El número de musulmanes practicantes aumenta gradualmente, gracias a Al-lah, pero todavía casarse con musulmanes de otros orígenes étnicos es para muchos un asunto prohibido.
¿Cuál es la excusa en la cual se apoya el que impide a su hija casarse con un musulmán, con el pretexto de que no tiene el mismo origen étnico? ¿Y el que hace eso está cometiendo un pecado?
¿Qué debe hacer el pretendiente rechazado?

Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero. 

El criterio de la Shari‘ah respecto a elegir al esposo  es la religión y la buena conducta, pues el Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "Si  un hombre, de cuya religión y conducta estáis satisfechos, viene a vosotros pidiendo casarse; debéis aceptarlo. Si no lo hacéis, habrá una gran Fitna y una gran corrupción." [At-Tirmidhi, Ibn Mayah].

Obedecer esta orden del Profeta, Salla Al-lahu ‘alaihi wa sallam, servirá para mantener el orden social y desobedecer este mandato acarreará la inestabilidad del orden social. La excesiva cantidad de solteronas en nuestros días es una muestra de ello.

 Este criterio es la base; pero el tutor (Al Wali) tiene derecho de actuar según lo dicte el bienestar de su protegida en la Shari’a, pues, por ejemplo, si él cree que hay grandes diferencias que puedan impedir la continuidad del matrimonio, tiene derecho de rechazarlo antes de que se consume, mientras que no tiene derecho de rechazarlo por puro gusto.

 En cuanto al pretendiente rechazado, primero, primero debe pedir el Apoyo de Al-lah; luego tiene que esforzarse en buscar otra mujer. No debe entristecerse, pues quizás su matrimonio con esa mujer no sea beneficioso, y no debe desesperar, ya que tal vez Al-lah le Otorgue otra mujer que sea mejor que ella.