Él Islam hace hincapié en el valor del tiempo y en ocuparse uno mismo de forma constructiva. Ésto se evidencia en la forma en que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dirigió a sus Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, para que se disciplinaran y realizaran ciertos actos de adoración en ciertos momentos, teniendo así una rutina a seguir y organizando su día acorde a ella.
Apegarse a una rutina diaria
Él tiempo del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, estaba ocupado en una serie de actividades: personales, comunitarias y espirituales. Su día estaba dividido entre esas actividades. Había momentos regulares de oración, y se esperaba que los musulmanes realizaran las cinco oraciones en congregación en la mezquita. Üno no podía rezar antes o después de cierto período de tiempo, pues debían observarse los horarios de las oraciones. Ésto alentó la puntualidad y el mantener los horarios. Además, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, rezaba Salat Ad-Duha, una oración voluntaria que puede hacerse en cualquier momento después de que el sol se eleva del horizonte la distancia de una lanza en el cielo.
Adicionalmente, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, prohibió a sus Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, que durmieran después de la oración de la mañana, pues Al-lah, el Altísimo, bendice la hora de la madrugada. &Éacute;l solía permanecer en la mezquita hasta el amanecer y tenía conversaciones con los Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos.
Él Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, más tarde tenía sus comidas, atendía a la comunidad y dedicaba tiempo a sus esposas y familia. &Éacute;l, sallallahu ‘alaihi wa sallam, comía muy poco casi todos los días, al igual que sus Compañeros más pobres, que Al-lah esté complacido con ellos. No hubo cenas extravagantes ni banquetes ceremoniales, como era costumbre en la mayoría de gobernantes y líderes. Por la noche, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, se ponía de pie para el Tahayud (oraciones nocturnas voluntarias), y despertaba al resto de su familia también.
Contrario a lo que los no musulmanes han llegado a pensar, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no estaba constantemente ocupado en batallas y asuntos de guerra. &Éacute;l se comunicó con reyes y emperadores, invitándolos al Islam. Énvió a algunos de sus hombres como enviados o representantes para negociar con otros, ayudando a cualquier persona que le pidiera ayuda, y trabajó para satisfacer las necesidades de los musulmanes. Además, si un cuerpo diplomático llegaba a Medina para reunirse con él, la reunión era programada para el primer momento disponible. Sin embargo, si el grupo iba a permanecer en Medina por un tiempo, entonces las reuniones con dicho grupo eran incluidas en el plan regular de actividades. Ün ejemplo de este sistema quedó demostrado cuando el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, trató con la representación diplomática de Banu Zaqif. Ya que el grupo iba a permanecer un tiempo en Media, el Profeta los visitó y habló con ellos después de cada oración nocturna. [Asad Ül Ghabah 1/168]
Apegarse a una rutina semanal y mensual en la ejecución de los actos de adoración
Én el Islam, el viernes es considerado un día importante de la semana y tal día es una festividad, también es considerado un tercer ‘Id por parte de los musulmanes. Los musulmanes siguen las tradiciones proféticas de tomar un baño, aplicarse perfume y dirigirse a la mezquita, donde se congregan para el Jutbah (sermón) del viernes y para rezar. Los lunes y jueves, es una Sunnah (tradición profética) ayunar, pues el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía ayunar los lunes y los jueves, y solía decir: “Son dos días en los que las obras son mostradas a Al-lah, Glorificado sea, y me gustaría que mis acciones Le sean mostradas mientras estoy ayunando”.
Por otra parte, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, animó a sus Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, a ayunar durante los Ayam Al Bid (los días blancos). Éstá registrado que Abu Darr, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Él Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, me dijo: ‘Si ayunan en cualquier momento del mes, entonces ayunen los días 13, 14 y 15’” [An-Nasa’i, Ibn Mayah, Ahmad]. A meses como Sha’ban y Muharram se les otorga importancia y se anima a ayunar durante ellos.
Por lo tanto, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, es un ejemplo para todos los musulmanes en la forma como manejó su tiempo e hizo el mejor uso del mismo. Fue el uso eficiente del tiempo y del talento lo que llevó a la Ümmah a su gloria y dio origen a las grandes personalidades en la historia islámica, quienes sirvieron al Islam y dedicaron su vida a su difusión y enseñanza. Generales, eruditos, gobernantes, médicos: su modelo fue, primero y principalmente, el gran Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam.