Ya que el mundo en el que vivimos se ha vuelto tecnológicamente avanzado, nuestras vidas también se han vuelto más caóticas y estresadas. Siempre hay algo zumbando y timbrando exigiendo tu atención: llamadas, mensajes, etc.
Combina las molestias de tu mundo electrónico con las presiones del mundo real, como pagar las facturas o educar una familia, y el resultado puede ser sofocante. La paz, la tranquilidad y la armonía interna son preciosas comodidades de las que la mayoría carecemos actualmente. Simplemente hay muchas distracciones hoy en día que están afectando la calidad de nuestra vida.
El mito de la tecnología
¿No se suponía que los avances tecnológicos facilitarían nuestras vidas? De hecho, la tecnología ha causado los mayores impactos positivos en muchas áreas de nuestras vidas, especialmente cuando se trata de comunicación. Nunca antes en la historia de la humanidad los seres humanos han sido capaces de comunicarse tan rápido como lo ha hecho posible la tecnología del internet.
Gracias a nuestra avanzada y mejorada “era digital” las tareas que hace solo unos 15 años atrás podrían llevar horas en realizarse, si es que no días, ahora pueden ser hechas en solo minutos. Solo imagina, por ejemplo, cuánto te tomaría escribir en papel cada e-mail que actualmente envías. Y eso sin contar el tiempo que llevaría buscar las direcciones de cada persona, poner las cartas en sobres, comprar las estampillas y luego ir a la oficina de correos a enviarlas. Si bien la tecnología ha liberado nuestras vidas, la mayoría de nosotros la ha convertido en un estorbo exagerando su uso. En lugar de utilizar sabiamente el tiempo libre que la tecnología ha generado, muchos de nosotros hemos agregado aún más actividades a nuestra rutina diaria las cuales minan cada minuto libre que tenemos. La dura y fría realidad es que mientras la tecnología ha sido una bendición, también ha sido una maldición. Para muchos, la dependencia de nuestros aparatos tecnológicos y de vivir una vida “online” es tan fuerte que es difícil tomar una decisión independiente sin estar conectado a algún dispositivo electrónico. Y en caso de alguna avería electrónica, o peor aún, una falla eléctrica que corte nuestra conexión con estas máquinas, es como si alguien hubiera puesto nuestro mundo en tinieblas; y es difícil salir de la oscuridad.
Los efectos secundarios
En la misma medida en que la tecnología ha mejorado nuestras vidas, también ha creado un verdadero vacío de efectos secundarios negativos. En el caso del internet, casi todo el mundo puede conocer los aspectos privados de nuestras vidas que compartimos online. Y en caso de que hayamos sido cautelosos y no hayamos compartido nada, alguien puede aún utilizar el internet como una plataforma para desacreditar nuestro carácter. ¿Y qué sobre el teléfono celular? Para muchos, los mensajes de textos durante todo el día se han convertido en una adicción difícil de superar, y las facturas resultantes de esto pueden poner el presupuesto de la familia en números rojos. Es importante darse cuenta que todo aparato tecnológico tiene su lado negativo, especialmente si le damos el poder para controlar nuestras vidas.
Como musulmanes, el Noble Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, nos han enseñado a confiar en Al-lah, el Todopoderoso, en todos nuestros asuntos. Sin embargo, nuestra creciente confianza en las máquinas y las tenciones adicionales que vienen con ello, a menudo interrumpen nuestra paz interna, y como consecuencia eso puede afectar la calidad de nuestra adoración. ¿Cómo podríamos tener una conexión significativa con nuestro Creador cuando estamos conectados a casi todos los dispositivos electrónicos disponibles en el mercado? ¿Cómo podemos vivir nuestras vidas en paz cuando nuestras vidas son todo menos pacíficas gracias a la “competencia” digital?
Desenchufado
Afortunadamente, recuperar algo de la paz que se ha perdido en la tecnología no es tan difícil después de todo. Primero lo primero: determina de cuantos aparatos depender para pasar tu día. Por ejemplo, si tienes un teléfono celular, entonces no hay necesidad de un localizador. Si ya tienes un teléfono celular, no hay una necesidad real de otro teléfono con una línea separada. Si tienes un mapa, ¿realmente necesitas un costoso sistema GPS? Reduce tu dependencia de la tecnología eliminando los aparatos innecesarios en tu vida. Véndelos o dónalos a alguien que los necesite.
Ahora, vamos por una dieta tecnológica limitando el número de horas que hacemos uso de la tecnología. En lugar de dejar encendida tu computadora todo el día, apágala por algunas horas. No es necesario dejar tu celular prendió todo el día, si quieres algo de paz y tranquilidad, simplemente apágalo por un par de horas.
El silencio resultante será realmente precioso. No dejes que tus aparatos electrónicos controlen cada momento de tu vida, retoma el control y utiliza la tecnología para mejorar tu vida, pero nunca para definirla.
Haciendo la conexión
Solo existe un lugar para cultivar la paz interior y la armonía, y eso es mediante el establecimiento de una conexión con Al-lah, Exaltado sea. Existe solo una forma de hacer esto, y es mediante la adoración sincera única y exclusivamente a Él. Realizar las cinco oraciones diarias, hacer súplicas sinceras, ayunar y realizar buenas acciones, son las mejores formas de estar reconectado con nuestro Protector y Sustentador a partir de hoy.
Las máquinas no pueden tranquilizar nuestros corazones, refrescar nuestras miradas o resolver nuestros problemas; pero Al-lah sí Puede, y siempre Está Dispuesto a recibir nuestros esfuerzos sinceros de adoración. Esfuérzate de verdad en tu adoración, y ponla por encima de todo lo demás. Recuerda que quienes se inclinan ante Al-lah pueden enfrentar a cualquier cosa que la vida les presente.
Saboreando la paz
Una vez rompas las cadenas de dependencia de la tecnología, puedes comenzar a saborear la paz que inevitablemente surgirá. Ahora puedes limitar la interrupción cuando estás tratando de concentrarte sobre algo importante, como rezar o leer el Sagrado Corán. Incluso puedes centrar tu atención y abrir tus ojos a la belleza que se encuentra solo en la creación de Al-lah. ¿Por qué no alejarse de la laptop por un instante y tomar el sol y disfrutar de su tibio resplandor?
¿Hay algo tan apremiante online que no puede esperar solo unos momentos? ¿Qué tal si apagas el teléfono celular y caminas solo un par de cuadras para ver cara a cara a ese amigo al que estabas por llamar?
Es posible equilibrar nuestra vida en esta era digital y utilizar solo lo básico de la tecnología en lugar de ser esclavos de ella.
Nadie puede negar que la tecnología digital ha reducido nuestro mundo hasta convertirlo en una pequeña aldea. La comunicación se ha vuelto más rápida y fácil. Sin embargo, algo se ha perdido, y es la calidad de nuestras interacciones humanas. Tú no puedes ver cómo reacciona alguien que te importa ante un e-mail o un mensaje instantáneo que le envías (o incluso si lo está tomando bien). La sonrisa o el dolor no se traducen en un mensaje digital, o incluso en una llamada telefónica.
Depender menos de la tecnología para comunicarse y más de las propias acciones para interactuar con otros no solo permitirá que se sienta paz, sino que también hará que todas tus relaciones sean más significativas.