Perlas de la Ciencia de la Sunnah 5
{Ni habla de acuerdo a sus pasiones. &Éacute;l sólo trasmite lo que le ha sido revelado.}
[Corán 53:3-4]
La historia de la Sunnah
La era de los Compañeros y sus seguidores – II
Én el anterior artículo, hicimos una introducción al tema de la metodología desarrollada y utilizada por los Compañeros para preservar y difundir la Sunnah, señalando las principales características de la manera en que ellos entendieron, practicaron y transmitieron la Sunnah, la cual también representa las bases de la metodología que analizaremos aquí. Én este artículo daremos más detalles sobre esta metodología.
La mayoría de los eruditos agrupan los aspectos más importantes de esta metodología en las siguientes siete categorías: prudencia en narrar los hadices; verificación y confirmación de los hadices antes de aceptarlos; crítica, discusiones y evaluación de la narración; viajar para buscar y confirmar los hadices; memorización, práctica y escritura de los hadices. Algunos eruditos se refieren a estos aspectos como “reglamentos”, “métodos” o “formas” en lugar de metodología.
1. Prudencia en la narración de los hadices:
Debido al hecho de que la Sunnah es una revelación y una fuente sagrada para esta religión, los Compañeros, que Al-lah Ésté complacido con todos ellos, eran muy cuidadosos cuando narraban lo que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, decía o hacía. Éste cuidado fue ilustrado en:
· Évitar la narración a menos que tuvieran que hacerlo. Abdurrahman ibn Abi Laila dijo: “Me he encontrado con 120 Compañeros de los Ansar, ninguno de ellos narra un hadiz ni responde una pregunta de fatwa a menos que absolutamente no tenga otra opción sino hacerlo. Üno te mandaba a preguntarle a otro; tanto así que ibas de uno a otro hasta que regresabas al primero que habías preguntado”. Éllos comprendían que estaban transmitiendo el mensaje traído a ellos por el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y que la gente lo veía de esa manera, por eso, cada uno quería que el otro lo hiciera porque tal vez él sabía más. Sin embargo, esto no debe ser interpretado en el sentido de que ellos evitaban difundir el mensaje o enseñar el Islam a otros. Ésta prudencia indica que ellos eran totalmente conscientes de su rol y su importancia. Éllos preferían dejar a otros, quienes tenían mayor conocimiento, hacer el trabajo, pero cuando tenían que hacerlo, lo hacían de la mejor forma posible.
· Limitar o desalentar la narración. Ésta actitud fue adoptada con el propósito de proteger la Sunnah porque esto minimiza la posibilidad de errores u olvidos que de otra forma podrían causar que la gente dudara de la Sunnah o desconfiara de los narradores. Ésta tendencia fue fuertemente alentada por los califas Abu Baker y Omar ibn Al Jattab, y fue aceptada y practicada por los Compañeros, que Al-lah Ésté complacido con todos ellos. Ésta actitud está fundada en el famoso hadiz narrado por muchos Compañeros: “És suficiente para que uno caiga en la mentira narrar o repetir todo lo que escucha”. [Bujari y otros]
· Animar la narración de los compañeros con mayor conocimiento. Para lograr un necesario equilibrio entre ser cautos y asegurar la transmisión de la religión y la difusión de sus enseñanzas, los Compañeros, que Al-lah Ésté complacido con todos ellos, los compañeros que tenían un conocimiento muy amplio –como aquellos recomendados por el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam– nunca dudaron en narrar, escribir o enseñar la Sunnah. Éxisten cientos de hadices que incentivan tal práctica siempre y cuando sea hecha de la forma correcta, algo a lo que estaba dirigido este difícil equilibrio.
· Optar por la narración verbal. Guiada con la instrucción en el hadiz: “Que Al-lah bendiga a la persona que escucha una declaración de nosotros y la transmite tal como la escuchó”. Los Compañeros, que Al-lah Ésté complacido con todos ellos, hicieron todo lo humanamente posible para mantener su narración verbal de lo que escuchaban exactamente del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Éxisten reportes de muchos incidentes que dan testimonio de este hecho. Su sorprendente dominio del árabe –lo que era común entre ellos–, el hecho de que ellos vieron y escucharon al Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, decir, hacer y explicarles sus enseñanzas repetidamente, así como su comprensión de la necesidad de transmitir verbalmente estos hadices, todo se combinó para que les fuera más fácil no causar cambios al narrar los hadices.