Él día de la madre (Parte 1)

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Si bien abordaremos el tema de la celebración del “Día de la madre”, que no se entienda que estas palabras tienen algo que ver con el apoyo a este tipo de celebraciones; pues esta celebración es una práctica ignorante de la que Al-lah nos purificó como musulmanes ya hace mucho. Y nosotros no aceptamos otro estilo de vida que no sea el del Islam. Fue Al-lah mismo Quien escogió el Islam para nosotros y se complació con él como religión. Así pues, nosotros estamos contentos y complacidos con el Islam como religión y forma de vida.

 
Nuestro objetivo es corregir un concepto mal entendido acerca de este tema. Y no es nuestra intención exagerar ni rayar en el extremismo, sino colocar las cosas en su debido lugar. La celebración del Día de la madre es, en realidad, una forma de desvalorizar a la madre. Al-lah, alabado sea, le dio un valor muy elevado a la madre; y nosotros, al celebrar un día en particular, le hemos quitado lo que Al-lah le dio y le hemos dado un solo día a cambio.
 
 
Hasta la mínima expresión de irrespeto es condenada por Al-lah
 
Én el Corán, Al-lah nos informa que el respeto y el buen trato a los padres viene inmediatamente después de creer en Su calidad de &Üacute;nico Dios verdadero. Qué gran posición, qué gran honor. Dice Al-lah en el Corán (lo que se interpreta en español): {Tu Señor ha ordenado que no adoréis sino a &Éacute;l y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Üf! Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me educaron siendo pequeño.} [Corán 17:23-24]. Observemos la precisión de las palabras Al-lah, Quien Dice (lo que se interpreta en español): {…y ni siquiera les digáis: ¡Üf!...} [Corán 17:23] Dijo “Üf”, y no dijo: “y no los maltrates, ni los golpes”, etc. Porque el sólo decir esta expresión es lo mínimo que un hijo puede proferir para expresar su descontento. Y Al-lah prohibió hasta lo más mínimo. Debemos ser humildes con ellos y tratarlos con amor, así como amamos a Al-lah y nos portamos humildes ante &Éacute;l en la oración o en nuestras súplicas. Él humillarnos ante Al-lah es en realidad ennoblecernos, y el humillarnos ante nuestros padres es en realidad ennoblecernos también.
 
Al-lah ordena que tengamos clemencia con ellos, y uno realmente se extraña cómo algunos musulmanes abandonan esta guía divina y siguen las ideas de los hombres, sabiendo que ellas están basadas en sus pasiones y egos.
 
 
Celebraciones con fines comerciales
 
Todas estas celebraciones inventadas por los hombres, incluyendo el día de la madre, tienen como objetivo el beneficio comercial. Son los mercaderes quienes las inventan y las promueven para poder ganar más dinero. Y no nos estamos refiriendo a los comerciantes musulmanes, lógicamente, pues el comerciante musulmán sabe que eso no es honesto.
 
Que no nos confundan ni engañen los falsos benefactores de los padres o los maestros; si realmente quisieran honrar a ambos, se preocuparían por educar a las nuevas generaciones en el respeto y valorización de los mismos. Éso es lo que en verdad vale. De nada sirve una celebración donde lo único que hacen es bailar y cantar. ¿De qué le sirve a la madre todo eso? ¿De qué le sirven unos cuantos regalos de su hijo que no se acordó de ella todo el año? ¿De qué le sirve a un padre los regalos que le dan el día del padre, cuando sus hijos lo tienen olvidado en un asilo de ancianos?
 
Celebraciones banales, regalos expiatorios…¡Qué pena!… Qué lejos están estos sustitutos humanos de la educación y pedagogía del Corán. És como el cerdo, un animal que prefiere los alimentos inmundos a los alimentos buenos. Dice Al-lah en el Corán (lo que se interpreta en español): {…Lo malo y lo bueno jamás podrán equipararse, aunque te guste la abundancia de lo malo…}[Corán 5:100]
 
 
Énseñanzas sobre el respeto a los padres en el Corán y la Sunnah
 
Al-lah nos habla sobre los derechos de los padres en siete capítulos del Corán. Dos de ellos en especial son muy elocuentes. Y es el mismo caso si buscamos en la Sunnah del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Él Islam ha definido los derechos de todas las personas. Los derechos de los padres, de los hijos, de los hermanos, etc.
 
Al-lah ordenó que tratemos bien a nuestros padres, y en el Islam esta orden es conocida como “Birr Al Walidein”. Ésta orden de Al-lah ha estado presente desde los inicios de la humanidad y estará vigente hasta el fin de la misma.
 
Y el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, al igual que el Corán, utiliza uno de los mejores métodos de enseñanza: el de mencionar los beneficios y perjuicios del asunto en cuestión. Después de mencionar en muchos Hadiz la gran recompensa que recibirá el hijo respetuoso con sus padres, nos menciona el castigo que recibirá el insolente e irrespetuoso. Dijo, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “Que el hombre que no trata bien a sus padres haga cuantas obras de bien quiera, pues no le serán aceptadas y no entrará al Paraíso”. Imagínense, sus acciones serán rechazadas. Én este caso, las acciones se encuentran en espera de recibir el visto bueno de los padres para así ser aceptadas o rechazadas. ¡Qué grandioso que es Al-lah, qué grandioso que es! ¡Cómo honró a los padres!
 
 
 
 

 

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