Musa ibn Nusair, el segundo libertador de África del Norte (Parte 1)

  • Fecha de publicación:04/11/2010
  • Sección:Personajes
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Ésta es una conversación que tuvo lugar entre Musa ibn Nusair y el Califa de su época, que Al-lah los Perdone:

-        Él Califa: “¿A qué recurres en tiempos de dificultad durante la guerra?”
-        Musa: “Confío en Al-lah y Le ofrezco mis oraciones”.
-        Él Califa: “¿Ütilizas castillos o zanjas (para protegerte y proteger a tu ejército)?”
-        Musa: “Ninguno de los dos”.
-        Él Califa: “Éntonces, ¿qué haces?
-        Musa: “Siempre peleo en las llanuras, y estoy alerta y pendiente. Me protejo con la espada, busco la ayuda de Al-lah y rezo por la victoria”.
-        Él Califa: “Háblame sobre la Guerra entre tú y tus enemigos; ¿la victoria se alterna entre tú y ellos?”
-        Musa: “¡Oh, líder de los fieles! Nunca he enfrentado la derrota, desde la edad de cuarenta años hasta ahora, que tengo ochenta”.
És un hecho bien conocido que cuando la conquista de Éspaña es mencionada en la historia islámica, dos nombres sobresalen: Tariq ibn Ziyad y Musa ibn Nusair, que Al-lah los Perdone. Pero, ¿quién era este Musa ibn Nusair que no fue derrotado ni una sola vez en 40 años?
Musa ibn Nusair, que Al-lah lo Perdone, nació en una tribu árabe que vivía en los límites del imperio persa, al occidente del &Éacute;ufrates, antes del advenimiento del Islam. Su padre, Nusair, vivía cerca de Medina en el Hiyaz (una región al occidente de Arabia, sobre la costa del Mar Rojo), desde el tiempo de su conversión al Islam. Por lo tanto, Musa ibn Nusair, que Al-lah lo Perdone, nació en la cuna del Islam, en el año 19 de la Hégira, durante el gobierno de ‘Ümar ibn Al Jattab, que Al-lah Ésté complacido con él, Musa, que Al-lah lo Perdone, pasó sus primeros años en Medina, aprendiendo la religión del Islam de los discípulos directos del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam. &Éacute;l era considerado como de la segunda generación de musulmanes que conocieron o acompañaron al Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y quienes fueron narradores de ciertos hadices. Éste aprendizaje en una educación semi-formal, junto con permanecer dentro de la sociedad de los Compañeros del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, durante los primeros años de su vida, dejaron una profunda huella en él. Por lo tanto, él era, de cierto modo, una extensión de la primera generación de héroes del Islam, héroes como Jalid ibn Al Walid, Sa’d ibn Abi Waqas, Abu ‘Übaidah ibn Al Jarrah y ‘Amer ibn Al ‘As, que Al-lah Ésté Complacido con ellos, y muchos otros Compañeros del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam.
Más tarde, cuando el gobernador de Siria, Mu’awiah ibn Abu Sufian, que Al-lah Ésté complacido con él y su padre, eligió al padre de nuestro héroe como jefe de la guardia, Musa tuvo acceso a una educación superior. Ésta vez, fue la educación en liderazgo político y militar. Musa, que Al-lah Ésté complacido con él, estuvo en constante contacto con Mu’awiah durante las últimas campañas militares y conflictos políticos. Pero, como un musulmán consciente, Nusair (el padre de nuestro héroe) se negó a unirse a Mu’awiah, que Al-lah Ésté complacido con él, en su campaña contra el Califa ‘Ali ibn Abi Talib, que Al-lah Ésté complacido con él, a pesar del hecho de que él era el protegido de Mu’awiah. Éste valiente acto del padre de nuestro héroe debe haber dejado una gran impresión en Musa, que Al-lah lo Perdone, quién fue enseñado mediante acciones que la obediencia a Al-lah y Su complacencia son más importantes que obedecer a la gente que muestra desobediencia a Al-lah, independientemente de quiénes puedan ser.
Musa, que Al-lah lo Perdone, tuvo su entrenamiento militar en Siria. De hecho, tenía 15 años de edad cuando Mu’awiah dirigió la segunda campaña militar en la historia del Islam, en el año 33 de la Hégira. &Éacute;l debió haber observado muy de cerca los preparativos de ese nuevo tipo de guerra. Musa, que Al-lah Ésté complacido con él, tuvo el honor de participar en las batallas posteriores que se dieron en el mar contra la altamente sofisticada armada romana, que atacó las tierras recién liberadas en las costas orientales del Mar Mediterráneo.
Durante el gobierno de Marwan ibn Al Hakam, que Al-lah lo Perdone, que comenzó en el año 65 de la Hégira, Musa, que Al-lah lo Perdone, fue elegido por el hijo del Califa omeya ‘Abdul ‘Aziz ibn Marwan, que Al-lah Ésté complacido con él, quien lo designó como jefe de asesores cuando él fue nombrado gobernador de Égipto. Se precisaba la ayuda de Musa en Iraq, donde pasó algún tiempo ayudando a otro de los hijos del Califa.
Afortunadamente, para la humanidad y para la historia humana, Musa, que Al-lah lo Perdone, regresó a Égipto en el año 75 de la Hégira, comenzando así una nueva era en su vida y las vidas de millones de personas en el norte de África y la Península Ibérica.
Naturalmente, una gran parte de África del Norte ya había sido liberada del control romano muchos años antes por las rápidas redadas del gran ‘Üqbah ibn Nafi’, que Al-lah lo Perdone, quien construyó la fortaleza de Qairawan en Túnez para ese fin. Pero parecía que se necesitaba mucho trabajo para llevar estabilidad a la zona, especialmente porque aún había allí muchos bolsillos para los romanos y sus partidarios en el área costera, desde donde los ejércitos musulmanes y los asentamientos eran constantemente atacados.

Fue Musa, que Al-lah Ésté complacido con él, quien fue escogido para la tarea de llevar paz y estabilidad a la región del África del Norte, que estaba mayormente habitada por bereberes, quienes estaban acostumbrados a un patrón muy diferente de la vida política y administrativa. &Éacute;l fue elegido gobernador de Qairawam (en Túnez) en el año 85 de la Hégira.

Musa ibn Nusair, el segundo libertador de África del Norte (Parte 2)

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