Si la mujer es recta y obedece a Al-lah como debe, pero murmura, hablando a espaldas de la gente ¿cómo la Tratará Al-lah el Día del Juicio?

Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.

La murmuración  (Al Gibah) es uno de los pecados graves, y el que murmura es amenazado con un duro castigo en el Día del Juicio Final.

El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, en la noche de su ascensión al cielo (Al Mi’ray), pasó por una gente que tenía uñas de cobre con las cuales se arañaban las caras y los pechos. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Pregunté: ¿quiénes son estos, Yibril (Gabriel)? Dijo: Son quienes comen la carne de la gente (hablan mal de su prójimo)  y ofenden su honra.” [Abu Daawood] [Al Albani: Sahih (auténtico)]

Ser permisivo en esta práctica contradice el código de ética moral del musulmán. Por lo tanto; hay que evitarla.     

Si la mujer es verdaderamente recta y obedece a Al-lah, una de las consecuencias de su rectitud y su obediencia a Al-lah es evitar lo que sea prohibido por Él, como la Gibah. Por eso, debe arrepentirse ante Al-lah antes de morir y de que sea muy tarde, pues si ella muere en este estado de desobediencia, es posible que sea  castigada en el Día del Juicio, o que Al-lah la Perdone. En resumen, su situación es peligrosa.