Uno de los favores que Al-lah podría conceder sobre un musulmán, es prolongar su vida hasta que alcance el mes de Ramadán, y así permitirle ayunar y realizar los rezos voluntarios de sus noches. La recompensa de las buenas obras en este mes se multiplica, la posición de la persona es elevada y Al-lah libera a mucha gente del Fuego del Infierno.
Por lo tanto, el musulmán debe tomar provecho de este mes y apresurarse en realizar tantas buenas obras como le sea posible. El musulmán debe también cumplir con su responsabilidad hacia sus hijos, educándolos apropiadamente, instruyéndolos y guiándolos por el sendero de la rectitud. Debe acostumbrarlos a realizar acciones de bien y de piedad, porque el niño se comportará según sus costumbres.
Durante estos días bendecidos, el padre y la madre deben desempeñar un papel central para ayudar a que sus hijos aprovechen este mes de la mejor manera; por tal razón, mencionaremos a continuación algunos consejos sobre este tema:
- Deles seguimiento: asegúrese que estén ayunando, y anime a aquellos que se están rezagando o que están siendo perezosos.
- Recuérdeles la esencia y el espíritu mismo del ayuno, y que no se trata solamente de abstenerse de comer y beber; sino que es una manera de alcanzar la piedad, la rectitud y el perdón de los pecados. Recuérdeles el relato Abu Hurairah, que Al-lah Esté complacido con él, quien dijo: “En una ocasión, mientras el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, se encontraba dando un discurso en el púlpito, dijo: ‘Amén, Amén, Amén’. Los presentes le preguntaron diciendo: ‘¡Oh Mensajero de Al-lah! ¿Por qué dices eso?’ Él, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, contestó: ‘Yibril vino a mí y dijo: ‘Que Al-lah humille a la persona que deja pasar Ramadán sin haber sido perdonada’; así que respondí: ‘Amén’. Entonces él dijo: ‘Que Al-lah humille a aquella persona cuyos padres (uno o ambos) alcanzan una edad avanzada y no han sido una causa para que él entre en el Paraíso (debido a su obediencia hacia ellos)’; así que dije: ‘Amén’. Entonces él dijo: ‘Que Al-lah humille a aquella persona a la que le mencionan mi nombre y no pide a Al-lah que exalte mi mención’; así que dije: ‘Amén’”. [Ahmad e Ibn Juzaimah]
- Enséñeles los modales y etiquetas islámicas al alimentarse, tales como: comer con la mano derecha, comer del lado del plato, o bandeja, más próximo a nosotros y no del extremo opuesto; pronunciar el nombre de Al-lah, diciendo ‘Bismil-lah’, antes de comer. Recuérdeles que comer más allá de nuestra necesidad está prohibido y hace daño a la salud.
- No les permita extralimitarse en el tiempo que utilizan para comer, para que no pierdan la oración en congregación.
- Recuérdeles la situación de los pobres y necesitados, quienes no encuentran ni un poco de alimento para satisfacer su hambre, y los musulmanes que han sido azotados por las calamidades y que no tienen un lugar dónde vivir.
- Deles instrucciones claras de ayudar a su madre a poner la mesa y lavar los platos después de la comida.
- Recuérdeles prepararse para los rezos voluntarios de la noche (Tarawih), no comiendo en exceso y alistándose con tiempo para así llegar puntuales al rezo.
- Recuérdeles las bendiciones de comer el Suhur (la comida que se ingiere antes del segundo Adhan del Fayer) y que les da más energía mientras ayunan.
- Deles el tiempo necesario antes de la oración del Fayer para rezar el Witr y realizar sus súplicas.
- Cerciórese de que realicen la oración del Fayer con la congregación, en especial aquellos que ya hayan alcanzado la edad en que se hace obligatorio realizarla.
- Acentúe la importancia de aprovechar las diez últimas noches del mes de Ramadán, y recuérdeles cómo el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, solía despertar a los miembros de su familia durante esas noches y se cercioraba de que hicieran su mejor esfuerzo en la adoración.
- Recompense con regalos a los niños pequeños que ayunan, como una forma de estímulo.
- Sería excelente si los padres pudiesen llevar a sus hijos para realizar la `Umrah durante Ramadán.
- Instruya a su esposa e hijos que se esfuercen en leer tanto como puedan del Noble Corán durante este mes, pues éste es el mes del Corán.
- Siéntese con ellos y leales un libro relacionado con el ayuno y sus méritos.
- Evite que los niños permanezcan despiertos hasta tarde mirando la televisión o realizando cualquier otra actividad inútil, a menos que lo hagan para recitar el Corán o hacer súplicas.
- El marido no debe sobrecargar a la esposa haciéndola cocinar demasiado y preparar diversas comidas y dulces, y no debe hacer de éste un mes de invitaciones a comer. El marido debe recordar que su esposa también tiene la necesidad de adorar y recitar el Corán; y el tener que estar constantemente preocupada con la comida, la priva de este derecho.
- La familia debe aprovechar esta oportunidad para restablecer los lazos rotos entre algunos de sus miembros.