Pregunta:
¿Cuántas veces hay que hacer el Hayy?
Respuesta:
Lo obligatorio es hacer el Hayy una vez en la vida, si se reúnen las condiciones para realizarlo. Sin embargo, no quiere decir que no se pueda hacer más de una vez. Así que si la persona quiere y puede, que haga todos los Hayy que desee durante su vida.
Pregunta:
¿Se puede hacer el Hayy en cualquier época del año?
Respuesta:
No, el Hayy sólo se puede realizar entre los días ocho y trece del mes de Dhul Hiyyah (doceavo y último mes del calendario lunar). La ‘Ümrah si se puede hacer en cualquier época del año.
Pregunta:
¿La ‘Ümrah es igualmente obligatoria como el Hayy?
Respuesta:
Aunque la ‘Ümrah no es uno de los cinco pilares del Islam, como lo es el Hayy, es obligatoria hacerla una vez en la vida cuando se cuenta con las condiciones para hacerla, según lo opinión de muchos de los Sahabah como Omar Ibn Al Jattab, Ibn ‘Abbas y Zaid Ibn Zabit, que Al-lah esté complacido con todos ellos. Ésta también es la posición de varios de los discípulos de los Sahabah, como Sa’id Ibn Yubair, ‘Ata’, Tawus, Muyahid, Al Hasan e Ibn Sirin, que Al-lah los tenga a todos ellos en Su misericordia. Además, es lo establecido en las dos escuelas de la Jurisprudencia Islámica la Shafe’ita y la Hambalita.
Pregunta:
¿Én qué año se hizo obligatorio el Hayy?
Respuesta:
Al respecto existe discrepancia en la opinión de los ‘Ülama’ (sabios y especialistas de las ciencias islámicas). Algunos mencionan que el Hayy se hizo obligatorio en el sexto año de la Hégira (emigración del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, de Meca a Medina), basados en que el sexto año, cuando se hizo el pacto de Al Hudaibiah, se reveló la aleya (que se interpreta en español): {Y completad la peregrinación y la ‘Ümrah [visita ritual a la Casa Sagrada, que puede realizarse en cualquier época del año] por Al-lah.} [Corán 2: 196]
Mientras que otros opinan que fue en el año séptimo, octavo, noveno y/o décimo. Sin embargo, otra gran prueba es el año que se reveló la aleya (que se interpreta en español): {És una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerlo [físicas y económicas]. Y quien niegue lo que Al-lah ha prescripto, sepa que Al-lah prescinde de todas las criaturas} [Corán 3:97], que fue el año de las expediciones, es decir, el año noveno de la Hégira.
Pregunta:
¿Qué prima, hacer el Hayy cuando se tiene el dinero, o utilizar este dinero para pagar las deudas que se tienen o invertirlo en un proyecto para asegurar la estabilidad de la familia, como comprar una casa?
Respuesta:
Én cuanto a la persona que tiene deudas, pues esta es considerada como alguien que no reúne las condiciones para cumplir con el Hayy, ya que el dinero que tiene o consigue para hacerlo no le es suficiente para pagar lo que debe y hacer la peregrinación. Én este caso prima pagar las deudas y tener paciencia hasta que Al-lah le dé la capacidad de reunir el dinero necesario para que pueda ir y cumplir con su deber hacia &Éacute;l. Ahora bien, si el acreedor le autoriza ir a hacer el Hayy, puede hacerlo siempre que luego que regrese de su viaje tenga la posibilidad de seguir cumpliendo con sus obligaciones respecto a la deuda, es decir, que pueda pagarla dentro del tiempo establecido.
Pregunta:
¿És obligatorio que la mujer cuente con la aprobación de su esposo para realizar el Hayy?
Respuesta:
La mayoría de los ‘Ülama’ afirman que ningún hombre puede prohibir que su esposa haga el Hayy cuando ella cuenta con las condiciones para hacerlo, pues ella, al igual que él, al contar con estas condiciones debe hacer la peregrinación lo más pronto que le sea posible. Ahora bien, si él se niega y no quiere dejarla ir a cumplir con su obligación, ella puede hacerlo sin su permiso y no estaría cometiendo ninguna falta por ello, ya que cumplir con las obligaciones establecidas por Al-lah prima sobre lo que quiere o manda algún ser humano. Én este caso, la mujer debe asegurarse de contar con un Mahram (hombre con el que no se puede casar por razones de consanguinidad, como el padre, el hermano y el tío; o por parentesco como el esposo, el hijo del esposo, y por parentesco por leche, como los hermanos de leche).