Él estudio del método profético para educar a la Ümmah y establecer el Éstado Islámico ayuda a los ulemas, los líderes, los alfaquíes y los gobernantes a conocer el camino para conseguir la gloria del Islam y los musulmanes a través de conocer los factores para lograr el progreso y las causas de la decadencia. También pueden conocer el método del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, para educar a los individuos, formar la comunidad musulmana, revivificar la sociedad y establecer el Éstado. Así, el musulmán puede ver el movimiento del Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, en Ad-Da‘wah, y las etapas por las que pasó, su capacidad de afrontar los esfuerzos de los incrédulos al luchar contra Ad-Da‘wah, su planificación exacta en la emigración a Abisinia, su intento de convencer a la gente de At-Ta’if de seguir su llamado, la presentación de su Da‘wah a las tribus en las diferentes ocasiones, su gradualidad al invitar a los Ansar y luego su bendita Hiyrah (Hégira) a Medina.
Quien contempla el suceso de Al Hiyrah y ve la precisión de la planificación y la ejecución desde su comienzo hasta su final, comprende que esta planificación en la vida del Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, estaba guiada por la revelación, y que la planificación es una parte de la Sunnah y es parte de los mandamientos de Al-lah en todo lo que se instruye al musulmán.
Él musulmán aprende de la senda profética todas las artes de la lucha y la habilidad al dirigir cada etapa y pasar de un nivel a otro. Asimismo, aprende cómo el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, afrontó las fuerzas enemigas de los judíos, los hipócritas, los incrédulos y los cristianos, y cómo les venció con el Permiso de Al-lah y la buena administración de los medios materiales para lograr la victoria que Al-lah, Glorificado Sea, Ha mencionado en Su Noble Libro.
Mi firme convicción es que esta Ümmah no podrá conseguir el fortalecimiento y la independencia, ni recuperar su gloria y aplicar la Shari‘ah de su Señor sino cuando siga la senda del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam. Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Diles: Obedeced a Al-lah y obedeced a Su Mensajero. Si se rehúsan, [sepan que] el Mensajero sólo rendirá cuentas por lo que se le ha encomendado y que ellos deberán hacerlo por lo que se les ha ordenado, pero si le obedecen [al Mensajero] se encaminarán. Y por cierto que Nuestro Mensajero sólo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad.}[Corán 24:54].
La noble aleya ha aclarado que el camino del fortalecimiento es el seguimiento del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam. Pues las aleyas que se revelaron después de esta aleya tratan el fortalecimiento y aclaran sus detalles. Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Al-lah Prometió Hacer Prevalecer en la Tierra a quienes crean de vosotros y obren correctamente, como lo Hizo con quienes os precedieron. [A éstos también] Les Concederá el poder necesario para que puedan practicar la religión que Al-lah Ha Dispuesto para ellos [el Islam] y Tornará su temor en seguridad. Adoradme, pues, y no Me atribuyáis copartícipe alguno. Y [sabed que] quienes no crean [y no agradezcan Mis gracias] estarán descarriados. Y observad la oración prescrita, pagad Az-Zakah, y obedeced al Mensajero que así se os tendrá misericordia.}[Corán 24:55-56].
Él Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, y sus Sahabah (discípulos), que Al-lah esté complacido con ellos, cumplieron con los requisitos del fortalecimiento. Pues profesaron la fe con todos sus sentidos y pilares, realizaron las buenas obras con todos sus tipos, procuraron obtener todos los tipos de buena conducta y piedad, adoraron a Al-lah completamente en todos los asuntos de su vida, lucharon contra Ash-Shirk con todas sus formas, evidentes y ocultas, y siguieron los medios espirituales y materiales de el fortalecimiento a nivel individual y de grupo hasta que establecieron su Éstado en Medina, luego difundieron la religión de Al-lah entre los pueblos y las naciones.
Él retraso de los musulmanes hoy en día respecto al liderazgo mundial de los pueblos de la tierra es un resultado lógico de una gente que olvidó su mensaje, rebajó su valor y ensució su origen con una gran cantidad de engaños en los campos del conocimiento y las obras sin distinción. Además de que descuidó las normas divinas y pensó que puede conseguir la hegemonía mediante deseos e ilusiones.
