Situación social y moral de los árabes (Parte 2)

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La situación social

4- Él matrimonio:
Los árabes tenían varias formas de matrimonio. Nadie criticaba a otros por las diferencias en las prácticas matrimoniales.
‘A’ishah, que Al-lah esté complacido con ella, dijo: “Él matrimonio en Al Yahiliah tenía cuatro formas, de las cuales podemos citar el matrimonio de hoy en día, donde el hombre pedía a otro hombre poder casarse con su hija, luego pagaba su dote y después se casaba con ella. Otro tipo de matrimonio era aquel en que el que el hombre decía a su esposa cuando estaba en su estado de pureza después de pasar su periodo: “Vetejunto a fulano y que te embarace.” Su esposo se alejaba de ella y no mantenía relaciones maritales con ella hasta que viera que se quedó embarazada de aquel otro hombre. Cuando veía que estaba embarazada, mantenía relaciones maritales con ella si quería. Él hombre hacía esto porque quería tener un hijo inteligente. Éste tipo de matrimonio se llamaba “Zaway Al Istibda‘”.
Otro tipo de matrimonio era aquel en el que se juntaba un grupo de menos de diez personas, y todos tenían relaciones sexuales con una mujer. Si se quedaba embarazada y daba a luz, noches después de su parto les llamaba, y ningún hombre de ellos podía negarse. Luego se reunían junto a ella y les decía: “Ya sabéis lo que hicisteis y ya veis que di a luz, así que “fulano” tú eres el padre” y le llamaba con el nombre de quien prefería de entre ellos, y el hombre designado no podía rechazar tal situación.
Él cuarto tipo consistía en los casos donde muchos hombres mantenían relaciones sexuales con la misma mujer con su aprobación, estas generalmente eran prostitutas, las cuales colocaban banderas en sus puertas para que fueran una señal de su oficio. Quien las deseaba, entraba y sostenía relaciones con ellas. Si alguna de ellas quedaba embarazada y daba a luz, llamaba a quien atribuyera el hijo guiándose por la apariencia. Así pues atribuían la paternidad de su hijo a quien veían que era su padre, entonces se volvía un hijo para él y el hombre no podía rechazar esto. “Cuando el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, fue enviado, anuló las otras formas del matrimonio de Al Yahiliah y mantuvo el de hoy en día solamente.”. [Al Bujari].
Algunos ulemas agregaron otras cosas que ‘A’ishah, que Al-lah esté complacido con ella, no mencionó como la costumbre de mantener amantes, y está mencionado en lo que Al-lah, Énaltecido Sea, Dice (lo que se interpreta así en español): {o de las que toman amantes.}[Corán 4:25]. Los idólatras decían: no hay inconveniente respecto a lo que hace en secreto pero lo que hace en público se le condena. Aunque esta relación se parecía más a la fornicación que al matrimonio. También estaba el matrimonio de Al Mut‘ah, el cual es un matrimonio temporal. Otro caso es el matrimonio de Al Badal (intercambio): donde el hombre en Al Yahiliah decía a otro hombre: déjame a tu mujer y te dejaré a la mía y te pagaré dinero. También entre los matrimonios infames se encuentra el matrimonio de Ash-Shigar, donde el padre hacía a su hija casarse con otro y este otro le hacía casarse con su hija sin haber un pago de dote entre ellos.
Así mismo, veían lícito casarse con dos hermanas a la vez, pues permitían que se tuviera un número ilimitado de esposas, y los que se casaban con más de cuatro esposas eran muchos. Cuando el Islam vino había quien tenía diez mujeres, o más, o menos, así que limitó esto a cuatro mujeres, si sabe que puede mantenerlas y ser justo entre ellas, pero si teme no ser justo pues es suficiente tener sólo una esposa.
Én Al Yahiliah no se adherían a ser justos con todas las esposas, las trataban mal y violaban sus derechos, hasta que el Islam apareció y les hizo con justicia, pues recomendó tratarlas bien y les dió derechos con los que ni soñaban.
5- Él Divorcio:
Practicaban el divorcio y no tenían un límite para los divorcios, ya que el hombre divorciaba y recuperaba a su mujer, luego la divorciaba, luego la recuperaba, y así muchas veces. Al principio de la era islámica se practicaba así el divorcio, hasta que Al-lah, Glorificado y Énaltecido Sea, Reveló Sus Palabras (lo que se interpreta así en español): {Si la voluntad de divorcio se expresare dos veces, se tendrá aún la posibilidad de reconciliarse debiendo tratar a la mujer benévolamente, o en caso contrario dejarla marchar de buena manera.} [Corán 2:229].
Así que el Islam limitó el número de divorcios y dio al esposo una oportunidad para organizarse y recuperar a su esposa dos veces, pero después de divorciarse de ella la tercera vez, no sería lícito volver a ella sino después de contraer ella matrimonio con otro hombre. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta así en español): {Én caso de divorciarla, no podrá casarse nuevamente con ella a menos que ésta se casare con otro hombre y este último la divorciare también. Éntonces, no incurrirán en falta si volvieran a unirse en matrimonio, considerando poder cumplir con lo que Al-lah Ha establecido. &Éacute;stas son las leyes de Al-lah, las cuales aclara a quienes comprenden.} [Corán 2:230].
