¿Está permitido que un padre abra los mensajes privados de sus hijos sin su consentimiento? ¿Leer tales mensajes se considera espiarlos a ellos? Gracias.

¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.

En principio, no es permisible que un musulmán espíe a los demás, tratando de descubrir la vida privada de otros, o pensando mal de ellos. Al-lah Todopoderoso dice (su significado): {Eviten sospechar demasiado [de la actitud de los demás], pues algunas sospechas son un pecado. Y no se espíen…}  [Corán 49:12]

Por otra parte, el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “¡Oh, quienes han creído con sus lenguas, pero la fe aún no ha entrado en sus corazones! No murmuren de los musulmanes ni busquen sus errores, pues a quien busca los errores de los demás, Al-lah buscará sus errores, y aquel a quien Al-lah busca sus errores, Él lo deshonrará y lo pondrá en evidencia en su propia casa.” [Al-Baihaqi: As-Shu‘ab] [Abu Ya‘la: Musnad]

Además, Mu‘aawiyah (que Dios esté complacido con él), narró que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Si buscas los errores de los musulmanes, los corromperás o estarás a punto de corromperlos.”

Esta es la regla general, Sin embargo, si el padre sabe que sus hijos están teniendo relaciones ilícitas y prohibidas o cosa similar, él tendrá el derecho a investigar al respecto dentro de los límites de lo beneficioso, con el fin de refrenarlos y disuadirlos de cometer tales malas acciones. El padre, en este caso, tiene los mismos derechos que quien está trabajando en la Hisbah, es decir, la autoridad encargada de ordenar el bien y prohibir el mal. Esta última ha tenido permitido por los eruditos musulmanes el buscar y divulgar a los pecadores, como indica la Enciclopedia de Jurisprudencia Islámica, pues la norma califica al padre para asumir el trabajo de ordenar el bien y prohibir el mal.

Y Al lah sabe más.