A medida que entramos en el mes de Shawal (el mes que sigue a Ramadán), no debemos abandonar los muchos actos de adoración que realizamos durante el bendito mes de Ramadán. Para muchos de nosotros, Ramadán es un tiempo de renovación y restablecimiento de nuestro compromiso con Al-lah y Su religión.
Ayunamos, hacemos caridad, leemos el Corán y realizamos las oraciones nocturnas. Evitamos el chisme, la calumnia y todo mal que pueda invalidar nuestro ayuno. Pero cuando Ramadán se termina, la mayoría de nosotros, desafortunadamente, pondrá el Corán atrás en los estantes, dejará de ayunar hasta el año próximo y abandonará las oraciones nocturnas. No es así como debe ser, porque todos estos actos de adoración tienen recompensa y son de beneficio para nosotros a lo largo del año, además del hecho de que no existe una prescripción divina que los limite solo a Ramadán.
El Corán
Es triste, pero cierto, que muchos de nosotros hemos caído en el mal hábito de recitar el Corán solo durante el mes de Ramadán. Al hacer esto, nos engañamos a nosotros mismos perdiendo las abundantes bendiciones que resultan de leer las palabras de Al-lah. Leer el Corán es la mejor forma de recordar a Al-lah, es una protección contra Satanás, y en él están las curas para nuestras aflicciones. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¡Oh, hombres! Os ha llegado el Mensaje de vuestro Señor que es un motivo de reflexión, cura de toda duda que hubiere en vuestros corazones, guía y misericordia para los creyentes.} [Corán 10:57]
El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Quien lea una letra del Corán recibirá una buena acción. Y toda buena acción es multiplicada diez veces más. No digo que Alif (A) Lam (L) Mim (M) es una letra. Sino que Alif es una letra, Lam es una letra y Mim es una letra”. [At-Tirmidhi]
El Corán es también el mejor camino para que el siervo se acerque más a su Señor. Jabbab ibn Al Arat, que Al-lah Esté complacido con él, le dijo a un hombre: “Acércate a Al-lah tanto como puedas, y recuerda que no puedes hacer esto de forma que complazca más a Al-lah que mediante Sus propias palabras (es decir, el Corán)”.
Las oraciones nocturnas
Muchos de nosotros pasamos las noches del mes de Ramadán, especialmente las últimas diez, parados orando ante Al-lah. Solo porque Ramadán se termina no significa que Al-lah no Ve si hacemos oraciones por la noche. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Ciertamente tu Señor sabe que a veces te levantas a orar casi dos tercios de la noche, otras la mitad o un tercio de la misma…} [Corán 73:20]
El Mensajerode Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “La mejor oración, después de la oración obligatoria, es la oración (voluntaria) nocturna”. [Muslim]
La oración nocturna lleva consigo muchas bendiciones. Por ejemplo, Al Hassan, que Al-lah Esté complacido con él, fue preguntado: “¿Cómo es eso de que quienes permanecen de pie (rezando) por la noche tienen los rostros radiantes?” Él, que Al-lah Esté complacido con él, respondió: “Es porque ellos están íntimamente unidos al Misericordiosos, y Él los adorna con un poco de Su luz”.
Y sobre aquellos de nosotros que piensan que quedarse de pie realizando la oración nocturna nos dejará agotados y sin fuerzas para poder realizar nuestras actividades diarias a la mañana siguiente, deberían considerar las siguientes palabras del Profeta de Al-lah. Él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Cuando alguno de ustedes duerme, Satanás amarra tres nudos en la parte posterior de su cabeza. En cada nudo él repite y exhala las siguientes palabras: ‘La noche es larga, así que permanece dormido’. Si despiertan y recuerdan a Al-lah, un nudo se desata; y si realizan la ablución, el segundo nudo se desata; y si rezan, el tercer nudo se desata, y se levantan por la mañana llenos de energía y con un corazón limpio. De otro modo, se levantarán sintiéndose perezosos y con un corazón confundido”. [Al Bujari]
El ayuno
El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Quien ayune un día por la causa de Al-lah, Al-lah pondrá entre él y el Fuego una distancia como la que hay entre los cielos y la tierra”. [At-Tirmidhi]
Del mismo modo, el ayuno borra los males que emergen de la riqueza, la familia o los vecinos de la persona. Hudaifah ibn Al Iaman, que Al-lah Esté complacido con él, narró que el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Los males causados por un hombre a través de su familia, su riqueza o su vecino son expiados por medio de la oración, el ayuno y la caridad”. [Al Bujari]
El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, nos explicó que ayunar nos protege de los deseos ilícitos, nos protege del fuego del Infierno y nos acerca a Al-lah y a Su Paraíso. Él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, también nos animó a ayunar por lo menos tres días de cada mes. Los mejores días para estos ayunos opcionales son los lunes y los jueves, o los días 14, 15 y 15 de los meses lunares.
La caridad
A muchos de nosotros Al-lah nos ha dado la bendición de vivir vidas relativamente confortables. Pero existen muchos musulmanes alrededor del mundo quienes tienen gran dificultad para sus necesidades más básicas de subsistencia. Durante Ramadán muchos damos en caridad, pero olvidamos hacerlo por el resto del año. La caridad es un beneficio más grande para el que la da que para el que la recibe. Esta es una forma de purificar nuestra riqueza, incrementar nuestra fe y alcanzar la virtud. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {La piedad no consiste en orientarse hacia el oriente o el occidente, sino que consiste en creer en Al-lah, el Día del Juicio, los Ángeles, el Libro, los Profetas, hacer caridad, a pesar del apego que se tiene por los bienes, a los parientes, huérfanos, pobres, viajeros insolventes, mendigos y cautivos…} [Corán 2:177]
Dar en caridad también nos permite expresar nuestra fe. Para saborear verdaderamente la dulzura de la fe debemos querer para nuestros hermanos y hermanas lo que queremos para nosotros mismos. Porque el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Ninguno de ustedes completará su fe hasta que no quiera para su hermano (musulmán) lo que quiere para sí mismo”. [Al Bujari]
Evidentemente, el ayuno, la oración durante la noche, leer el Libro de Al-lah y dar en caridad no debe ser limitado únicamente a Ramadán. Estas buenas obras y otras, como mantenerse alejados del chisme y las calumnias, son cosas que debemos hacer todo el tiempo. Al mantener el espíritu de Ramadán vivo durante todo el año, podemos salvaguardar nuestra religión y seremos capaces de aprovechar las muchas oportunidades de ganar la misericordia y las bendiciones de Al-lah.