Ésta debilidad de fe, sequedad espiritual, inquietud psíquica, desorden mental y decadencia moral que tocó a los musulmanes se debe a la gran brecha que ocurrió entre la Ümmah y el Noble Corán, la Sunnah del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, la era de los Califas Éjemplares y los puntos brillantes en nuestra gran historia. ¿No ves que aparecieron muchas personas que hablan en el nombre del Islam mientras que están muy lejos del Noble Corán, la Sunnah del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, y la senda de los Califas Éjemplares? Dichas personas introdujeron innovaciones ajenas y conceptos ambiguos en sus discursos a causa de sensación de derrota ante la civilización occidental, y empezaron a cambiar los vocablos y sus sentidos. Así pues, hablan durante largas horas, escriben artículos y libros que tratan la filosofía de la vida, el universo y el ser humano, y los métodos para el cambio. Apenas podemos encontrar en sus palabras o notar en sus artículos el entendimiento y la comprensión para lograr el fortalecimiento, las normas de Al-lah para cambiar los pueblos y construir los Éstados a través del Noble Corán, de la senda del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, de la llamada de los profetas y los mensajeros a sus pueblos o de nuestra gran historia.
Así pues, es en éstas que se puede encontrar los factores del éxito de algunos líderes como: Nurid-Din Mahmud, Salah Ad-Din, Yusuf ibn Tashfin, Mahmud Al Gaznawi, o Muhammad Al Fatih; en fin, de todos aquellos que siguieron la Sunnah del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, al educar la Ümmah y establecer el estado islámico. Sin embargo nuestros autores modernos son guiados por algunos gobernantes o pensadores y por los intelectuales de Oriente u Occidente, que son personas muy alejadas de la revelación celestial y la senda divina.
Yo no me opongo al aprovechamiento de las experiencias de los pueblos y las naciones, ya que la sabiduría es la meta anhelada del creyente, y él la merece dondequiera que la encuentre. Sin embargo, yo estoy en contra de aquellos que ignoran o cierran los ojos a la senda divina, olvidando la memoria histórica de la Ümmah que está llena de moralejas, ejemplos y lecciones, luego ellos tratan de ganar el liderazgo de los musulmanes con sus deseos y opiniones alejadas de la luz del Noble Corán y la Sunnah del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam.
Necesitamos fuertemente conocer la senda profética al educar a la Ümmah y establecer el Éstado, y conocer las leyes de Al-lah en los pueblos, las naciones y los estados, y cómo el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, trató con ellos cuando empezó a invitar a la gente al camino de Al-lah en la vida mundana. Debemos hacer esto a fin de encontrar el correcto camino a través de su Sunnah para realizar nuestra Da‘wah, conseguir el afianzamiento de nuestra religión y fundar nuestra estructura sobre un método correcto cuyo principios y ramas derivan del Libro de Al-lah y la Sunnah de nuestro Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam. Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Hay un bello ejemplo en el Mensajero de Al-lah [de valor y firmeza en la fe] para quienes tienen esperanza en Al-lah, [anhelan ser recompensados] en el Día del Juicio y recuerdan frecuentemente a Al-lah.}[Corán 33:21].
La manera del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, al educar a la Ümmah y establecer su Éstado era general, completa, equilibrada y sometida a las normas de Al-lah, Énaltecido Sea, en las sociedades, la revivificación de los pueblos y el establecimiento de los estados. Él Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, implementó estas normas con mucha sabiduría e inteligencia, tales como la graduación, la lucha, la experimentación, el utilizar los medios materiales disponibles e inducir el cambio de las almas.
Él Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, inculcó en las almas de sus Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, el método divino con todos sus conceptos, valores, creencias y percepciones correctas sobre Al-lah, el hombre, el universo, la vida, el Paraíso, el Infierno, el Decreto Divino y el Destino. Los Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, se sentían muy influenciados por el método pedagógico del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, y procuraban adherirse a sus directrices. Así pues, cuando el ausente regresaba de su ausencia, preguntaba a sus Sahabah sobre las acciones del Profeta que vieron, y sobre su educación y guía, y la revelación descendió durante su ausencia. Además, los Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, seguían los pasos del Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, en todos los asuntos, los pequeños y los grandes, sin conservar estos beneficios para sí mimos sólo, sino que los enseñaban a sus hijos y a los que les rodeaban.