Las oraciones que Al-lah nos ha ordenado realizar tienen un gran efecto en las almas y los corazones de las personas, y no solamente para los musulmanes, sino también para los incrédulos. Éxisten muchas historias que escuchamos respecto al efecto que la oración tiene sobre los no musulmanes, y cómo fue esta la razón por la que abrazaron el Islam.
Üna mujer de Filipinas relató su hermosa historia de cómo ella se hizo musulmana: “Nunca sentí que mi vida tuviese algún valor, y no sentía ningún gusto por ella. Nada a mi alrededor tenía sentido y todo parecía ridículo. Crecí en una familia católica que era muy estricta en enseñarme el cristianismo, y ellos siempre esperaron que yo me convirtiera en misionera, pero algo dentro de mí siempre me decía que sus sueños jamás se harían realidad. Solía despertar todos los días al amanecer, y algo dentro de mí me decía que rezara para ser aliviada de la ansiedad, y esto se repetía en el ocaso. ‘¿Qué tipo de oración es esta?’, solía preguntarme. Éstaba sedienta de algo diferente a lo que mi gente me ofrecía. Solía rezar y suplicar a Dios para que me otorgara la luz de la guía. Éntonces, un día, sentí un gran deseo en mí que me forzaba a rezar en un ligar sin imágenes de objetos animados en él, así que busqué por largo tiempo hasta que encontré ese lugar: era una hermosa y pequeña mezquita en las afueras de nuestro pueblo, situada en medio de verdes campos de arroz. La primera vez que puse un pie en ella estaba estremecida, pero tan pronto como ingresé en ella sentí mi corazón tranquilo y me di cuenta que este era el lugar que estaba buscando y en el que estuve pensando por largo tiempo. Dentro de esta mezquita conocí a una mujer musulmana, quien me enseñó cómo realizar la ablución y cómo rezar al &Üacute;nico, al Todopoderoso. Me uní a los musulmanes en sus oraciones por primera vez en mi vida, y tan pronto como empezamos la oración sentí llena de tranquilidad y calma; estaba emocionada cuando me postré en el suelo y sentí que quería volar por la alegría de haber encontrado esta oración. Ésto era justo lo que estaba buscando y lo cual estaba sedienta. La oración se ha convertido en mi amiga íntima, la cual me ha mantenido siempre acompañada. Le dije “adiós” a la depresión porque ya no tiene lugar en mi corazón, ya que Al-lah me Ha guiado al Islam y me Ha honrado con Su oración; y si no hubiese sido por Al-lah, yo nunca habría sido guiada.
Algunos cristianos lamentan no ser musulmanes cuando ven a los musulmanes rezar. Ün escritor francés dijo: “Siempre que entro en una mezquita soy conmovido por una fuertes emociones; en otras palabras, lamento no ser musulmán”.
Otra de estas personas escribió: “Las cinco oraciones diarias de los musulmanes son una reflexión de cómo esta religión purifica el alma de una manera muy efectiva e influyente, que afecta tanto al que reza como a quien lo observa”
La oración fue la razón que hizo que algunos judíos se volvieran musulmanes, como fue el caso de Sa’id Ibn Al Hasan, quien era un judío de Alexandría y abrazó el Islam en 1238 d.C.
Muchos médicos occidentales reconoces la importancia de rezar y el efecto que tiene sobre el cuerpo y el alma. Él doctor Thomas Hizelope dijo: “Üna de las cosas más importantes que ayudan a dormir bien por las noches, la cual he descubierto en mis largos años de investigación y experiencia, es la oración de los musulmanes. Digo, desde el punto de vista de un doctor, que esa oración es uno de los medios más importantes jamás conocidos por el hombre para lograr la tranquilidad, la serenidad y la relajación”.
Él doctor Alex Carlisle, quien obtuvo el Premio Noble de medicina, dijo acerca de la oración: “Élla da energía al sistema nervioso y los órganos del cuerpo; de hecho, este es el energizante más poderoso conocido hasta la fecha. He visto muchos pacientes, en los que la medicina ha fallado, ser curados por sus oraciones. Los actos de oración son como una fuente de radiación y son un autoenergizante; yo personalmente he testificado cómo la oración ha curado muchas enfermedades tales como las infecciones de los huesos, cáncer y otras”.
La postración juega un papel muy importante en quitar la angustia y preocupación del musulmán; cuando un musulmán lo hace, es invadido por la tranquilidad y la calma, lo cual causa que tenga certeza en Al-lah y crea en Su unicidad. Mucha gente en Japón se postran cuando se sienten deprimidos, exhaustos o afligidos, sin saber que esto es un pilar de la oración para los musulmanes.
Ün incrédulo alemán ponía su frente en el suelo cuando se sentía perturbado por algo, pero ignoraba el Islam; un día, vio a unos musulmanes rezando y poniendo su frente en el suelo durante su oración. &Éacute;l les preguntó acerca de esta acción que estaban realizando, ellos le informaron que esta era la forma de rezar en el Islam, y así él se hizo musulmán.
Desafortunadamente, la oración se ha convertido en un acto habitual para muchos musulmanes y muchos de ellos se sienten agobiados por ella, aún cuando uno solo necesita gastar una porción muy corta de tiempo en la oración. Incluso si es una oración larga, no tomará más de 15 minutos, entonces ¿por qué una persona es tacaña consigo misma y no gasta unos cuantos minutos de su día en observar la oración para así obtener grandes beneficios?; mientras que por otro lado, fácilmente puede gastar largas horas visitando a sus amigos y quedándose hasta tarde de la noche sin ningún beneficio.
