Vivo en un alojamiento para estudiantes en la universidad. En Ramadán, las estudiantes rezan At-Tarawih en congregación en la sala del alojamiento. ¿Puedo realizar esta oración sola en el cuarto, o debo efectuarla en congregación en la sala, fuera de mi habitación? ¿Con cuál de estas dos opciones obtendré más recompensa? Pues, escuché que la oración de la mujer en su casa es mejor que en la mezquita o fuera de su casa. Estudio medicina y siento cuando rezo con mis colegas que ellas prolongan mucho la oración, aunque, al mismo tiempo, no quiero perder nada de la recompensa. ¿Cuál es su opinión?

Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.

Usted no está obligada a realizar la oración de At-Tarawih en congregación con las estudiantes, y puede efectuarla sola en su cuarto. Pues, en principio, esta oración es un acto voluntario y recomendable de adoración, y no una obligación.

En cuanto a cuál de los dos tiene una recompensa mayor;  la Sunnah indicó que la oración de la mujer en su casa es mejor que su oración en la mezquita y, cuanto más lejos de la vista de los demás esté –al realizar su oración- mayor será su recompensa. Fue narrado por el Imán Ahmad, que Al-lah le dé Su perdón, con una cadena de narradores que Al Hafidh ibn Hayar, que Al-lah le dé Su perdón, consideró Hasan, bajo la autoridad de Umm Humayd Al-Sa‘idiyyah, que Al-lah esté complacido con ella, que ella vino al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y le dijo: ¡Oh Mensajero de Al-lah! A mí me gusta rezar contigo. Entonces, él dijo: “Lo sé, pero tu oración en tu dormitorio es mejor para ti que tu oración en el patio de tu casa, y tu oración en tu patio es mejor para ti que tu oración en cualquier otro lugar en tu casa (el resto de la casa), y tu oración en este último es mejor para ti que tu oración en la mezquita de tu pueblo, y tu oración en la mezquita de tu pueblo es mejor para ti que tu oración en mi mezquita”. Así que, ella ordenó que se le construyera un lugar en la parte más lejana y oscura de su casa donde pudiera realizar su oración. Y rezó siempre allí hasta que murió.

Esto indica que cuanto más apartada de la vista de los demás rece la mujer, mayor será su recompensa. Por consiguiente, su oración, hermana, en su habitación, es mejor para usted que rezar en la sala destinada a la oración en el alojamiento de estudiantes.