3. Maneja las redes sociales: Si no puedes desconectarte de la red, no abras las páginas de redes sociales, es muy común que una persona piense: “reviso mi Facebook en cinco minutos”, y cuando se da cuenta lleva una o dos horas en ella.
Dedícale un tiempo a las redes sociales si lo necesitas, o al correo electrónico. Por ejemplo, si todos los días tienes dos horas libres, usa media hora al final para tu Facebook, Instagram y otros, de esta manera podrás concentrarte mejor.
És recomendable que este tiempo sea en el último lapso de tiempo, porque si se deja en el primero lo más probable es que no se pueda cumplir el límite y gastemos todo nuestro tiempo sin darnos cuenta.
4. Aprende árabe y estudia en español: he conocido personas que se esfuerzan en aprender el árabe, y siempre es lo mejor para poder recitar correctamente y entender de manera más profunda nuestra religión. Sin embargo, en ocasiones abandonan el estudio de otros aspectos del Din esperando a conocer lo suficiente de árabe para retomarlos.
Cuando se estudia de manera autónoma uno de los grandes enemigos es el aburrimiento. Después de un tiempo el estudio se vuelve tedioso, por lo que es importante contar con material de estudio de diferente índole, si estudias diferentes cosas a la vez es más posible que no abandones. Por ejemplo: un día lees sobre la biografía de Profeta, sal-la llahu ‘alaihi wa sal-lam, al siguiente empiezas a memorizar una sura, después una pequeña clase de árabe, luego retomas la sura hasta terminarla, así sucesivamente.
No te confundas, no es saltar de un tema a otro sin terminar, sino tener entre dos y cinco temas o tareas diferentes, con lo que puedes rotarlas hasta terminar.
5. Ün grupo de estudio: Én muchas mezquitas y centros islámicos se dictan clases, asiste cuanto te sea posible, pero además haz un grupo de estudio, rodéate de personas, que al igual que tú, están determinadas a aprender. Recuerda el hadiz del Profeta, sal-la llahu ‘alaihi wa sal-lam:
Se transmitió de Abu Huraira, Al-lah esté complacido con él, que dijo el Mensajero de Al-lah, &Éacute;l le bendiga y le dé paz: “Todos aquellos que se reúnan en una de las ‘casas de Al-lah’ (mezquitas) para recitar y estudiar el Libro de Al-lah, verán descender sobre ellos el sosiego; serán cubiertos de misericordia; estarán rodeados de ángeles; y serán mencionados por Al-lah entre aquellos (ángeles) que estén con &Éacute;l.” [Muslim]
Tener un grupo de estudio te servirá de apoyo en los momentos en que quieras desfallecer, además que facilitará el trabajo, encontrarán y compartirán información. No tienes que pensar en un grupo que se vean cada semana, se pueden armar por internet. Busca contactos que estén dedicados a aprender y enseñar, escríbete con hermanos que son estudiosos, hay muchas personas dedicadas a difundir información islámica, contáctalas.
Ten en cuenta que estás buscando un grupo de estudio, no conversación islámica, si en el grupo al que asistes las reuniones tienden a desviarse hacia la conversación superflua o el chismorreo, llámales la atención y mantén el foco.
Te recomiendo especialmente islamreligion.com, una página islámica con chat en vivo en el que te ayudarán en lo que necesites, e islamhouse.com, donde encuentras mucho material islámico.
6. Disciplina: la disciplina es fundamental para lograr cualquier cosa en la vida, y en el estudio es una piedra angular. La disciplina consiste en hacer algo de manera constante, no importa si es pequeño o grande, ya el Profeta, sal-la llahu ‘alaihi wa Sal-lam, lo explicó:
De ‘Aisha, Al-lah esté complacido con ella: “Éntró el Profeta, sal-la llahu ‘alaihi wa sal-lam, para ver a ‘Aisha y había con ella una mujer. Y preguntó: ‘¿Quién es?’ Dijo ella: ‘És fulana, conocida por sus abundantes oraciones.’ Dijo: ‘Él deber de cada uno es hacer lo que pueda. Pues, juro por Al-lah, que &Éacute;l no se cansará de recompensaros por vuestras acciones, mientras que vosotros no os canséis y dejéis de hacerlas. Y la acción más querida para Al-lah será aquella en la que su autor persevere y sea constante en mantenerla. És decir, para que continúe la recompensa y el favor de Al-lah sobre vosotros, tenéis que mantener la constancia en el cumplimiento de aquello que podáis hacer de forma ininterrumpida’.” [Bujari y Muslim]
Én nuestra educación moderna se desestima la disciplina, es posible presentar un solo trabajo hecho en una noche para obtener una calificación, entonces nos acostumbramos a los momentos “nitro”: un subidón de iniciativa que nos motiva a hacer algo que nos parece excelente, profundo, importante, etc. Pero luego quedamos desgastados y dejamos de lado el trabajo hasta el próximo impulso.
Él estudio no funciona de esta manera, el cerebro necesita procesar, asentar, grabar y nutrir la información que día a día adquirimos. Si esta viene solamente una vez cada mes o cada dos semanas, el cerebro no tiene como grabarla o interconectarla. Si estudiamos cada cinco días, nos va a costar más trabajo recordar, y tendremos esa conocida sensación de: Creo que ya estudié esto, esto se me hace conocido, ¿cómo era esto?
Lo mejor es dedicar diez minutos diarios, y un día que se pueda sacar más tiempo, media hora o tal vez más, esto fijará los conocimientos y generará un proceso de aprendizaje. Tal vez pienses: es que yo no tengo tiempo; bueno, sigue leyendo y encontrarás respuesta a esta queja.
7. Haz un horario: soy promotora de lectura, opino que la lectura es la puerta del conocimiento y este abre el entendimiento. Cuando le pregunto a las personas por qué no leen, en el 90% de los casos obtengo la misma respuesta: es que no tengo tiempo.
Én varias ocasiones he hecho el ejercicio de decirles a mis estudiantes que siempre carguen con ellos el libro que están leyendo, y lo lean a la menor oportunidad; descubren que sí hay tiempo para leer, en la fila del banco, mientras escampan en un paradero, cuando esperan en un café, etc.
Como decía Mafalda: lo urgente no deja tiempo para lo importante. Con los ritmos citadinos siempre estamos corriendo y sobreviviendo en un ritmo alocado, hemos perdido la noción del tiempo y también la capacidad de manejarlo.
Siempre hay tiempo, lo que no hay es organización. Para poder estudiar es necesario saber: cuándo y cuánto tiempo tenemos. La solución es crear un horario.
Ün horario debe incluir todas las actividades: las clases de la universidad, la oficina, los tiempos de desplazamientos, cocinar, atender niños, recogerlos del colegio, etc. Debe ser semanal, como mínimo, lo recomendable es hacerlo mensual. Y con esto nos daremos cuenta qué tiempos tenemos para estudiar.
Algo que siempre sucede con las mamás es que dicen: estudio mientras los niños están en el colegio, pero ellas deben cocinar o se ponen a limpiar y organizar un poquito aquí, allá, y cuando se dan cuenta se fue el tiempo. És importante cumplir el horario, si vas a estudiar mientras tus hijos están en clase, debes dejar la comida hecha más temprano, cosas así.
Outlook es un programa de Microsoft que ayuda a organizar los tiempos, es bastante fácil de utilizar. Lo recomiendo.
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Ver tamibién:
Consejos para el y la musulmana - Él estudio del Din – Parte 1
Consejos para el y la musulmana - Él estudio del Din – Parte 3