Cómo el Profeta afrontó el problema del alcoholismo y la drogadicción (Parte 3)

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Én varias ocasiones, los Sahabah, que Al-lah Ésté complacido con todos ellos, le pedían al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, que les recomendara algo en particular; así, tenemos que algunas veces, en base a lo que las personas más necesitaban, él les instaba a no consumir sustancias embriagadoras, además de llamarlos a la adoración de Al-lah únicamente.

 
Valiéndose de ejemplos reales sucedidos a gente de bien, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, advertía a su gente sobre la pérdida de la conciencia y el entendimiento cuando se bebe alcohol, dijo: “Aléjense de los embriagantes, pues cierto es que había un hombre virtuoso que acostumbraba alejarse de la gente para adorar a Al-lah. Üna mujer influyente de su pueblo se encaprichó con él, así que envió a una sirvienta para invitarlo a su casa, le dijo: ‘Mi señora te invita a su casa para hacer la Shahadah (testimonio de fe)’; sin dudarlo acudió a la cita. Al entrar, cada puerta que atravesaba se la cerraban, hasta que llegó a donde estaba su anfitriona. Én esa habitación había junto con ella un sirviente y una botella de licor; entonces, la mujer le dijo: ‘Yo no te he llamado para lo que te informó mi sirvienta, sólo quiero que me hagas tuya. Ahora bien, tienes tres opciones para salir: la primera es que mates al muchacho, la segunda que bebas de esta botella y la tercera que te acuestes conmigo’. &Éacute;l pensó en lo menos grave de todo lo que se le ofrecía, por eso decidió beber un vaso de licor, al hacerlo pidió otro, y finalmente terminó fornicando con la mujer y matando al sirviente. Así que aléjense del licor, pues el alcoholismo y la fe no son compatibles, o se es alcohólico o creyente, no se puede ser los dos al mismo tiempo”. [An-Nasai’ e Ibn Hibban]
 
Desde un principio hemos mencionado la palabra embriagante, pues la prohibición de este tipo de sustancias incluye todo lo que perturbe la razón y el sano juicio, como sucede con las personas que consumen licor o utilizan alucinógenos, estupefacientes y drogas que tienen el mismo efecto. Tenemos, entonces, que no importa el nombre que se le dé o la clase de sustancia de la que se hable, la prohibición es para todo lo que cause esos efectos en la persona. Además, el consumo en sí no se refiere únicamente a la cantidad que se deba ingerir para embriagarse y perder la razón, pues el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, fue bien claro en establecer que poco o mucho es Haram (ilícito, prohibido).
 
Nos encontramos, además, con personas que alegan que algunas bebidas alcohólicas son beneficiosas para la salud, al respecto el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Ciertamente el Jamer (los embriagantes) es dañino y no es para nada una cura contra los males”. [Ahmad] Pueda ser que esté compuesta por alguna sustancia que se utilice para el tratamiento de una enfermedad determinada; sin embargo, por el hecho de formar parte del Jamer, el mal que genera es mucho mayor al pequeño beneficio que pueda tener, como nos lo Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Te preguntan [¡Oh Muhammad!] acerca de las substancias embriagantes y los juegos de apuestas. Diles: Son de gran perjuicio, a pesar de que también hay en ellos algún provecho para los hombres; pero su perjuicio es mayor que su provecho.} [Corán 2:219] Y además, no existe una sola enfermedad cuyo tratamiento exija exclusivamente el consumo de embriagantes y/o alucinógenos. Én el caso de que estas sustancias sean el único medio disponible y luego de haberse asegurado seriamente y a conciencia de que no existe un medicamente Halal (lícito) que disminuya el dolor a personas con enfermedades avanzadas, por ejemplo, entonces pueden usarse sólo en las cantidades mínimas necesarias para calmarlo. Dice Al-lah, el Omnisciente y Todopoderoso (lo que se interpreta en español): {Y quien, en caso extremo, se vea forzado [y consuma de lo vedado] pero sin intención de pecar [transgredir o excederse sepa que,] Al-lah És Absolvedor, Misericordioso.} [Corán 5:3] De esta aleya entendemos que lo vedado se permite en casos extremos, pues salvar una vida prima sobre el consumo de lo Haram. Además, queda bien claro que esta excepción a la regla no se aplica a casos en los que no hay necesidad, como aquellos que alegan que el vino es beneficioso para el corazón y la digestión, o que la cerveza fortalece los huesos, porque existen alimentos y medicamentos lícitos para ello; por otra parte, si se deja de consumir vino no le va a sobrevenir un paro cardíaco a una persona, igual que si dejara de beber cerveza sus huesos no se romperían por falta de esta bebida. Él mal que encierran estas bebidas es mayor al poco beneficio que pudieran tener en realidad, así que no se pueden consumir ni en mucha ni en poca cantidad.
 
 
 

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