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· Narró Abu Hurairah, que Al-lah esté complacido con él, que el Mensajero de Al-lah dijo:
Dijo: “Ayuna, pues, un día sí y otro no durante los meses sagrados." (Abu Dawud)
Dijo: Añade
Dijo: “Entonces, ayuna tres días de cada mes.”
Dijo: Añade.
Dijo: “Ayuna dos días de cada mes.”
Dijo: Añade, pues tengo fortaleza.
Le dijo el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “Te has castigado a ti mismo. Ayuna el mes de la paciencia (Ramadán) y un día de cada mes.”
Dijo: ¡No he comido nada desde que te vi la ultima vez, excepto por las noches!
Dijo: “¿Qué es lo que te ha hecho cambiar el buen aspecto que tenias?”
Respondió: Soy Al Bahili, vine a verte el año pasado.
Le pregunto: “¿Quién eres?”
· Narró Muyibah Al Bahiliah que su padre o su tío fue a ver al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y volvió a hacerlo luego de un año, habiendo cambiado su estado y su aspecto. Dijo: Mensajero de Al-lah! ¿No me conoces?
"El Profeta ayunaba en el mes de Sha’ban más que en otro mes, y en ocasiones solía ayunarlo por completo. En otra versión: "...o casi el mes entero." (AlBujari y Muslim)
· `A'ishah, que Al-lah esté complacido con ella, dijo:
"El mejor de los ayunos luego de Ramadán es el realizado en el mes de Muharram. La mejor de las oraciones después de las obligatorias es la oración que se hace por la noche." (Muslim)
