Quiero dirigirme a ti, como hermano mayor que habla a su amado hermano más joven, como un buen amigo hablando al amigo por el que se preocupa, y como consejo de alguien que te desea sólo el bien y el éxito en la vida.
¿Cómo te has preparado para este mes de Ramadán? De hecho, Ramadán es un mes bendito en el que las puertas del Paraíso se abren, las puertas del Infierno se cierran, los demonios son encadenados, y durante esta época Al-lah, el Éxaltado, libera del Infierno a Sus siervos piadosos.
¿Has decidido arrepentirte ante Al-lah, Glorificado sea, en Ramadán? ¿Has decidido regresar a tu Señor? ¿Has hecho la intención de abstenerte de cometer todos los pecados y malas acciones y dar vuelta a una página nueva en Ramadán? ¿Has formulado un plan de adoración diaria en este mes bendito? ¿Cómo planeas recibir los días y las noches de Ramadán?
Éstas preguntas requieren ser respondidas con sinceridad, honestidad y franqueza, para que el mes de Ramadán no termine antes de que realices actos de adoración y buenas obras, y no pasen sus días y horas perdidas en vano.
Comienza por arrepentirte:
No te estoy acusando de ser un pecador cuando te aconsejo que te arrepientas ante tu Señor. De hecho, el arrepentimiento es el punto de inicio y de fin en el camino recto. És el estado refinado del que mucha gente carece en todos los estados de su migración hacia Al-lah, el Éxaltado.
Él arrepentimiento no es sólo para los pecadores y para quienes mezclan las obras buenas y malas, como piensa la gente. Él Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, quien fue el líder de los esclavos obedientes y de los adoradores devotos, dijo: “¡Oh, gentes!, arrepiéntanse ante Al-lah. Én verdad, yo me arrepiento ante &Éacute;l cien veces cada día”. [Muslim]
Cuando Al-lah, Glorificado sea, ordenó a Sus siervos que se arrepintieran ante &Éacute;l, los llamó creyentes. Al-lah, el Todopoderoso, dice (lo que se interpreta en español): {… Y pedid perdón a Al-lah por vuestros pecados, ¡oh, creyentes!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra].} [Corán 24:31]
De hecho, todos hemos cometido pecados y errores. ¿Quién está libre de pecado entre nosotros? ¿Quién no ha desobedecido a Al-lah, el Altísimo?
Todos cometemos pecados, pero Al-lah, Glorificado sea, es el Indulgente. Las puertas del arrepentimiento siempre están abiertas. &Éacute;l extiende Su Mano por las noches a aquellos que han pecado durante el día para que se arrepientan, y extiende Su Mano durante el día para que aquellos que pecaron por la noche se arrepientan, hasta que llegue el momento en que el sol se eleve por donde normalmente se oculta. Al-lah, Glorificado sea, se regocija en el arrepentimiento de los pecadores arrepentidos. Él Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Al-lah ha abierto una puerta de arrepentimiento al oeste, cuya amplitud es de setenta años, y no se cerrará hasta que el sol salga por occidente”. [Ahmad y At-Tirmidhi]
Él arrepentimiento es un acto fácil y simple que no implica sufrimiento ni trabajo duro. És un proceso sencillo en tres pasos. Él pecador debe dejar de cometer el pecado, mostrar remordimiento por haberlo cometido en el pasado, y decidirse a no cometerlo de nuevo en el futuro.
La importancia del tiempo
Si te arrepientes de tus malas obras del pasado y te abstienes de pecar en el futuro, entonces deberás poner más atención y tener más cuidado para cultivar tu vida y hacer buen uso de tu presente. Si pierdes tu presente, pierdes tu felicidad y salvación, pero si lo atesoras, alcanzarás la felicidad, la salvación, la comodidad, el placer y la dicha.
Él Imam Ibn Al Yawzi, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo:
“He visto a mucha gente desperdiciar su tiempo en forma muy extraña. Si la noche es larga, la malgastan en conversaciones ociosas o leyendo libros inútiles. Si el día es largo, duermen y pasan parte de su día a orillas del Tigris o en los mercados. Éstas personas son como pasajeros en un barco que se los está llevando sin que se den cuenta de ello. Pocas personas entienden el sentido de la existencia, y por ello se pasan la vida preparándose para su partida. Así, uno debe apresurarse a trabajar duro en la temporada de recompensas antes que sea demasiado tarde”.
&Éacute;l, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, también dijo:
“Üna persona debe saber el significado y el valor de su tiempo. No debería desperdiciar ni un momento de su vida haciendo nada que no lo acerque a su Señor. Debe llevar a cabo las mejores obras y ofrecer las mejores palabras. Debe mantener su intención sincera de hacer buenas obras sin letargo, siempre que tal diligencia no mine su habilidad física de hacer más obras buenas”.
Los predecesores piadosos se mantuvieron en una carrera contra el tiempo durante sus vidas. Ün hombre le dijo a ‘Amir ibn ‘Abd Qais, que Al-lah lo tenga en Su misericordia: “Ven a charlar un rato conmigo”. ‘Amir ibn ‘Abd Qais, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, le respondió: “Primero, detén el tiempo”.
Ün grupo de gente visitó a uno de los predecesores piadosos mientras estaba rezando, aunque estaba muriendo. Le reprocharon por ello, y él les dijo: “Mi registro de buenas obras se está duplicando ahora”.
Si una persona sabe que la muerte pondrá pronto final a su vida y que no va a ser capaz de hacer más obras buenas, debe trabajar con diligencia en lo que le resta de vida para beneficiarse en la otra vida.