El milagro lingüístico del Corán
Fatwa No: 252952

  • Fecha de publicación:21-8-2024
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Pregunta

As-salamu ‘alaikum. Por favor les pido que respondan esta pregunta directamente sin referirme a una similar porque es muy específica y no como otras en el sitio. Quisiera saber cuál es el milagro del Corán, no el aspecto científico que ya ha sido debatido y no me parecen milagrosos la mayoría de los hechos. Pregunto sobre su milagro lingüístico, ¿por qué es tal? Si tengo un libro y tengo un versículo del Corán, ¿cuál es el milagro del Libro Sagrado en comparación con el otro texto? Entiendo que los mecanos no pudieron crear un versículo como los suyos, pero ¿qué significa “como los suyos”? Solo porque no hayan podido hacerlo no es algo significante; y decir que fueron los mejores en manejar el idioma árabe, ¿quién dice que lo eran si eran gente que vivía como animales? ¿Cuán inteligentes podían ser? Si no pudieron hacer algo semejante, ¿a quién le importa? Nosotros no estuvimos allí y las razones son desconocidas. Un ateo me dio un libro de un poeta cuando le mencioné el desafío del Corán, entonces, ¿qué hace que el Corán sea mejor o un milagro?
Disponemos del Libro Sagrado hoy en día y lo puedo ver y escuchar, y tenemos otros textos normales, entonces quiero comprender qué hace que sea mejor que otros textos. No puede ser la gramática, ¿qué otra cosa puede ser? Yo creo, pero necesito comprender el milagro porque si lo veo y lo entiendo seguramente me dará iaqín y verdadera fe. ¿Cómo podría alguien tener fe en algo si no comprende sus evidencias? Por favor, bríndenme una respuesta extendida. Gracias.

Respuesta

Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos.

Lo más importante que mencionaste es que crees en el Corán. Esto es una obligación para todo aquel que cree en Al-lah como su Señor, en el Islam como su religión, y en Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, como Profeta y Mensajero.

El Corán es uno de los libros divinos revelados en los cuales debemos creer, y debemos creer que proviene de Al-lah, y es el Libro más noble y honorable. Al-lah dice al respecto: {¡Oh, creyentes! Crean en Al-lah, en Su Mensajero, en el Libro que fue revelado a Su Mensajero y en los Libros que fueron revelados en el pasado. Quien no crea en Al-lah, en Sus ángeles, en Sus Libros, en Sus Mensajeros, y en el Día del Juicio, habrá caído en un desvío profundo} [Corán 4:136].

Sin embargo, no hay ningún problema con que un musulmán quiera averiguar aquello que le incremente su certeza y le dé seguridad. Al-lah dice: {Dijo [Al-lah]: “¿Es que acaso no crees?” Respondió: “Claro que sí, pero esto es para fortalecer la fe que hay en mi corazón”} [Corán 2:260].

Pero al mismo tiempo debemos evitar exponernos a las palabras maliciosas de los incrédulos. Todo aquel que no tiene conocimiento sobre la religión para refutar sus alegatos debe evitar debatir con ellos. Al-lah dice: {Los demonios inspiran a sus aliados para que discutan con ustedes, pero si los siguen se contarán entre quienes les atribuyen divinidad a otros junto a Al-lah} [Corán 6:121].

Habiendo dicho esto, es extraño que desestimes la elocuencia de los árabes antes del Islam. Es precisamente por ser beduinos, algo por lo cual los criticas, el motivo principal por el cual eran elocuentes y expertos en su idioma, ya que no se mezclaban con nadie que pudiera influenciar su lenguaje. Era por esa razón que los árabes citadinos solían enviar sus hijos al desierto donde vivían los beduinos para que pudieran aprender muchas cosas, entre las cuales estaba el arte de la oratoria. Los sabios interesados en el idioma árabe y su lexicografía solían recorrer el desierto para aprender de su fuente (los beduinos).

Es bien conocido que los árabes siempre estuvieron interesados en la literatura, tanto en poesía como en prosa, hasta tal punto que se juntaban en los mercados con ese propósito, como en el famoso mercado de ‘Ukaz.

Por otro lado, deberías saber que el milagro lingüístico del Corán no puede ser reconocido excepto por aquellos que conocen el idioma árabe y el estilo oral de los árabes. No todos los árabes son conscientes de esto hoy en día, mucho menos los no árabes, porque se han introducido muchas palabras de otros idiomas en el lenguaje. Si hay gente que no puede distinguir entre el Corán y la poesía común –y aquí nos referimos al ateo que mencionaste en la pregunta, u otros–, entonces no hay nada que se pueda hacer por un ciego que no puede distinguir entre el día y la noche, o un enfermo que no puede sentir la diferencia entre lo dulce y lo salado. Aquellos que se oponían al Corán en tiempos remotos solían inventar mentiras en su contra a sabiendas de que no decían nada real. Al-lah dice: {Hay entre ellos quienes [parece] que te prestan atención [cuando recitas el Corán], pero [a causa de su incredulidad] he puesto sobre sus corazones un velo y he ensordecido sus oídos, por ello no pueden comprenderlo. Aunque vieran toda clase de signos, no creerían. Se presentan ante ti solo para debatirte, y dicen: “Esto no es más que una fábula de los antiguos”} [Corán 6:25].

