Necesito la interpretación de la aleya en la que Al-lah, el Altísimo y el Todopoderoso, Dice (lo que en español se interpreta así): { A cada nación de vosotros le hemos dado una legislación propia y una guía. Y si Al-lah hubiera querido habría hecho de vosotros una sola nación, pero quiso probaros con lo que os designó.} [Corán 5:48].
¿Esta aleya contradice la aleya en la que Al-lah, el Omnipotente y el Majestuoso, Dice (lo que en español se interpreta así): { Quien siga una religión diferente al Islam [el sometimiento a Al-lah] no se le aceptará…} [Corán 3:85]?

Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero. 

El significado de la primera aleya es que Al-lah, Alabado Sea, Ha revelado para cada Profeta una legislación a seguir, es decir, leyes para aplicar y la permisión de algunas cosas que fueron prohibidas en otros mensajes proféticos.

Tal es el caso de las leyes relacionadas con los actos de adoración que existen en algunos mensajes y en otros no. Por ejemplo: Al-lah, Glorificado Sea, Ha permitido cosas para la gente del profeta ‘Isa (Jesús), la paz sea con él, que fueron prohibidas para la gente del profeta Musa (Moisés), la paz sea con él. Lo mismo ocurrió en el tiempo de la profecía del Profeta Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, por ejemplo, Al-lah, Alabado Sea, Ha permitido cosas a los musulmanes levantando así algunas duras prescripciones impuestas anteriormente para los judíos y los cristianos.

Sin duda, esta aleya no contradice el significado de la segunda, ya que el significado del Islam es obedecer a Al-lah, el Omnipotente, y someterse ante Él, Glorificado Sea, en cada época que a uno le corresponda.

Los mensajes de todos los profetas, la paz sea con ellos, tienen la misma creencia y el mismo Tawhid (monoteísmo). Pero, hay diferencias en algunas prácticas de adoración, algunas leyes y en el método.

El entregarse y someterse ante Al-lah, Alabado Sea, es el deber de cada ser humano a través de lo que fue revelado al mensajero que Al-lah le Envió.

 Por ejemplo: la gente que vivía en el tiempo del profeta ‘Isa, la paz sea con él, debía seguirle obedeciendo los juicios que le fueron revelados, y entre ellos los que abrogaban a los de Musa, la paz sea con él.

También, la gente que vivía en el tiempo del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, debía seguir al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en todo lo que le fue revelado.