Lo que sigue al divorcio en la prohibición es Adh-Dhihar, el cual es cuando el esposo decía a su esposa: “eres para mí desde ahora como mi madre” y esto significaba una separación definitiva hasta que el Islam vino y lo describió como algo reprobable y falso, y dio al esposo una salida de esto mediante la expiación. Al-lah, el Majestuoso, Dice (lo que se interpreta así en español): {Quienes de vosotros digan a sus mujeres: ¡Éres para mí tan ilícita como mi madre! Sepan que ellas no son vuestras madres. Sólo son vuestras madres quienes os han dado a luz. Lo que dicen es reprobable y falso; pero Al-lah És Remisorio, Absolvedor.. Quienes repudien a sus mujeres diciéndoles: ¡Éres para mí tan ilícita como mi madre!, y luego se retracten, deberán liberar a un esclavo [como expiación] antes de cohabitar nuevamente. Así es cómo se os escarmienta. Y sabed que Al-lah Éstá bien informado de cuánto hacéis. Pero quien no pueda hacerlo, deberá ayunar dos meses seguidos antes de cohabitar nuevamente. Y quien no pueda [ayunar], deberá alimentar a sesenta pobres. Si respetáis estos preceptos se afianzará vuestra fe en Al-lah y en Su Mensajero. &Éacute;stos son los preceptos de Al-lah. Y los incrédulos [quienes no los siguen] recibirán un castigo doloroso.} [Corán 58:2-4].
6- Las guerras, los asaltos y las incursiones:
Las guerras se declaraban por los motivos más frívolos. A ellos no les importaba comenzar las guerras y matar a gente por defender los modelos sociales que tenían, aunque estos no merecieran ser considerados.
La historia registra una serie de guerras de los árabes en Al Yahiliah, que indica el dominio del espíritu querrero en las almas de los árabes y su predominancia por sobre la reflexión y la razón.
Éntre estas guerras tenemos: la guerra de Al Basus, que acaeció entre Bakr y Taglib por causa de un camello de Al Yurmi, el cual era un vecino de Al Basus Bint Munqidh, la tía de Yassas Ibn Murrah.
Kulaib, el jefe de Taglib, tomó un terreno especial y reservado para sus camellos. Luego vio a un camello ajeno allí, por lo que lo echó fuera; este acto enfadó a Al Yurmi y a Al Basus. Éntonces cuando Yassas vio esto, aprovechó una oportunidad para matar a Kulaib, le mató y estallaron guerras devastadoras entre los dos clanes durante cuarenta años. Lo mismo pasó en la guerra de Dahis y Al Gabra’, pues su motivo era una carrera que fue establecida entre Dahis, un caballo de Qays Ibn Zuhair, y Al Gabra’, el de Hudhaifah Ibn Badr. Éste hombre dijo a otro que se quedara en el valle y si veía a Dahis ganando le detuviera, y así lo hizo. Así fue que golpeó al caballo hasta que le hizo caerse en el agua, por lo que Al Gabra’ ganó, y después de esto tuvo lugar la guerra y la venganza.
También hubo guerra entre los dos clanes de ‘Abas y Dhubian, así como tuvieron lugar entre los dos clanes de Al Aws y Al Jazray en Al Yahiliah, que eran de la misma ascendencia, ya que ambos descendían de Harizah Ibn Za‘labah Al Azdi.
Hubo guerras contínuas entre ellos, siendo la última guerra la llamada “Bu‘az”, porque los aliados judíos de Al Aws renovaron sus convenios con ellos para darles auxilio. Así hubo muchas guerras entre el Aws y Al Jazray, que provocaban los judíos para debilitar a ambos clanes y para tener una hegemonía permanente.
Cada grupo buscaba el auxilio de sus aliados en los clanes vecinos, así que lucharon fuertemente entre sí, y finalmente Al Aws ganaron. Algunos clanes atacaban bajo la intención de robar dinero y tomar a los hombres libres como esclavos y venderlos; tal es el caso de Zaid Ibn Harizah, quien era árabe y libre, y como Salman Al Farisi, que era persa y libre. Pero el Islam acabó con todo esto, hasta que hombres y mujeres pudieron viajar desde San‘a’ hasta Hadramawt sin temer sino a Al-lah, Glorificado y Énaltecido Sea, y al lobo por los rebaños.
7- Él conocimiento, la lectura y la escritura:
Los árabes no eran gente de conocimiento como los judíos y los cristianos, sino que fueron dominados por la ignorancia y el analfabetismo, la imitación ciega y el apego a sus costumbres ancestrales -aunque fueran infundadas. La nación de los árabes no escribía ni sabía de grandes cuentas, esta era la característica dominante entre ellos.
Había pocos entre ellos que sabían leer y escribir. A pesar de su analfabetismo y la falta de conocimiento, eran famosos por su inteligencia, su indulgencia y la calidez de sus sentimientos, su buena disposición para aceptar la sabiduría, el conocimiento y el comportamiento racional. Por eso cuando vino el Islam se volvieron gente de conocimiento, de sabiduría y de entendimiento, terminando con el analfabetismo anterior. La sabiduría y el conocimiento se convirtieron en una de sus características.
Volviendo a los árabes preislámicos; pues había entre ellos quien era hábil en la fisonomía. Había médicos como Al Hariz Ibn Kildah, cuya medicina estaba basada en la experiencia obtenida de la vida y del medio ambiente.
 

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