As-salam ‘alaikum. Hace unos días hice una pregunta (no. 2669912); la misma decía que leí en Sifat As-Salat que nuestro Profeta solía elevar sus manos mientras estaba prosternado, pero en ese libro no se describía cómo lo hacía, o sea, si es antes de ir a la prosternación mientras se dice “Al-lahu Akbar”, o entre las dos prosternaciones. También fue narrado esto por diez Compañeros, incluyendo Ibn Omar, Ibn ‘Abbas, el esclavo liberto de Ibn Omar, su hijo, etc., y los imames Malik, Shafi’i y Ahmad lo declararon Sunna, por lo que quiero aplicar esto; sin embargo ustedes me refirieron a las fatwas 24038, 86962, 87198, 93785 y 337393. Las leí todas, pero no tratan mi pregunta para nada. ¡Por favor, respondan mi pregunta!
Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos.
Elevar las manos está prescripto al pronunciar el Takbir (decir “Al-lahu Akbar”) en la oración en cuatro posiciones: al decirlo para comenzar la oración, antes de la inclinación, al incorporarse de la inclinación, y al pararse erguido para la tercera rak’a (unidad de rezo) luego del primer Tashahhud.
Le preguntaron al Shaij Ibn ‘Uzaimin, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, “¿Fue establecido auténticamente que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía elevar sus manos en la oración en otro momento más que en esas cuatro posiciones? ¿Cómo respondemos a la narración que dice que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, levantaba sus manos cada vez que se inclinaba o se incorporaba?”.
Respondió: “El que pregunta dijo ‘elevar sus manos en otro momento más que en esas cuatro posiciones’, lo cual requiere una aclaración. Las cuatro instancias son: al pronunciar el Takbirat Al Ihram (Takbir de apertura), antes de inclinarse, al levantarse de la inclinación, y al levantarse del primer Tashahhud. Estas fueron mencionadas en la narración auténtica de Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, quien relató que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, levantaba sus manos cuando pronunciaba el Takbir al comienzo de la oración, lo hacía también con el Takbir para inclinarse, cuando decía ‘Sami’a Al-lahu liman hamida’ (Al-lah responde a aquel que Lo alaba), y al levantarse luego del primer Tashahhud. Ibn Omar dijo: ‘Y no hacía eso al prosternarse’.
Estas posiciones fueron mencionadas en hadices auténticos. Con respecto a las otras, no fueron mencionadas en narraciones auténticas del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Él no levantaba sus manos para la prosternación o al levantarse de la misma; por lo tanto, no se ordena hacerlo.
En lo que se refiere a la narración de que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía elevar sus manos cada vez que descendía o se levantaba, Ibn Al Qaiem, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, verificó la misma en su libro Zad Al Ma’ad y explicó que eso fue un error por parte del narrador y que quiso decir que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía pronunciar el Takbir cada vez que iba hacia abajo o hacia arriba, pero se equivocó y dijo que lo que hacía era elevar sus manos. Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, gustaba de observar las acciones del Profeta, y cuando lo vio rezar presenció cómo elevaba sus manos al pronunciar el Takbir de apertura, al inclinarse, al levantarse de la inclinación, y al pararse luego del primer Tashahhud. Fue él quien también dijo: ‘No lo hacía al prosternarse’. Este hadiz es más fuerte (en autenticidad) que el otro que indica que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, levantaba sus manos cada vez que subía o bajaba.
No se puede decir que estos dos hadices pertenecen a la categoría de ‘afirmar y negar’ y que la narración que afirma tiene precedencia sobre la que niega una acción. Esto es porque el relato de Ibn Omar es explícito sobre que su negación no es porque no sabía sobre lo de elevar las manos, sino que sabía que no se debía hacer (basado en su observación de primera mano). Estaba seguro sobre esto y decididamente declaró que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, no elevaba sus manos en la prosternación. Por otro lado, sí afirmó claramente que el Profeta las levantaba antes de inclinarse, al levantarse luego de eso, al pronunciar el Takbir de apertura, y al pararse del primer Tashahhud. Este no es un caso en el que un hadiz que afirma una acción toma precedencia sobre el que la niega dada la posibilidad de que el narrador desconocía el asunto. Por el contrario, el narrador (Ibn Omar) negó esto basado en su conocimiento y su observación personal. No hay posibilidad de que fuera ignorante sobre el asunto. Esto es algo que debemos considerar al respecto, y Al-lah sabe más” (Fatwa del Shaij Ibn ‘Uzaimin)
En su libro Zad Al Ma’ad, Ibn Al Qaiem, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, escribió sobre la prosternación del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Entonces recitaba el Takbir y se prostraba sin levantar sus manos. También se dijo que él solía elevar sus manos (en esta posición). Algunos Hufadh, como Abu Muhammad Ibn Hazm, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, clasificaron ese relato como auténtico, pero fue un claro error y no puede ser aceptado como tal. Él se confundió por un error del narrador, quien era de confiar, pero que en vez de decir: ‘Pronunciaba el Takbir cada vez que descendía o se levantaba’, dijo: ‘Elevaba sus manos cada vez que descendía o se levantaba’. Él (Ibn Hazm) no identificó la equivocación del narrador o el motivo, y por ello juzgó el hadiz como auténtico”.
Él, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, también dijo en su descripción de la forma de sentarse entre prosternaciones: “Luego el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía elevar su cabeza al recitar el Takbir sin levantar sus manos, y elevaba su cabeza del suelo antes que sus manos. Luego se sentaba en la posición tipo iftirash, doblando su pierna izquierda debajo de sí mismo, y se sentaba sobre ella mientras que erigía su pie derecho (con los dedos apuntando hacia la qibla [dirección hacia la cual se reza])”.
Basado en todo lo mencionado arriba, levantar las manos se ha verificado en las cuatro posiciones que mencionamos, y no se ha narrado de forma auténtica que se eleven al ir a la prosternación o al sentarse entre las mismas.
Y Al-lah sabe más.
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