Assalamu alaikum.
Tuve una relación con un hombre musulmán y quedé embarazada de él. Cuando el bebé nació, él me rechazó. Después de tres años regresó y nos casamos. Durante los años que se había ido, hice algunas cosas malas con dos hombres que conocí antes que a mi marido. Se lo conté un año antes de nuestro matrimonio y se enfadó mucho, pero dijo que me perdonaba. Después de nuestro matrimonio yo abracé el Islam, gracias a Al-lah. Ahora tenemos dos niños más. Y los dos hijos que tuve de un hombre cristiano también son musulmanes. Mi marido me maldice mucho y me llama con los peores nombres, siempre me recuerda lo que hice en el pasado. Incluso trae a los niños para que escuchen. Les dice que desea que yo no fuese su madre, y también llama a mis niños con nombres feos. Me pega en frente de los niños. He hecho todo lo que puedo para enmendar las cosas horribles de mi vida pasada. Estoy intentando ser una buena esposa y madre. Rezo, ayuno, enseño a mis hijos a vivir de acuerdo al Islam y los envío a clases de Corán. Estoy haciendo mucho dua'a (plegarias) por mi marido. Él no reza regularmente y me echa la culpa por todo... ¿Qué debo hacer?

Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.

En primer lugar, todas las alabanzas sean para Al-lah, Quien la guió al Islam, y le pedimos que la mantenga firme y estable en Su Religión hasta el día en que se encuentre con Él. Ésta es una gran bendición que exige estar fervientemente agradecido con Al-lah y aferrarse a Su Religión.

Debe saber que Islam limpia los pecados anteriores. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Diles a los incrédulos [¡Oh, Muhammad!] que si desisten [y abrazan el Islam] les será perdonado cuanto cometieron en el pasado...} [Corán 8:38]. Es más, el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “¿Acaso no sabes, oh Omar, que el Islam limpia los pecados anteriores?” Por tanto, le aconsejamos hacer el bien en el futuro y realizar tantas buenas acciones como le sea posible, y olvidar el pasado.

Si su esposo es como lo mencionó, que le reprocha lo que hizo en el pasado, la insulta y la golpea delante de los niños, entonces él está completamente equivocado. Lo aconsejamos temer Al-lah en lo que respecta a sí mismo y a su familia, ya que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, nos aconsejó que tratáramos a nuestras esposas amablemente, cuando dijo: “Traten a sus esposas amablemente”. [Al Bujari y Muslim]

Le recomendamos ser paciente con él y aconsejarlo con palabras suaves y buenas, sobre todo respecto a la oración, ya que abandonarla es algo muy serio. Descuidar la oración y no realizarla regularmente es uno de los pecados mayores.

Si considera que puede haber algún beneficio buscando la ayuda de las personas que pueden influir en él, entonces hágalo. Además, debe suplicar mucho a Al-lah para que lo guíe y lo convierta en un hombre virtuoso; entonces, si recobra su raciocinio, Alabado sea Al-lah. Sin embargo, si considera que ya no puede soportar más la situación con él, y teme que él pueda dañarla, entonces tiene el derecho de pedir el divorcio; pero no debe apresurarse a hacerlo mientras no haga un balance entre el beneficio de permanecer con él y el divorcio.

Finalmente, debemos dejar en claro que la comprensión mutua y el respeto deben prevalecer entre los esposos, y que no deben exponer sus problemas delante de los niños, ya que esto tiene un efecto negativo en ellos y así puede empeorar la situación.  

Y Al-lah Sabe mejor.