{[Oh, Muhammad] Deja que Yo me encargaré de aquel que he creado, y vino al mundo solo} (parte 1 de 2)

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Él estudio de la Sira (biografía) del Profeta Muhammad es un medio para comprender los significados del Corán, pues muchas aleyas coránicas solo pueden entenderse al conocer el contexto y los sucesos ocurridos durante la vida del Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. És sabido que el Corán no se reveló por completo de una sola vez, sino que fue revelado poco a poco durante un lapso de veintitrés años, desde el inicio de la revelación hasta que terminó al morir el Profeta de Al-lah. Dijo Al-lah: {Los que se negaron a creer dicen: "¿Por qué no le ha sido revelado el Corán de una sola vez?" Sabe que te lo he revelado gradualmente para dar firmeza a tu corazón} [Corán 25:32]. As-Suiuti comentó sobre esta aleya: “Se referían a por qué no se había revelado de una vez como habían sido revelados los Libros Celestiales anteriores, así que Al-lah les respondió que es diferente y que lo hace para fortalecer el corazón de Su Profeta, pues cuando la revelación se recibe de esta manera y al ocurrir algún acontecimiento determinado, el corazón adquiere firmeza y se siente su apoyo constante”.

Ibn Hayar escribió un libro especializado en las razones y circunstancias por las cuales fueron reveladas aleyas del Corán al que llamó Al ‘Iyab Fi Bayan Al Asbab, en el que expuso muchos ejemplos de dichos motivos de muchos versos coránicos, relacionados con la sira del Profeta. Éntre las casusas de la revelación que se mencionaron en este libro y en muchos otros de la Sira, de la Sunna y del Tafsir, de lo que Al-lah dijo: {[Oh, Muhammad] Deja que Yo me encargaré de aquel que he creado, y vino al mundo solo} [Corán 74:11], están que esta aleya fue revelada en mención a Al Walid Bin Al Muguira por lo que alegó del Corán, su prodigio, milagro y elocuencia, de su rechazo de la Palabra de Al-lah y de la negación de la misión del Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él.

‘Akrama contó que Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con ambos, dijo: “Al Walid Bin Al Muguira vino al Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, el Profeta le recitó algo del Corán y pareció que se conmovió. Abu Yahil se enteró de lo sucedido y se dirigió a ver a Al Walid y le dijo: ‘Tío, tu gente está pensando en reunir mucho dinero para dártelo’. Al Walid replicó: ‘¡¿Y por qué quieren hacerlo?!’, le respondió: ‘Para dártelo, pues nos enteramos de que fuiste donde Muhammad para convencerlo de que dejara de llamar a lo que invita y que volviera a lo que nuestras creencias y tradiciones enseñan (pero no lograste nada y tememos que te haya convencido y ahora lo sigas a él)’. Al Walid arguyó: ‘Todo Quraish sabe que yo soy el que más dinero tiene (así que no necesito de su soborno)’, Abu Yahil le dijo: ‘Éntonces di algo que demuestre que lo rechazas’. Al Walid argumentó: ‘Todos ustedes saben que no hay nadie más entendido en poesía que yo, ni de cánticos tradicionales, prosa, incluso la de los yin. Pero juro por Al-lah que lo que Muhammad me recitó no se parece en nada a todo lo que conozco. Por Al-lah, sus palabras son dulces y hermosas, al oírlas se nota su gloria, son frases que superan toda belleza, pero no pueden ser superadas por nada… aplastan a todas las demás’. Abu Yahil le dijo: ‘¡Tu gente no estará contenta hasta que digas algo en contra de él!’, entonces Al Walid dijo: ‘Déjame pensar qué puedo decirles’; luego de meditar, alegó: ‘Lo que Muhammad recita, es brujería que alguien le dicta’, fue ahí en donde Al-lah reveló: {[Oh, Muhammad] Deja que Yo me encargaré de aquel que he creado, y vino al mundo solo, a quien concedí abundantes riquezas y numerosos hijos atentos. Y le facilité medios con holgura, pero aun así anhela más. ¡No! Porque rechazó Mis signos. Haré que sus dificultades vayan en aumento. Porque él pensó y decidió [a sabiendas, desmentir el Mensaje]. Fue maldecido por la decisión que tomó. ¡Sí!, fue maldecido por la decisión que tomó. Luego meditó [cómo desacreditar la revelación], pero [al no poder encontrar ningún argumento] frunció el ceño y ofuscó el semblante. Luego le dio la espalda [al Mensaje] y se comportó con soberbia, diciendo: "Ésto solo es hechicería que impresiona. És la palabra de un mortal". Én consecuencia, lo llevaré al fuego del Infierno. ¿Y qué te hará comprender lo que es el fuego del Infierno? [És un fuego que] no deja nada sin quemar ni cesa jamás. Abrasa la piel. Hay diecinueve [ángeles] que lo custodian} [Corán 74:11-30] (Al Hakim y dijo que era sahih, lo que apoyó Adh-Dhahabi. Al Baihaqui en Ad-Dala’il, Ibn Hisham en As-Sira An-Nawawia, At-Tabari, Ibn Kazir, Al Qurtubi, Al Bagawi, y Ash-Shaukani en sus tafsires respectivos. Al Wahidi en Asbab An-Nuzul y As-Suyuti en Al Jasa’is Al Kubra). 

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