¿Cómo puede un musulmán entender que desear conocer a Al lah no es desear la muerte, cosa que está prohibida en el Islam?

Alabado sea Al-lah y que la paz y las bendiciones sean con el Profeta de Al-lah, su familia y seguidores.

Fue narrado auténticamente que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, prohibió a los musulmanes que desearan la muerte a causa de cualquier aflicción que les sobreviniera. Está narrado en la autoridad de Anas (que Dios esté complacido con él) que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "Ninguno de ustedes debe desear la muerte a causa de una calamidad que le sobrevenga. Si no puede hacer otra cosa, debe decir: '¡Oh, Al lah!, mantenme vivo en tanto la vida sea lo mejor para mí, y hazme morir si la muerte es lo mejor para mí.'" [Al-Bukhaari y Muslim]

Al-Haafidh Ibn Hayar (que Dios esté complacido con él) comentó: “Este hadiz indica que la prohibición de desear la muerte está limitada a lo que está más allá de esta expresión, ya que desear la muerte es, en general, una forma de oposición y de desafío al destino inevitable. Esta forma de expresión se nos ordenó seguir, por el contrario, indica la entrega y sumisión al Decreto Divino. Además, la razón de la prohibición de desear la muerte es que una larga vida siempre es mejor para el creyente. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "Ninguno de ustedes entrará al Paraíso a través de sus obras buenas.'' Ellos (los compañeros) le preguntaron: "¿Ni siquiera tú, Mensajero de Al lah?'' Les dijo: "Ni siquiera yo, a menos que Al lah me conceda Su Misericordia y Su Gracia. Así que sean moderados al realizar obras religiosas y hagan aquello que esté dentro de sus posibilidades. Ninguno de ustedes debe desear la muerte, pues si hace el bien, puede incrementar sus obras buenas, y si hace el mal, puede arrepentirse ante Al lah." [Al-Bukhaari y Muslim]

Al musulmán le está prohibido desear la muerte, pero tiene la obligación de entrenarse y prepararse ardientemente para reunirse con Al lah El Altísimo, deseando aquello que Él tiene reservado para sus siervos creyentes, en términos de recompensa y honor, el más alto de los cuales es ver a Al lah Todopoderoso en el Más Allá.

Anhelar el encuentro con Al lah Todopoderoso requiere que el musulmán no esté inclinado hacia su vida mundanal, ni esté apegado a ella, ni esté satisfecho con ella. La persona que realmente anhela reunirse con Al lah El Altísimo y espera entrar en Su morada de honor y gracia, y está inmerso en Sus enormes recompensas, considera esta vida como una estación de preparación y apoyo para reunirse con el amado Al lah, donde el musulmán obtiene tanto apoyo y preparación como le es posible. Aunque esta vida es como una cárcel para el musulmán, y una barrera que evita que alcance su objetivo, él no desea la muerte, con la esperanza de obtener mucho apoyo y preparación, estando satisfecho con el Decreto de Al lah Todopoderoso.

En ese sentido, es posible conciliar el deseo de reunirse con Al lah Todopoderoso y el no desear la muerte, y saber que ambas cosas no son contradictorias, como ocurre con todos los mandamientos de Al lah el Omnisciente y Sabio.

Y Al-lah sabe más.