Más allá de eso, algunos fueron veraces y atestiguaron la verdad del Corán. Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con él, relató que Al Walid Ibn Al Muguirah se dirigió al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y él le recitó Corán y Al Walid se sintió conmovido. Al escuchar sobre esto, Abu Yahl fue a ver a Al Walid y le dijo: “¿No ves acaso que tu gente está recolectando caridades para ti?”; él respondió: “¿Y por qué?”. Abu Yahl dijo: “Para dártela, ya que vieron que fuiste a Muhammad y lo escuchaste para obtener algo de lo que posee”. Al Walid dijo: “Quraish sabe que soy uno de sus hijos más ricos”. Abu Yahl respondió: “Entonces di algo sobre Muhammad que convenza a tu gente de que te opones a él”. Al Walid dijo: “¿Y qué podría decir? No hay nadie con más conocimiento de la poesía y la prosa que yo, incluso conozco la poesía de los yinn. ¡Por Al-lah! Lo que él [Muhammad] dice no se asemeja a esas cosas. ¡Por Al-lah! Lo que él dice tiene una dulzura y un encanto sin igual; su parte más alta es frondosa, y la inferior llena de riquezas; domina y no puede ser dominado, y aplasta todo lo que está debajo de sí” (autenticado por Al Hakim; y Adh-Dhahabi y Al Albani estuvieron de acuerdo).

Para más información, por favor referirse a la fatwa 97212 y 239494.

De hecho, Al-lah desafió a los árabes a traer una sura semejante a las del Corán, pero no pudieron hacerlo. Lo que queremos decir con “semejante” es que sea similar en elocuencia y fluidez, tal como dijo At-Tahir Ibn ‘Ashur en su Tafsir (interpretación del Corán).

El milagro lingüístico del Corán no está limitado a un solo aspecto del lenguaje; por el contrario, es milagroso en su articulación, formulación, estilo, calidad, elocuencia y fonética. El Shaij Mana’ Al Qattan dijo en su libro ‘Ulumul-Quran (Las ciencias del Corán): “Los árabes no pudieron imitar el Corán a pesar de que no era diferente a sus patrones idiomáticos. El Libro Sagrado llegó a un pico de excelencia ante el cual las habilidades discursivas humanas son incapaces con respecto a lo siguiente: el léxico, las letras, la composición y el estilo; la consistencia de sus letras, el encanto de sus expresiones, la dulzura de su estilo, el tono de sus versículos; también, cuando tomamos en cuenta los requerimientos circunstanciales de expresiones, las frases verbales y nominales, sus negaciones y afirmaciones, al mencionar (algo) u omitirlo, cuando algo es mencionado de forma definida o indefinida, al mencionar algo al comienzo o al final, las expresiones literales o figurativas, sus perífrasis y brevedad, al mencionar una regla que se aplica a todos o algo que se aplica a alguien en particular, al mencionar algo de forma específica o general, y en la comprensión del contexto (o sea, inferir significado del contexto), y mucho más”.

Por esto, la comparación entre el Corán y las palabras de los seres humanos no es posible, y la diferencia entre ellos es como la diferencia entre los cielos y la Tierra. Si las personas componen poesía o prosa, en cuanto comienzan deben terminar, y si prolongan su discurso aparecen debilidades que pueden ser atacadas como con flechas por los críticos, tal como ocurre en la crítica literaria, ya sea en poesía o en prosa.

Se han escrito muchos libros en el pasado y el presente sobre el milagro lingüístico del Corán, los más importantes son ‘Iyaz Al Quran por Al Baqilani, y ‘Iyaz Al Quran por Ar-Rafi’i.

No podemos aquí mencionar ejemplos de este milagro en detalle, pero si tienes conocimiento del idioma árabe quizá hayas leído esos libros que mencionamos. Un ejemplo de perífrasis y brevedad es lo que se menciona sobre las historias del Corán, dado que son narradas de varias maneras fascinantes. Toma por ejemplo la historia de Musa (Moisés), la paz sea con él, la cual es relatada en detalle en el capítulo Al-A’raf (número 7), mientras que en los capítulos An-Nazi’at (número 79) y As-Saffat (número 37) es mencionada brevemente, pero logra el mismo efecto.

Además, entre los aspectos milagrosos del Corán relativos al poder de los símiles está lo que los eruditos mencionan como ejemplo al respecto. Al-lah dice: {Las obras de los que se negaron a creer son como un espejismo en el desierto: el sediento cree que es agua, pero cuando llega a él no encuentra nada. Pero sí se encontrarán con Al-lah, que les dará el castigo que merezcan. Al-lah es rápido en ajustar cuentas} [Corán 24:39]. [Nota: esto es una traducción de los significados del Corán, su milagrosa elocuencia es solo aparente en el texto original en árabe]. En este versículo hay una expresión de un significado abstracto de forma tangible, y ambos se utilizan para ilustrar la inhabilidad de alguien para lograr algo que imagina y necesita desesperadamente. Si se dijera “el que observa piensa que es agua, y luego resulta ser contrario a lo que esperaba”, sería elocuente; pero, por supuesto, más elocuente que eso son las palabras del Corán, ya que una persona sedienta tiene mayor deseo de que sus expectativas sean cumplidas. Además, luego de su decepción, la persona recibe su merecido, lo cual lo lleva a ser castigado por siempre en el Fuego.

Asimismo, comprar las acciones de los no musulmanes con un espejismo es un buen símil, y más aún si está apoyado por una buena composición, la dulzura de las palabras, la abundancia de beneficios y la veracidad de su significado (el símil).

No podemos seguir mencionando ejemplos de esto, pero puedes referirte a los libros que hemos citado previamente para poder aprender más al respecto.

Finalmente, hacemos hincapié sobre lo que mencionamos al comienzo, que es obligación creer en el Corán y que es el Libro de Al-lah, que es preciso y determinante, y que fue revelado por Aquel que conoce todo, el Omnisapiente, y todo musulmán debe someterse a este hecho, ya sea que reconozca su perfección y excelencia o no.

Y Al-lah sabe más.

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