La oración es el primer fundamento práctico en el Islam, es la columna vertebral sin la que nada puede estar de pie, es la mejor obra ante Al-lah, después de la creencia en Su unicidad absoluta y es la que diferencia a un creyente de una persona que no cree. Será la primera cosa por la que se juzgará al ser humano el día del juicio, si ha cumplido con ella como se debe le será aceptada y, por lo tanto, el resto de sus acciones serán validadas.
Cumplir con las oraciones, realizarlas en su tiempo establecido y en las mezquitas es una señal de la fe del siervo, de su virtud y será un testimonio a su favor ante Al-lah. Dijo Al-lah: {Las mezquitas de Al-lah deben ser construidas y mantenidas por aquellos que creen en &Éacute;l, en el Día del Juicio, cumplen con la oración, pagan el zakat, y no temen sino a Al-lah. Porque ellos son los que siguen la guía} [Corán 9:18]. Mientras que descuidarla es una señal de ingratitud y expone a la persona al castigo del fuego, dijo Al-lah: {¡Ay de los orantes que son negligentes en sus oraciones [realizándolas fuera de su horario]!} [Corán 107:4-5]. Si se ha dado esta advertencia a quienes no cumplen con ella en sus tiempos, qué les espera a aquellos que la abandonan por completo.
La oración del Fayer es una de estas obligaciones de las que hablamos, por lo que no hay diferencia entre ella y cualquier otra oración en cuanto al dictamen de cumplir con ellas en sus tiempos y formas establecidas. Pero hablamos específicamente de esta, porque nos encontramos con personas que cumplen con todas como se debe, pero descuida la oración del Fayer, sea porque no la hace en la mezquita o porque se quedan dormidos y no la rezan sino después de que su tiempo ha pasado, una vez se levanta para ir a su trabajo o estudio. Pero lo más doloroso es ver que al grupo de personas a las que más les sucede esto es al de los jóvenes, pues cuando observamos a los asistentes a la mezquita en el Fayer la mayoría son adultos mayores, por lo que se hace necesario prestar atención a este fenómeno, aclarando algunos puntos y resaltando los beneficios y virtudes de esta oración.
Virtudes y beneficios del Fayer
Al-lah Ta’ala distinguió la oración del Fayer entre las demás oraciones grandemente, haciendo que realizarla implicara obtener mayores bendiciones y recompensas que las logradas en los otros rezos. Todo esto, por la dificultad que representa realizarla en su tiempo, pues llega cuando aún hay oscuridad y en el momento en el que el sueño es profundo, lo que hace que sea difícil dejar el calor y la comodidad del lecho, en especial en noches frías y tras una jornada agotadora. Por eso, al responder el llamado: “As-salatu jairun minan-naum” (la oración es mejor que el sueño), el creyente se destaca sobre todos los demás, ya que busca pasar la prueba de fe (seguir durmiendo o levantarse a orar); así que quien pasa este examen, merece una gran recompensa en esta vida y en la otra, dicho premio puede ser:
- Luminosidad en el Día de la Resurrección: Ésta recompensa será otorgada a la persona que en la oscuridad de la madrugada se dirige a la mezquita para cumplir con su oración. Dijo el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Albricia a las personas que andan en la oscuridad de la madrugada con una luz tal que irradiarán el Día de la Resurrección”.
- La protección de Al-lah: Quien cumple con la oración del Fayer en congregación obtendrá la protección de Al-lah, tal como lo expresó el Énviado de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en un hadiz.