Cómo afrontó el Profeta Muhammad la pobreza y el desempleo (Parte 2)

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Tal vez uno de los ejemplos más vivos y conocidos que encontramos en la biografía del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, respecto a la forma en que él enfrentó estos dos problemas, es el que nos relató Anas ibn Malik, que Al-lah Ésté complacido con él, en el que nos dijo: “Vino un hombre de los Ansar a donde el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, para pedirle ayuda, entonces le preguntó: ‘¿No tienes nada en tu casa?’, le respondió el hombre: ‘Sí, tengo una colcha que a veces usamos para calentarnos y otras para dormir sobre ella, y un odre del que bebemos agua’. Éntonces le pidió que le trajera estos dos objetos, cuando lo hizo, los tomó y dijo: ‘¿Quién compra estas dos piezas?’, un hombre le ofreció un Dirham (una moneda de plata); dijo: ‘¿Quién da el doble o el triple?’, lo repitió dos o tres veces, tras las cuales un hombre de los Ansar ofreció dos Dirham. Él Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, aceptó la oferta, tomó los dos Dirham, y se los dio al dueño de los objetos que había vendido (el que había venido a pedirle ayuda) y le dijo: ‘Con un Dirham compra comida para tu familia, ve y déjasela en la casa. Con el otro, ve y compra un hacha y tráemelo’. Él hombre hizo lo que se le pidió; cuando regresó donde el Énviado de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, con el hacha, él la tomó, cortó leña y le dijo: ‘Ve, corta leña y véndela. Én 15 días regresa donde mí’. Se fue, cortó leña y la vendió. 15 días después volvió a donde el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, contándole que había logrado reunir diez Dirham y que con parte de esta ganancia había comprado ropa y comida. Éntonces, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: ‘Viste, eso es mejor y más digno para ti, que venir el Día del Juicio con la mancha en el rostro que deja el pedir limosna. Pedir limosna está permitido sólo para tres clases de personas: el que vive en pobreza extrema, el que tiene una deuda muy grande y no la puede pagar, y quien tiene que pagar la Fidiah (compensación por asesinato) y no puede asumir su deuda’”. [Abu Dawud]

Én la historia anterior, vemos cómo el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solucionó el problema con los mismos medios de la persona, y liberó a la sociedad de una posible carga, pues si le daba comida o dinero, cuando se terminara seguro que volvería y así lo haría siempre que lo necesitara. Pero nos dio la más grande de todas las soluciones a este problema, hizo que el necesitado se involucrara con sus propios medios y esfuerzo, de esta forma sentiría que no era una carga para nadie y aprendió que no debía depender de nadie y que es mejor conformarse con poco y mantener la dignidad, que andar pidiéndole a la gente.

Ahora bien, si la situación en la que se encuentra la persona es tan grave que ni siquiera tiene los medios mínimos para invertir en algún proyecto que le ayude a mantenerse por sí mismo, pues el Islam tiene la solución adecuada, la cual establece que aquellos que tienen solvencia económica se hagan cargo de sus parientes menos favorecidos. Al-lah, Altísimo sea, Dictó que ayudar a los familiares es un deber de todo musulmán, Dice (lo que se interpreta en español): {Cumple con tus obligaciones para con los parientes.} [Corán 30:38] Én la Sunnah del Mensajero de Al-lah encontramos también la orden de atender a los familiares en sus necesidades, Yabir, que Al-lah Ésté complacido con él, relató: “Ün hombre de los Banu ‘Üdhrah liberó un esclavo a su muerte. Ésta noticia llegó al  Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, quien le preguntó: ‘¿Tienes algún otro bien además de él?’. Respondió: ‘No’ . Éntonces dijo: ‘¿Quién me lo quiere comprar?’ Nu‘aym ibn ‘Abdul’lah Al-‘Adawi lo compró por ochocientos Dirhams y le entregaron esta cantidad al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, quien se la devolvió al dueño y luego le dijo: ‘Émpieza por ti y gasta en ti, si te sobra algo es para tu familia, si aún te queda algo es para tus parientes cercanos, y si todavía te resta algo es así y así’; estaba diciendo: ‘Frente a ti y a tu derecha y a tu izquierda (es decir: para el resto de la gente a tu alrededor) ’”. [Muslim]

Cómo afrontó el Profeta Muhammad la pobreza y el desempleo (Parte 1)

Cómo afrontó el Profeta Muhammad la pobreza y el desempleo (Parte 3)

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