La oración no es un mandato dado por un ser humano a quien las gente teme y por eso obedecen, sino que es una forma de implementar la religión en la que uno cree y acepta voluntariamente; es uno de los pilares del Islam, y en mayor de todos los pilares después de los dos testimonios de fe.
Ya que hemos aceptado voluntariamente el Islam como nuestra religión, ¿por qué no cumplimos con sus pilares completamente?
¿Acaso no estamos de acuerdo en que quien vive en un país debe adherirse a sus leyes?
¿Acaso una persona no será castigada y humillada si insiste el transgredir esas leyes? ¿No se apegaría a las leyes por temor?
¿Cómo puede uno temer a un policía y ser indiferente al castigo de Al-lah?
Somos testigos de cómo muchos carros se detienen ante la luz roja y no se atreven a cruzar, mientras que las personas abiertamente se atreven a desobedecer los mandatos de Al-lah y se entregan a las prohibiciones.
La oración no limita nuestra libertad, ni nos priva de disfrutarla. La gente de diversas comunidades están de acuerdo en que ellos no son tan libres como los animales que viven en la selva, sino más bien que tienen la libertad de hacer lo que deseen dentro de los límites y reglamentos que sus países han establecido. Si no fuera por esos reglamentos y limitaciones, la vida se volvería caótica y desenfrenada. Incluso quienes viven bajo los sistemas más abiertos y liberales tienen que adherirse a ciertas reglas y leyes.
Incluso los insectos y animales tienen un sistema de vida y viven de acuerdo a él, esto se puede ver claramente en la coordinación de las abejas y las hormigas para realizar sus tareas y recolectar alimentos.
Tenemos la libertar de decisión en nuestras vidas para comer, beber, ayunar, dormir, viajar, comprar y vender, pero esta libertar está dentro del sistema divino establecido por Al-ah. Üno de los derechos que tenemos como seres humanos, es que no nos someteremos o nos doblegaremos sino a la voluntad y poder de Al-lah.
Así como es esencial para nosotros el comer y beber, también necesitamos rezar; porque la comida y la bebida son la fuente de la cual nuestro cuerpo adquiere su energía, mientras que la oración es la fuente de la cual el alma obtiene energía y tranquilidad. La oración es lo que distingue a un creyente de un incrédulo, como dijo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “Éntre un hombre y la incredulidad y el paganismo, está en abandono de la oración”. [Muslim]
Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “La raíz (es decir, los fundamentos) de este tema es el Islam, su pilare es la oración y su cima es el Yihad (la lucha en la causa de Al-lah)”.
Quien ha abandonado la oración, ¿por qué se obliga a sí mismo a ser musulmán si siente que puede estar sin el Islam? ¿Acaso teme que la gente diga: “&Éacute;l es un musulmán comprometido y temeroso de Al-la”? ¿O es que acaso disfruta que la gente diga: “&Éacute;l es un pecador que intenta desafiar a Al-lah”?
¿Obedecemos al jefe en nuestro trabajo y desobedecemos a Al-lah?; ¿es él más respetado ante nuestros ojos?; ¿tiene acaso un rango más elevado que el de Al-lah?
La oración es necesaria para el siervo porque ella refina sus modales y lo protege de la maldad y el desvío. Él que sabe que muy pronto comparecerá ante Al-lah encontrará muy difícil pecar.
Él Imam Ibn Taimiah, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “Éxisten dos beneficios de la oración: uno que es que previene a la persona de la maldad y la inmoralidad, y el segundo es que la mención de Al-lah”.
Él Imam Al Qasimi, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “La oración que previene a la persona de pecar es aquella de la que gana recompensa, y esa es la que realiza con sumisión mientras que no hace nada que la pueda anular”.
¡Oh, tú que has abandonado la oración! Te aconsejamos regresar a ella porque nadie será capaz de protegerte cuando te encuentres con Al-lah; nadie cargará con tus pecados; tu riqueza y tus hijos no serán de ningún beneficio para ti entonces; tu juventud y posición en la vida no durarán para siempre; lamentarás tus faltas en un Día cuando el pesar sea inútil; la muerte atacará repentinamente mientras esté distraído.
Ün hombre de los Ansar, que Al-lah Ésté complacido con ellos, le preguntó al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “¿Quién es el hombre más inteligente y el más honorable ante Al-lah?” &Éacute;l, sallallahu ‘alayhi wa sallam, respondió: “Quienes mencionan más la muerte y se preparan más para ella son los más inteligentes; esa gente ha ganado el honor en esta vida y la recompensa en la otra”. [Ibn Mayah]
Finalmente, recordemos que la primera cosa por la cual el siervo deberá rendir cuentas es la oración… Si esta en buena, entonces él tendrá éxito y todos sus asuntos también serán buenas. De lo contrario, él perderá, como en la narración de Abu Hurairah, que Al-lah Ésté complacido con él, quien dijo: “Él mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘Él primero de los actos del hombre por el cual será llamado a rendir cuentas el Día de la Resurrección, será la oración. Si se encuentra que esta fue perfecta, él estará a salvo y tendrá éxito; pero si está incompleta, él será desafortunado y perdedor’”. [At-Tirmidhi]