Soy un musulmán del Subcontinente Indostano. Me casé hace 14 años, pero no tuve hijos. Mi esposa es una mujer dura y no practica las enseñanzas del Islam. Durante la mayor parte de nuestra vida conyugal me maltrataba, y era muy raro que me obedeciera. Desde hace cinco años me esfuerzo por practicar mi religión.
Tengo un hermano y una hermana mayores. Mi hermano tiene dos hijos que se casaron hace poco tiempo. Mi hermana tiene dos hijas, una de ella se casó y la otra es soltera, pues todavía es estudiante de bachillerato. Mi padre murió hace diez años. En cuanto a mi madre, ella aún vive.
Durante la vida de mi padre, él registró el único edificio que tenía, y que se compone de tres pisos, a nombre de mi madre. Después de la muerte de mi padre, mi madre dividió el edificio entre sus tres hijos y no mantuvo nada para sí misma. Después de que vendí uno de mis tres apartamentos, me quedaron dos apartamentos de la herencia.
Mi pregunta es: si muriera ahora y me sobreviven: mi esposa, madre, hermana y hermano, ¿quién heredaría los dos apartamentos, según la Shari‘ah? Si cada uno de ellos obtiene una parte de mi herencia, ¿cuál será la proporción que merece cada uno de ellos?

Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.

Si un hombre murió y le sobreviven: su madre, su esposa, su hermano y hermana, y no tuvo ningún otro heredero sino ellos, todos ellos heredan lo que él deje, ya sea un apartamento u otros bienes. Si el hermano y la hermana son los hermanos carnales del muerto o sus hermanos de padre, se divide la herencia así:

Así, se divide la herencia en treinta y seis partes: la esposa obtendrá su cuarto, es decir nueve partes. La madre obtendrá un sexto, es decir seis partes, el hermano obtendrá catorce partes, y la hermana obtendrá siete partes.

Le aconsejamos temer a Al-lah, recurrir a Él suplicándole que Reforme a su esposa y que le Provea justa descendencia, pues Él es el Todopoderoso. Usted debe aconsejar a su esposa y exhortarla a cumplir con la Shari‘ah de Al-lah, Glorificado y Alabado Sea, pues así obtendrá todo el bien en esta vida y en la Última. Y usted no debe aburrirse de invocarla  hacia Dios con sabiduría y buena exhortación.