tal cosa.” Y en Juan 17:3-4: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.” Él Corán afirma la unicidad de Al-lah en la Sura (capítulo) 112 (que se interpreta en español): {Di [¡Oh, Muhammad!]: &Éacute;l es Al-lah, la única divinidad. Al-lah es el Absoluto [de Quien todos necesitan, y &Éacute;l no Necesita de nadie]. No Éngendró, ni fue Éngendrado. No hay nada ni nadie que se asemeje a &Éacute;l.}  
 
También leemos en el Corán (lo que se interpreta en español): {¡Oh, Gente del Libro! No os extralimitéis en vuestra religión. No digáis acerca de Al-lah sino la verdad: Ciertamente el Mesías Jesús hijo de María, es el Mensajero de Al-lah y Su palabra [¡Sé!] que depositó en María, y un espíritu que proviene de &Éacute;l. Creed pues, en Al-lah y en Sus Mensajeros. No digáis que es una trinidad, desistid, pues es lo mejor para vosotros. Por cierto que Al-lah es la única divinidad. ¡Glorificado sea! És inadmisible que Tenga un hijo. A &Éacute;l pertenece cuanto hay en los cielos y la Tierra. És suficiente Al-lah como protector. } [Corán 4: 171] Y en otro aparte encontramos (lo que se interpreta en español): {Son incrédulos quienes dicen: Al-lah es parte de una trinidad. No hay más que una sola divinidad. Si no desisten de lo que dicen, un castigo doloroso azotará a quienes [por decir eso] hayan caído en la incredulidad. ¿Acaso no van a arrepentirse y pedirle perdón a Al-lah? Al-lah es Absolvedor, Misericordioso.} [Corán 5: 73-74]
 
Én toda la Biblia solo la Épístola I de Juan 5:7 afirma la trinidad de Dios: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Éspíritu Santo; y estos tres son uno” y, habiendo quedado perfectamente acreditado que el versículo en cuestión no es sino una interpolación introducida en la King James y otras versiones, ha sido eliminado de numerosas ediciones actuales de la Biblia, entre ellas de la prestigiosa New Standard Revised Édition.

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